El Gobierno Vasco propone derribar siete puentes en el Urumea para evitar inundaciones
Lun, 26/12/2005
Se prevé también habilitar zonas inundables, efectuar encauzamientos y construir diques Los trabajos afectarían a doce kilómetros de ribera
FERNANDO SEGURA/
Vista del puente que comunica los barrios de Loiola y Egia, bajo el viaducto de la Variante donostiarra. [MIKEL FRAILE]
SAN SEBASTIÁN. DV. Domesticar el Urumea. Este es el objetivo que se han propuesto el Gobierno Vasco y los ayuntamientos de San Sebastián, Astigarraga y Hernani con el fin de evitar las periódicas inundaciones que provoca este río. Baste recordar las tremendas avenidas de enero del año pasado, con el consiguiente destrozo de bienes y el enfado de los vecinos, para cerciorarnos de que estamos ante un río rebelde y que es preciso dominar.
Las administraciones han efectuado obras puntuales para reducir el riesgo de las crecidas de agua, pero no se disponía de un diagnóstico de conjunto ni de una planificación integral de actuaciones. El Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente encargó un estudio a una consultora especializada, con el fin de resolver esta carencia. Este trabajo obra ya en poder de los ayuntamientos citados.
El informe analiza los problemas y soluciones a aplicar en la parte de la cuenca más afectada históricamente por las inundaciones. Se trata de los 12 kilómetros de ribera comprendidos entre la desembocadura del Urumea en San Sebastián y el puente de Karabel en Hernani.
Densamente poblada
La zona se encuentra densamente poblada, con urbanizaciones y carreteras que llegan hasta el mismo cauce. De ahí la dificultad de las soluciones a ejecutar y que obligan a plantear distintas alternativas en función de las zonas.
Las medidas propuestas se basan en la sustitución de siete puentes situados sobre el río, la creación o mantenimiento de llanuras inundables, la construcción de diques, los encauzamientos de tramos y el desarrollo de una planificación urbanística que prohíba construir en zonas de riesgo.
Las actuaciones señaladas pretenden dejar respirar al río, es decir, que las avenidas puedan fluir libremente con el menor número de obstáculos posible. De ahí que el informe incida en la necesidad de derribar siete puentes que actuarían de presas en caso de crecidas extraordinarias. Los puentes a sustituir serían el de Egia (el Ayuntamiento de Donostia ya tiene un proyecto para levantar uno nuevo), el del Topo (Euskotren prevé desdoblar la vía actual), el puente del colector que va adosado al del Topo, el de los cuarteles de Loyola, así como los de Arteleku, Martutene y finalmente, la pasarela del barrio del Pilar (Martutene).
El Gobierno Vasco estima que son once las actuaciones que puede acometer dentro de sus competencias, con un coste de 36 millones de euros. La mayor parte de estos proyectos suponen la sustitución de puentes antiguos, en concreto, los del Egia y los cuarteles de Loyola, así como el que da servicio a Euskotren y el que sustenta el colector de la Mancomunidad del Añarbe.
En el puente de Ergobia se efectuaron mejoras de urgencia tras las inundaciones de enero de 2004. También se realizaron labores de limpieza en el puente de Karabel y en la zona de Landare, en Hernani.
Sin plazos
Entre las actuaciones contempladas por el Ejecutivo autónomo también se plantean actuaciones de acondicionamiento del cauce en los siguientes tramos: puente de Egia-puente de Euskotren, puente del colector-puente de Txomin, puente de Txomin-puente del polígono 27, y puente del polígono 27-pasarela de la Mancomunidad del Añarbe.
El Gobierno Vasco no ha establecido plazos para la ejecución de estos proyectos, ya que tendrán que ser acordados con los ayuntamientos, al igual que la financiación.
El actual meandro de Gartziategi, en la muga entre Donostia y Astigarraga, se propone que continúe como un área inundable. No se descarta realizar alguna actuación aguas arriba de Gartziategi, aunque depende de cómo quede configurada la estación del TAV en Ergobia.
Los técnicos del departamento proponen también, tras el estudio realizado, elaborar un sistema de aviso en tiempo real conjuntamente con la Diputación, que gestiona los aforos, y de Euskalmet, y de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Norte y la Mancomunidad, que permita maniobrar las compuertas del embalse del Añarbe para reducir la lámina del Urumea en momentos de lluvias muy intensas.
FERNANDO SEGURA/
Vista del puente que comunica los barrios de Loiola y Egia, bajo el viaducto de la Variante donostiarra. [MIKEL FRAILE]
SAN SEBASTIÁN. DV. Domesticar el Urumea. Este es el objetivo que se han propuesto el Gobierno Vasco y los ayuntamientos de San Sebastián, Astigarraga y Hernani con el fin de evitar las periódicas inundaciones que provoca este río. Baste recordar las tremendas avenidas de enero del año pasado, con el consiguiente destrozo de bienes y el enfado de los vecinos, para cerciorarnos de que estamos ante un río rebelde y que es preciso dominar.
Las administraciones han efectuado obras puntuales para reducir el riesgo de las crecidas de agua, pero no se disponía de un diagnóstico de conjunto ni de una planificación integral de actuaciones. El Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente encargó un estudio a una consultora especializada, con el fin de resolver esta carencia. Este trabajo obra ya en poder de los ayuntamientos citados.
El informe analiza los problemas y soluciones a aplicar en la parte de la cuenca más afectada históricamente por las inundaciones. Se trata de los 12 kilómetros de ribera comprendidos entre la desembocadura del Urumea en San Sebastián y el puente de Karabel en Hernani.
Densamente poblada
La zona se encuentra densamente poblada, con urbanizaciones y carreteras que llegan hasta el mismo cauce. De ahí la dificultad de las soluciones a ejecutar y que obligan a plantear distintas alternativas en función de las zonas.
Las medidas propuestas se basan en la sustitución de siete puentes situados sobre el río, la creación o mantenimiento de llanuras inundables, la construcción de diques, los encauzamientos de tramos y el desarrollo de una planificación urbanística que prohíba construir en zonas de riesgo.
Las actuaciones señaladas pretenden dejar respirar al río, es decir, que las avenidas puedan fluir libremente con el menor número de obstáculos posible. De ahí que el informe incida en la necesidad de derribar siete puentes que actuarían de presas en caso de crecidas extraordinarias. Los puentes a sustituir serían el de Egia (el Ayuntamiento de Donostia ya tiene un proyecto para levantar uno nuevo), el del Topo (Euskotren prevé desdoblar la vía actual), el puente del colector que va adosado al del Topo, el de los cuarteles de Loyola, así como los de Arteleku, Martutene y finalmente, la pasarela del barrio del Pilar (Martutene).
El Gobierno Vasco estima que son once las actuaciones que puede acometer dentro de sus competencias, con un coste de 36 millones de euros. La mayor parte de estos proyectos suponen la sustitución de puentes antiguos, en concreto, los del Egia y los cuarteles de Loyola, así como el que da servicio a Euskotren y el que sustenta el colector de la Mancomunidad del Añarbe.
En el puente de Ergobia se efectuaron mejoras de urgencia tras las inundaciones de enero de 2004. También se realizaron labores de limpieza en el puente de Karabel y en la zona de Landare, en Hernani.
Sin plazos
Entre las actuaciones contempladas por el Ejecutivo autónomo también se plantean actuaciones de acondicionamiento del cauce en los siguientes tramos: puente de Egia-puente de Euskotren, puente del colector-puente de Txomin, puente de Txomin-puente del polígono 27, y puente del polígono 27-pasarela de la Mancomunidad del Añarbe.
El Gobierno Vasco no ha establecido plazos para la ejecución de estos proyectos, ya que tendrán que ser acordados con los ayuntamientos, al igual que la financiación.
El actual meandro de Gartziategi, en la muga entre Donostia y Astigarraga, se propone que continúe como un área inundable. No se descarta realizar alguna actuación aguas arriba de Gartziategi, aunque depende de cómo quede configurada la estación del TAV en Ergobia.
Los técnicos del departamento proponen también, tras el estudio realizado, elaborar un sistema de aviso en tiempo real conjuntamente con la Diputación, que gestiona los aforos, y de Euskalmet, y de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Norte y la Mancomunidad, que permita maniobrar las compuertas del embalse del Añarbe para reducir la lámina del Urumea en momentos de lluvias muy intensas.