El Consejo de Ministros aprobará hoy previsiblemente un 'pequeño' trasvase de agua desde los embalses de la cabecera del Tajo a los regadíos del Segura como 'riego de socorro' para mitigar los efectos que la sequía está teniendo sobre los cultivos de esa zona.
El pasado 30 de septiembre el Gobierno, que asume la responsabilidad de autorizar los trasvases en periodos de especial sequía, permitió el desembalse de 39 hectómetros cúbicos de agua con destino a la cuenca del Segura en el primer trimestre del año hidrológico (octubre-diciembre) pero exclusivamente para abastecimiento.
El Ejecutivo adelantó entonces que en el plazo de un mes se plantearía la posibilidad de hacer algún desembalse que permita 'minimizar los efectos de la sequía en los cultivos leñosos' de la cuenca del Segura.
Ayer mismo, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció que someterá a aprobación del Consejo de Ministros una propuesta para desembalsar agua con ese destino.
Aunque no precisó la cantidad sí advirtió de que será un 'pequeño anticipo' de los 60 hectómetros cúbicos que se han fijado como 'cantidad prudente' para trasvasar a los regadíos en el nuevo año hidrológico, si se quiere garantizar en los próximos doce meses el abastecimiento humano.
Estas previsiones no han cambiado con los últimas lluvias, explicó la ministra, quien señaló que 'las cosas se están comportando en la cabecera del Tajo igual que hace tres semanas'. Junto a la propuesta de Medio Ambiente, el Consejo de Ministros dispondrá de un informe sobre las necesidades de los regadíos del Segura redactado por el Ministerio de Agricultura, cuya responsable, Elena Espinosa, no ha querido adelantar su contenido.
No obstante, Narbona admitió que el Gobierno decidirá el envío de agua al Segura -cuando aún falta una semana para cumplir el plazo que se dio a finales de septiembre- porque en Agricultura 'existe el convencimiento de que debemos adelantar algo de riego de socorro para minimizar el daño sobre los cultivos leñosos'.
Todas estas actuaciones de Medio Ambiente se tomarán pese a que el Gobierno de Castilla-La Mancha advirtió ayer por escrito al Ejecutivo central que recurrirá ante el Tribunal Supremo la eventual aprobación de un trasvase para regadíos, afirmó el vicepresidente primero de la Junta, Fernando Lamata, según recoge Efe.
Este rechazo consta en un escrito firmado por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, dirigido al presidente del Gobierno y al Consejo de Ministros.