La actuación ya se ha llevado a cabo en su mayor parte en tramos de nueve cauces La Consellería de Medio Ambiente impulsará el deslinde del dominio público hidráulico de los ríos que están bajo su competencia, un proceso iniciado en el 2003 y que todavía se prolongará durante varios años. Este proceso aportará una información vital para el conocimiento de los caudales gallegos, lo que permitirá desarrollar políticas de prevención para evitar inundaciones, regularizar situaciones anómalas de invasión del dominio público o preservar espacios naturales. Hasta el momento, Medio Ambiente aún no ha completado en su totalidad el deslinde de ningún río, ya que las actuaciones se han centrado principalmente en aquellas zonas sometidas a una mayor presión urbana, lo que supone una alteración más fuerte de los cauces. Donde más se ha avanzado en estos trabajos es en los ríos Anllóns y Umia, mientras que en el Sar, Sarela, Tambre, Lagares, Mandeo, Con y Valiña, un afluente del Mero, se ha intervenido en tramos específicos y localizados. Estacas Pero, en realidad, en los tramos en los que se ha llevado a cabo el proceso tampoco se ha culminado el trabajo. Falta el deslinde propiamente físico. O lo que es lo mismo, situar sobre el plano las estacas que marquen cuáles son las zonas sometidas a conservación. Esta circunstancia, sin embargo, no supone ningún obstáculo para que, a efectos legales, se tenga en cuenta cuál es el área de protección afectada. Por ejemplo, si cualquier municipio pretende instalar un polígono industrial en su territorio tendrá que tener en cuenta antes la cartografía en la que se le indicará si la zona elegida en cuestión es susceptible de sufrir inundaciones. De la misma forma, los particulares o mismo las empresas tampoco podrán levantar instalaciones o montar naves en las áreas de dominio público.