Las fuertes lluvias que llevan asolando Rumanía desde el domingo pasado y que derivaron en inundaciones ya se han cobrado la vida de 13 personas, causando múltiples daños materiales.Las proporciones de la catástrofe, que afecta ya a más de dos tercios del país, se amplían cada hora, según las autoridades.
En total se cuentan miles de evacuados, al menos 10.000 casas inundadas, miles de personas aisladas, cientos de puentes derribados, decenas de localidades sin electricidad, ni gas ni agua potable, y decenas de miles de animales muertos. Incluso un hospital de Moldavia fue evacuado y cerrado después de que los techos se derrumbaran por el agua filtrada.
Las inundaciones también golpearon dos grandes ciudades: el puerto Galati, en el Danubio, y el puerto de Constanza, en el Mar Negro, donde el tráfico fue paralizado por las riadas de más de un metro en las principales encrucijadas.
Las autoridades locales cercanas al Danubio solicitaron permiso para hacer brechas en los diques de protección y dirigir el agua hacia el campo, donde también se registraron grandes daños.
Varias carreteras, nacionales y europeas, que comunican con las principales provincias rumanas, fueron bloqueadas por riesgo de deslizamientos. El Gobierno está movilizando todos los recursos para evacuar a la población afectada y asegurarle un refugio y alimentos de primera necesidad. Por su parte, el Ejército y los bomberos han conseguido rescatar a cientos de personas en situaciones extremas con vehículos de combate, barcos de asalto y helicópteros.