La cuenca del Llobregat está a punto de entrar en situación de crisis
Lun, 25/07/2005
La ACA está preparando ya el decreto de emergencia, que estará listo a mediados de agosto y se presentará al Consell Executiu para que lo apruebe a finales de mes, de manera que se dispondrá de varias semanas de margen para planificar las medidas de restricción, que no se aplicarían hasta septiembre u octubre.
Para elaborar el decreto, la Agencia Catalana del Agua está recabando los programas de emergencia o planes de contingencia elaborados por los ayuntamientos catalanes o sus compañías suministradoras para el caso de que la sequía obligue a restringir el consumo doméstico. En opinión de Jaume Solà, el decreto de emergencia deberá 'organizar la precariedad del agua' y establecer prioridades de suministro en algunos ámbitos, como los hospitales. A la luz del estado actual de los embalses, la situación de emergencia tendrá que decretarse en casi toda Cataluña, con la excepción de la Val d'Aran y la cuenca del Muga, según Solà.
No obstante, el director de la ACA se ha mostrado esperanzado en que un episodio de lluvias continuadas permita recuperarse a los embalses catalanes, como sucedió en julio de 2002, cuando varias semanas de precipitaciones consiguieron conjurar la amenaza de la sequía. Jaume Solà ha advertido de que la cuenca del Llobregat está 'a punto de entrar en una situación de crisis', ya que se encuentra aproximadamente al 20% de su capacidad, lo que ha obligado a prohibir el riego en la zona baja del río, entre Sant Boi y El Prat, de manera que los regantes de la zona deberán abastecerse de agua procedente de las depuradoras de Sant Feliu y el Baix Llobregat. Los regantes del tramo final del Llobregat, que gastan algo menos de un metro cúbico de agua por segundo, han aceptado utilizar desde el próximo mes el agua depurada, que, según Solà, 'tiene las condiciones sanitarias adecuadas para sustituir a la del Llobregat'.
De acuerdo con las previsiones de la ACA, a mediados del próximo mes la cuenca Ter-Llobregat entrará en el nivel de excepcionalidad 2, por lo que no se permitirá el riego más que para asegurar la subsistencia del arbolado próximo al río Ter. Para garantizar una mayor eficiencia en el suministro de agua para consumo doméstico, la ACA estudia también que a partir del 1 de agosto la planta potabilizadora de Abrera abastezca a la de Sant Joan Despí.
Para elaborar el decreto, la Agencia Catalana del Agua está recabando los programas de emergencia o planes de contingencia elaborados por los ayuntamientos catalanes o sus compañías suministradoras para el caso de que la sequía obligue a restringir el consumo doméstico. En opinión de Jaume Solà, el decreto de emergencia deberá 'organizar la precariedad del agua' y establecer prioridades de suministro en algunos ámbitos, como los hospitales. A la luz del estado actual de los embalses, la situación de emergencia tendrá que decretarse en casi toda Cataluña, con la excepción de la Val d'Aran y la cuenca del Muga, según Solà.
No obstante, el director de la ACA se ha mostrado esperanzado en que un episodio de lluvias continuadas permita recuperarse a los embalses catalanes, como sucedió en julio de 2002, cuando varias semanas de precipitaciones consiguieron conjurar la amenaza de la sequía. Jaume Solà ha advertido de que la cuenca del Llobregat está 'a punto de entrar en una situación de crisis', ya que se encuentra aproximadamente al 20% de su capacidad, lo que ha obligado a prohibir el riego en la zona baja del río, entre Sant Boi y El Prat, de manera que los regantes de la zona deberán abastecerse de agua procedente de las depuradoras de Sant Feliu y el Baix Llobregat. Los regantes del tramo final del Llobregat, que gastan algo menos de un metro cúbico de agua por segundo, han aceptado utilizar desde el próximo mes el agua depurada, que, según Solà, 'tiene las condiciones sanitarias adecuadas para sustituir a la del Llobregat'.
De acuerdo con las previsiones de la ACA, a mediados del próximo mes la cuenca Ter-Llobregat entrará en el nivel de excepcionalidad 2, por lo que no se permitirá el riego más que para asegurar la subsistencia del arbolado próximo al río Ter. Para garantizar una mayor eficiencia en el suministro de agua para consumo doméstico, la ACA estudia también que a partir del 1 de agosto la planta potabilizadora de Abrera abastezca a la de Sant Joan Despí.