CATALUÑA.- CHE aprueba Protocolo sequía y pide ahorrar agua aunque no falte
Mar, 19/07/2005
La CHE ha aprobado hoy el I Protocolo de actuación ante la sequía, que actualmente afecta a casi toda la cuenca, excepto a la cabecera del Ebro, a cuyos usuarios se ha recomendado desde este organismo que comiencen ya a ahorrar agua ante la posibilidad de que se prolongue esta situación.
Así lo ha pedido hoy el presidente de la CHE, José Luis Alonso, en la Junta de Gobierno del organismo de cuenca celebrada hoy en Zaragoza, a los usuarios de la cabecera del Ebro (Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja), donde las precipitaciones han sido casi normales frente a la sequía climática que afecta a prácticamente el resto de la cuenca, dijo en conferencia de prensa posterior.
El 60 por ciento de la cuenca ha recibido de un 50 a un 70 por ciento menos precipitaciones que un año normal y en el resto han recogido entre el 75 y el 100% de lo que es habitual, ha explicado.
En este sentido, Alonso ha agregado que "tenemos necesidad de prever la posibilidad de que continúe la sequía" y que no llueva los próximos otoño e invierno, por lo que "para una mayor seguridad ante el futuro" las zonas que no están pasando por esta situación deberían empezar a actuar como si estuviera en sequía, ha afirmado.
En julio, agosto y septiembre los usuarios de la cabecera del Ebro deberían estar ya ahorrando agua y ser generosos, ya que "más vale prevenir", ha señalado el presidente de la CHE.
Desde el punto de vista hídrico, la sequía depende de la situación de los embalses a principios de año y mientras los de la margen derecha del Ebro están bastante llenos, no ocurre lo mismo en la izquierda, ha dicho.
Ha recordado que el abastecimiento a las poblaciones de la cuenca no han tenido problemas, excepto Huesca donde se han realizado obras de emergencia, pero que los sistemas de regadío de la margen izquierda si han tenido dificultades, como los de Bardenas (Zaragoza), los del Canal de Aragón y Cataluña (Huesca y Lleida) y los del Canal de Urgel (Lleida), que han sido "muy graves" en los Riegos del Alto Aragón, en la provincia oscense.
Precisamente, para definir los indicadores hidrogeológicos y los límites para calificar las zonas de riesgo de sequía en la Cuenca del Ebro, así como para adoptar medidas, la Junta de Gobierno de la CHE ha aprobado hoy en una reunión ordinaria el I Protocolo de actuación en este tipo de situaciones.
Este documento, que deberá ser elevado ahora al Ministerio de Medio Ambiente, tiene carácter abierto, pero "no es un plan de sequía", ya que irá recogiendo en sus ampliaciones las sugerencias que se vayan presentando, ha explicado.
Este protocolo y los que se elaboren posteriormente convergerán en el futuro "Plan especial de actuación en situación de alerta y eventual sequía" que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) establecía en su artículo 27 que se debería elaborar en el plazo de dos años.
Esto "lamentablemente" no se ha hecho, ha dicho Alonso, quien ha informado de que el pasado mes de junio se licitó el concurso de consultoría y asistencia para la redacción del "Plan especial de actuación en sequía en la Cuenca del Ebro", que estará en 2006 o 2007.
Mientras tanto, se definirán los protocolos como el aprobado hoy, que establece indicadores de sequía cuantificables, como los datos de reserva de embalses a primeros de mes, comparados con las series históricas, y la relación entre la capacidad del embalse y la aportación media interanual de los ríos, entre otros.
Según estos indicadores, para los que se ha elaborado un sistema de colores, las zonas de riesgo de sequía actualmente son: las cuencas del Aragón y Arbas (Riegos de Bardenas), en alerta (naranja), y las de Gállego y Cinca (Riegos del Alto Aragón y abastecimiento de agua de la ciudad de Huesca), en emergencia (rojo).
Las cuencas del Esera y el Noguera Ribagorzana (Riegos del Canal de Aragón y Cataluña), en alerta la Zona Alta, y cuenca del Segre (Riegos del Canal de Urgel), en prealerta (amarillo).
El presidente de la CHE ha afirmado que el documento "se ha lanzado lo antes posible" por lo que tiene carencias y son conscientes de ello, como no incluir los acuíferos, ya que se han centrado en los sistemas de regadío que son los que tienen los problemas, ni las medidas de protección de la calidad ni los caudales mínimos.
Sobre los caudales mínimos del Ebro definidos en el PHN, de 30 metros cúbicos por segundo en Zaragoza y de 100 en el Delta del Ebro, el presidente de la CHE ha reconocido que por "desajustes en los desembalses" en momentos puntuales este caudal ha estado por debajo de lo mínimo en la ciudad de Zaragoza, pero "era preferible eso que despilfarrar agua".
También se ha referido a las obras de emergencia en la cuenca del Ebro relacionadas con la sequía, entre ellas las efectuadas en Huesca para garantizar agua a la ciudad y las del Canal de Aragón y Cataluña para el riego.
La Junta de Gobierno de la CHE, que abarca territorio de Aragón, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra, La Rioja, País Vasco y Valencia, es el máximo órgano de la confederación y está formada por 48 miembros.
Así lo ha pedido hoy el presidente de la CHE, José Luis Alonso, en la Junta de Gobierno del organismo de cuenca celebrada hoy en Zaragoza, a los usuarios de la cabecera del Ebro (Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja), donde las precipitaciones han sido casi normales frente a la sequía climática que afecta a prácticamente el resto de la cuenca, dijo en conferencia de prensa posterior.
El 60 por ciento de la cuenca ha recibido de un 50 a un 70 por ciento menos precipitaciones que un año normal y en el resto han recogido entre el 75 y el 100% de lo que es habitual, ha explicado.
En este sentido, Alonso ha agregado que "tenemos necesidad de prever la posibilidad de que continúe la sequía" y que no llueva los próximos otoño e invierno, por lo que "para una mayor seguridad ante el futuro" las zonas que no están pasando por esta situación deberían empezar a actuar como si estuviera en sequía, ha afirmado.
En julio, agosto y septiembre los usuarios de la cabecera del Ebro deberían estar ya ahorrando agua y ser generosos, ya que "más vale prevenir", ha señalado el presidente de la CHE.
Desde el punto de vista hídrico, la sequía depende de la situación de los embalses a principios de año y mientras los de la margen derecha del Ebro están bastante llenos, no ocurre lo mismo en la izquierda, ha dicho.
Ha recordado que el abastecimiento a las poblaciones de la cuenca no han tenido problemas, excepto Huesca donde se han realizado obras de emergencia, pero que los sistemas de regadío de la margen izquierda si han tenido dificultades, como los de Bardenas (Zaragoza), los del Canal de Aragón y Cataluña (Huesca y Lleida) y los del Canal de Urgel (Lleida), que han sido "muy graves" en los Riegos del Alto Aragón, en la provincia oscense.
Precisamente, para definir los indicadores hidrogeológicos y los límites para calificar las zonas de riesgo de sequía en la Cuenca del Ebro, así como para adoptar medidas, la Junta de Gobierno de la CHE ha aprobado hoy en una reunión ordinaria el I Protocolo de actuación en este tipo de situaciones.
Este documento, que deberá ser elevado ahora al Ministerio de Medio Ambiente, tiene carácter abierto, pero "no es un plan de sequía", ya que irá recogiendo en sus ampliaciones las sugerencias que se vayan presentando, ha explicado.
Este protocolo y los que se elaboren posteriormente convergerán en el futuro "Plan especial de actuación en situación de alerta y eventual sequía" que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) establecía en su artículo 27 que se debería elaborar en el plazo de dos años.
Esto "lamentablemente" no se ha hecho, ha dicho Alonso, quien ha informado de que el pasado mes de junio se licitó el concurso de consultoría y asistencia para la redacción del "Plan especial de actuación en sequía en la Cuenca del Ebro", que estará en 2006 o 2007.
Mientras tanto, se definirán los protocolos como el aprobado hoy, que establece indicadores de sequía cuantificables, como los datos de reserva de embalses a primeros de mes, comparados con las series históricas, y la relación entre la capacidad del embalse y la aportación media interanual de los ríos, entre otros.
Según estos indicadores, para los que se ha elaborado un sistema de colores, las zonas de riesgo de sequía actualmente son: las cuencas del Aragón y Arbas (Riegos de Bardenas), en alerta (naranja), y las de Gállego y Cinca (Riegos del Alto Aragón y abastecimiento de agua de la ciudad de Huesca), en emergencia (rojo).
Las cuencas del Esera y el Noguera Ribagorzana (Riegos del Canal de Aragón y Cataluña), en alerta la Zona Alta, y cuenca del Segre (Riegos del Canal de Urgel), en prealerta (amarillo).
El presidente de la CHE ha afirmado que el documento "se ha lanzado lo antes posible" por lo que tiene carencias y son conscientes de ello, como no incluir los acuíferos, ya que se han centrado en los sistemas de regadío que son los que tienen los problemas, ni las medidas de protección de la calidad ni los caudales mínimos.
Sobre los caudales mínimos del Ebro definidos en el PHN, de 30 metros cúbicos por segundo en Zaragoza y de 100 en el Delta del Ebro, el presidente de la CHE ha reconocido que por "desajustes en los desembalses" en momentos puntuales este caudal ha estado por debajo de lo mínimo en la ciudad de Zaragoza, pero "era preferible eso que despilfarrar agua".
También se ha referido a las obras de emergencia en la cuenca del Ebro relacionadas con la sequía, entre ellas las efectuadas en Huesca para garantizar agua a la ciudad y las del Canal de Aragón y Cataluña para el riego.
La Junta de Gobierno de la CHE, que abarca territorio de Aragón, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra, La Rioja, País Vasco y Valencia, es el máximo órgano de la confederación y está formada por 48 miembros.