Seprona, Guardia Civil y Protección Civil acudieron al área afectada tras la alerta de los vecinos ?na crecida en el río Ulla arrasó ayer por la tarde parte de los trabajos de construcción del embalse de Ollares. Esto provocó que a partir de ese punto de la parroquia cruceña las aguas discurriesen muy enlodadas, con manchas negras y presentasen mal olor, según explicaron distintos testigos. Los vecinos de la parroquia de Santo Tomé Obra fueron los que poco antes de las cinco de la tarde alertaron al 112 de las malas condiciones en las que discurrían las aguas. Hasta el lugar acudieron miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), Guardia Civil y Protección Civil de Vila de Cruces. En la zona se tomaron muestras. Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra confirmaron que el punto en el que se están ejecutando las obras del pantano número 2, se llenó de agua, que al rebordar se llevó por delante tierras. Testigos explicaron que la crecida se había llevado, por ejemplo, uno de los caminos que daban acceso a las obras en la central hidroeléctrica, que cedió hacia el lecho del río. Afectados explicaron que desde hace meses no se abrían las compuertas del embalse de Portodemouros. Es por ello, que apuntan a la posibilidad de que ayer saliese más agua de este pantano provocando la crecida y que cediese el talud existente en la central en construcción. Estiman que el accidente pudo ser sobre las tres de la tarde. Ayer, no pudieron acercarse hasta el lugar más que un representante al impedirlo agentes y la empresa constructora. Colectivos ecologistas y afectados tienen previsto acudir hoy a la zona para ver las consecuencias del accidente, debido también a las consecuencias que para el medio ambiente puede tener los sucedido aguas abajo del embalse de Ollares.