El Consorcio ensayará un plan piloto para reutilizar agua residual y no verterla a la ría

Dom, 04/09/2005

El Correo

Será tratada en la depuradora de Galindo y luego se destinará al consumo de la planta o al suministro de camiones cisterna y empresas
JOSÉ DOMÍNGUEZ/BARAKALDO
La planta de Galindo podría autoabastecerse e incluso comercializar su agua sobrante. / FERNANDO GÓMEZ
El Consorcio de Aguas desarrollará el próximo año un proyecto piloto para reutilizar el agua residual ya tratada que ahora la estación depuradora de Galindo vierte directamente a la ría. Una moderna planta de refino se encargará de depurar de nuevo parte del proceso de decantación para devolver el líquido resultante a la cadena de producción.
«Con esta iniciativa, cubriremos tanto el abastecimiento de todos los sistemas de refrigeración como los de separación de los residuos que generan más de 800.000 vizcaínos», señaló el jefe de explotación del complejo, Koldo Urkullu. El agua se destinará exclusivamente a aquellas fases que no requieren la exigencia de la potabilidad, por lo que el responsable remarcó que su uso quedará «totalmente restringido ante la más mínima posibilidad de consumo humano, ya sea vía ingestión o, simplemente, a través de los vestuarios».
4,3 millones al día
La estación de Galindo depura en la actualidad 3.000 litros por segundo y, para el correcto funcionamiento del sistema, precisa el suministro externo a través de la red general de otros 900 cada minuto. Urkullu reconoció que ya se reutiliza una mínima parte del agua expulsada con un grado de pureza superior al 90%, «pero en la que todavía quedan pequeños restos que perjudican a las tuberías». Este nuevo servicio optimizará su calidad y permitirá recuperar al menos 4,3 millones de litros en un solo día, «muchos más de lo que necesita la planta».
De hecho, el Consorcio ya piensa en el mejor modo de rentabilizar el superávit de producción previsto. Una de las opciones más interesantes que baraja es vender el líquido a un coste económico para que lo aprovechen los camiones cisterna que limpian las calles, «y que ya no tendrían que abastecerse en los hidrantes de las aceras». Otra posibilidad es distribuir el excedente entre las industrias existentes en la comarca que precisan ingentes cantidades de líquido para refrigerar sus instalaciones.