Ayuntamiento de Bilbao tardará 10 años en renovar unas redes de saneamiento que superan 70 años en el 14,4% de casos
Sáb, 22/10/2005
El Ayuntamiento de Bilbao tardará "al menos 10 años" en renovar o rehabilitar las redes de abastecimiento y saneamiento de la Villa, tal y como explicó hoy en rueda de prensa el concejal delegado de Obras y Servicios, José Luis Sabas. El edil y la jefa de la subárea de Abastecimiento y Saneamiento, Noelia Izquierdo, indicaron que las redes de saneamiento tienen más de 70 años en el 14,4% de los casos y se mueven entre los 50 y los 70 en el 62,5 por ciento de ellos.
El resto de redes tienen una antigüedad de entre 20 y 50 años en el 14,5% de los casos, mientras que en el 8,6% de ellos no se llega a los cinco años. Por ello, se renuevan en primera instancia las más antiguas y, paulatimamente, el resto de ellas, teniendo en cuenta que, según Izquierdo, estas redes tienen una vida útil de 50 años.
El abastecimiento de agua potable procede en la capital vizcaína del embalse de Zollo y Zadorra, que vierten sus aguas a Venta Alta, y del Pantano de Ordunte, que las vierte a Sollano. Por su parte, en el ciclo de saneamiento, las aguas pluviales se vierten a la Ría, mientras que las fecales son depuradas en Galindo.
503 KILOMETROS DE TUBERIA
Las redes de abastecimiento -que tienen una longitud de tubería de 503,8 kilómetros- son anteriores a 1970 en el 37,25% de los casos y posteriores a esa fecha en el 62,75% de ellos.
Los barrios en peor estado en materia de abastecimiento son San Ignacio y Deusto y una zona de Santutxu e Indautxu. En lo relativo a saneamiento son, de nuevo, Santutxu e Indautxu. Por contra, el Casco Viejo se encuentra en una situación "mucho mejor", porque las redes fueron renovadas debido a las inundaciones de 1983.
Según las previsiones que maneja el Consistorio para el año 2006 se invertirán en las redes de saneamiento y abastecimiento un total de 9,7 y 6,9 millones de euros, respectivamente. En ese sentido, Izquierdo aseguró que se "trata de obras complejas y costosas, que necesitan tanto esfuerzo físico como tiempo, porque la prioridad es no desabastecer a la población".
Por ello, los responsables de Obras y Servicios, en coordinación con el Gabinete de Comunicación, han establecido un sistema por el cual las obras no se desarrollan en lunes y que permita contar con suministro de agua a las siete de la mañana.
Del mismo modo, los trabajos se desarrollan por la tarde, salvo casos no programados, para que los restaurantes y establecimientos puedan realizar su labor y se comunican en los portales y establecimientos afectados.
Las redes se inspeccionan dos veces al año, con robots que, en caso de necesidad, arreglan las tuberías desde dentro y sellan las fisuras que puedan aparecer.
El resto de redes tienen una antigüedad de entre 20 y 50 años en el 14,5% de los casos, mientras que en el 8,6% de ellos no se llega a los cinco años. Por ello, se renuevan en primera instancia las más antiguas y, paulatimamente, el resto de ellas, teniendo en cuenta que, según Izquierdo, estas redes tienen una vida útil de 50 años.
El abastecimiento de agua potable procede en la capital vizcaína del embalse de Zollo y Zadorra, que vierten sus aguas a Venta Alta, y del Pantano de Ordunte, que las vierte a Sollano. Por su parte, en el ciclo de saneamiento, las aguas pluviales se vierten a la Ría, mientras que las fecales son depuradas en Galindo.
503 KILOMETROS DE TUBERIA
Las redes de abastecimiento -que tienen una longitud de tubería de 503,8 kilómetros- son anteriores a 1970 en el 37,25% de los casos y posteriores a esa fecha en el 62,75% de ellos.
Los barrios en peor estado en materia de abastecimiento son San Ignacio y Deusto y una zona de Santutxu e Indautxu. En lo relativo a saneamiento son, de nuevo, Santutxu e Indautxu. Por contra, el Casco Viejo se encuentra en una situación "mucho mejor", porque las redes fueron renovadas debido a las inundaciones de 1983.
Según las previsiones que maneja el Consistorio para el año 2006 se invertirán en las redes de saneamiento y abastecimiento un total de 9,7 y 6,9 millones de euros, respectivamente. En ese sentido, Izquierdo aseguró que se "trata de obras complejas y costosas, que necesitan tanto esfuerzo físico como tiempo, porque la prioridad es no desabastecer a la población".
Por ello, los responsables de Obras y Servicios, en coordinación con el Gabinete de Comunicación, han establecido un sistema por el cual las obras no se desarrollan en lunes y que permita contar con suministro de agua a las siete de la mañana.
Del mismo modo, los trabajos se desarrollan por la tarde, salvo casos no programados, para que los restaurantes y establecimientos puedan realizar su labor y se comunican en los portales y establecimientos afectados.
Las redes se inspeccionan dos veces al año, con robots que, en caso de necesidad, arreglan las tuberías desde dentro y sellan las fisuras que puedan aparecer.