Sólo el 30 por ciento de los campos de golf de la región se riega con agua reciclada
Dom, 29/01/2006
El Canal de Isabel II colaborará con los clubes en la financiación de las obras de infraestructuras de depuración, tanto en los campos nuevos como en los antiguos
MARÍA ISABEL SERRANO
MADRID. La sequía y, por lo tanto, la escasez de agua, es la mayor amenaza para el funcionamiento y la supervivencia de la mayoría de los 26 campos de golf que existen en la región madrileña, capital incluida.
En estos momentos, y según datos de la Federación Madrileña de Golf, sólo un 30 por ciento de los campos se riega con agua reciclada. El resto, utiliza agua potable de pozos que tiene a su alcance. El Gobierno regional -a través del Canal de Isabel II- y la Confederación Hidrográfica del Tajo ya han dado un serio aviso a los clubes: en aproximadamente dos años, el cien por cien de los campos han de utilizar agua reciclada y depurada. De lo contrario, se cortaría el suministro.
Regadío ilícito
El golf madrileño sabe que tiene que ponerse las pilas. De ello depende su supervivencia. Si el agua puede no llegar para los usos más necesarios, es ilógico que llegue para regar un «green» y menos que se utilice un pozo no «censado» por el Gobierno regional. De hecho, en 2005, se han clausurado tres de estos pozos que se usaban para remozar de forma ilícita el césped.
«La situación es difícil y complicada, pero estamos recibiendo mucho apoyo oficial», ha manifestado a ABC Alfonso Fernández de Córdoba, director gerente de la federación madrileña. «Hemos tenido conversaciones con la Confederación Hidrográfica del Tajo y con el Canal de Isabel II y están dispuestos a ayudarnos. Ellos quieren que en un plazo aproximado de dos años, la totalidad de los campos de golf de Madrid se riegue con agua reciclada. Ahora sólo lo hace el 30 por ciento», nos recuerda.
«Madrid depura»
La Comunidad de Madrid ha elaborado un programa -«Madrid depura»- con la idea de que el agua reciclada llegue cuanto antes a todos los campos. La Federación asesora a sus clubes, en especial, a los más antiguos, para que inicien el proceso, urgente, de renovar sus infraestructuras en el sistema de riego.
«La ley obliga a todos los campos de nueva creación a que utilicen agua reciclada. Pero aquí, en Madrid, los hay muy antiguos que tienen que adecuar sus instalaciones», señala Fernández de Córdoba.
Los cálculos de los grupos ecologistas resultan bastante gráficos. «Si un campo del golf tiene una extensión de más de cien hectáreas, el consumo anual de agua ronda el millón de metros cúbicos, lo que equivale a una ciudad de unos 15.000 habitantes.
El consumo de una ciudad
La organización «Ecologistas en Acción» señalaba, hace dos años, que todos los «greenes» de la región necesitaban cerca de 30 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que equivalía al consumo de una ciudad de más de trescientos mil habitantes.
«La legislación sobre agua reciclada -explica el gerente de la federación madrileña- establece que has de tener una depuradora al lado del campo para tratar las aguas que vienen de los usos terciarios. Esa agua, que es la que se utiliza en las casas, no valdrá nunca para el consumo humano y sí para el riego de jardines o zonas deportivas. La Comunidad de Madrid ya nos ha advertido de que no quiere campos de golf que se rieguen con agua potable, algo más que lógico con la sequía que está cayendo y con los malos pronósticos de lluvias para este año».
Los nuevos y los antiguos
Así, en la federación explican el acuerdo al que se ha llegado con el Ejecutivo autonómico. «El Canal de Isabel II va a financiar las canalizaciones de los campos ya existentes desde la depuradora que tengan más próxima hasta el límite con el campo de golf. Desde ahí, el propio campo tendrá que costear la adecuación de sus tuberías y su sistema de riego con agua reciclada y depurada. Para los campos de nueva construcción, se financiará parte de la planta depuradora porque está claro, sin depuradora, no habrá permiso de funcionamiento», dice Fernández de Córdoba.
A juicio de este deportista, «conviene recordar que el golf no consume tanta agua como se dice. Una extensión de alfalfa o de maíz, con un par de trabajadores, precisa de mucho más líquido. En un campo de golf trabajan hasta 25 personas. Hay mucha gente y, sobretodo, los ecologistas, que piensan que el golf consume mucha agua. No es así. Existen muchos sistemas que ahorran. En cuanto al agua depurada y reciclada,nos han asegurado que cuanto más gastemos, menos va a costar porque, en realidad, esa agua sólo sirve para el riego de jardines y zonas verdes».
Lo cierto es que, en la actualidad, el golf cuenta con 79.000 federados en Madrid, doce mil más que hace dos años.Es el deporte con mayor número de licencias, por encima, incluso, del fútbol. De hecho, presumen de tener veinte mil federados más que el balompié.
También hace dos años, había 22 campos (17 privados y sólo 5 públicos). Hoy, los golfistas cuentan con cuatro instalaciones nuevas, de las que dos son públicas y dos privadas. Con todo, sólo 7.500 personas -menos del diez por ciento- tienen plaza para jugar los fines de semana. «Sí, vale. Hay cuatro campos más, pero es que el número de socios se ha disparado», aseguran en la federación provincial.
Cuatro nuevas instalaciones
¿Por qué tanto tirón? «Es deporte y juego. Se está al aire libre; en verano e invierno. No entiende de edades y, además, nunca se juega en solitario. Sólo el año 2005 crecimos un 12 por ciento en número de licencias», insiste Fernández de Córdoba.
Las cuatro nuevas instalaciones con que cuenta el golf en Madrid son las siguientes. En primer lugar, estamos ante un sueño hecho realidad. Se trata del Centro de Tecnificación del Golf, situado en las antiguas instalaciones del Parque Sindical, en la zona de Puerta de Hierro. Toda su gestión corre a cargo de la federación. Dispone de un campo de prácticas (equivalente a dos campos de fútbol), zona de «aproach», un «putting-green» de 650 metros cuadrados y un campo de «9 hoyos pares 3», además de un pabellón de musculación y salas de audiovisual. Este centro, de carácter público, ha sido financiado por el Instituto Madrileño del Deporte, el Esparcimiento y la Recreación (Imder), de la Consejería de Educación, así como por la Federación Madrileña. El primero ha invertido más de 420.000 euros y la segunda unos 750.000.
Lista de espera
Hacerse los 9 hoyos de este Centro cuesta 9 euros durante la semana; 11 si es fin de semana. Cuenta, además, con una escuela que imparte clases de golf a 3.200 alumnos de todas las edades y tiene una lista de espera, para entrar en ella, de 1.200 personas.
El segundo nuevo campo es el del Centro Nacional de la Real Federación de Golf ubicado en Arroyofresno. Está abierto desde octubre de 2005 y es público. Su campo es de 18 hoyos y, además, tiene zona de prácticas.
La tercera instalación con que cuenta Madrid está en Aranjuez, junto al nuevo casino. Se llama Golf Jardín y es privado. Su campo es de 18 hoyos.
El cuarto, y último hasta ahora, recinto viene de la mano del Banco de Santander. Es privado y se encuentra en Boadilla del Monte. Está a punto de inaugurar sus hoyos. Los que entienden aseguran que será uno de los mejores y con un estupendo diseño.
Los golfistas madrileños siguen supliendo la falta de plazas saliendo fuera de la región. Tienen que encaminar sus pasos, y sus palos, hacia Cuenca, Ávila, Salamanca o Soria. Esto ocurre desde hace años. Y no parece tener demasiada solución porque por muchos «greenes» que surjan, siempre es mayor el número de aficionados.
En la federación madrileña recuerdan una oferta muy curiosa que les llegó desde una localidad en el Pirineo aragonés. Allí construyeron su campo de golf y ofrecieron sus instalaciones por 60 euros. El «pack» lo componía hacerse los 18 hoyos, plato y mesa a base de un menú típico de la zona y hotel para pasar la noche.
Tres avisos
«A los madrileños les gustaría no salir de Madrid. Aquí el clima es muy bueno para jugar prácticamente todo el año», comenta Fernández de Córdoba. Lo que hace falta es que llueva. Aunque lo haga en abundancia, los campos están obligados a regar con líquido reciclado en dos años. El Gobierno regional ya ha dado un aviso. Y ya se sabe: al tercer aviso, al corral.
MARÍA ISABEL SERRANO
MADRID. La sequía y, por lo tanto, la escasez de agua, es la mayor amenaza para el funcionamiento y la supervivencia de la mayoría de los 26 campos de golf que existen en la región madrileña, capital incluida.
En estos momentos, y según datos de la Federación Madrileña de Golf, sólo un 30 por ciento de los campos se riega con agua reciclada. El resto, utiliza agua potable de pozos que tiene a su alcance. El Gobierno regional -a través del Canal de Isabel II- y la Confederación Hidrográfica del Tajo ya han dado un serio aviso a los clubes: en aproximadamente dos años, el cien por cien de los campos han de utilizar agua reciclada y depurada. De lo contrario, se cortaría el suministro.
Regadío ilícito
El golf madrileño sabe que tiene que ponerse las pilas. De ello depende su supervivencia. Si el agua puede no llegar para los usos más necesarios, es ilógico que llegue para regar un «green» y menos que se utilice un pozo no «censado» por el Gobierno regional. De hecho, en 2005, se han clausurado tres de estos pozos que se usaban para remozar de forma ilícita el césped.
«La situación es difícil y complicada, pero estamos recibiendo mucho apoyo oficial», ha manifestado a ABC Alfonso Fernández de Córdoba, director gerente de la federación madrileña. «Hemos tenido conversaciones con la Confederación Hidrográfica del Tajo y con el Canal de Isabel II y están dispuestos a ayudarnos. Ellos quieren que en un plazo aproximado de dos años, la totalidad de los campos de golf de Madrid se riegue con agua reciclada. Ahora sólo lo hace el 30 por ciento», nos recuerda.
«Madrid depura»
La Comunidad de Madrid ha elaborado un programa -«Madrid depura»- con la idea de que el agua reciclada llegue cuanto antes a todos los campos. La Federación asesora a sus clubes, en especial, a los más antiguos, para que inicien el proceso, urgente, de renovar sus infraestructuras en el sistema de riego.
«La ley obliga a todos los campos de nueva creación a que utilicen agua reciclada. Pero aquí, en Madrid, los hay muy antiguos que tienen que adecuar sus instalaciones», señala Fernández de Córdoba.
Los cálculos de los grupos ecologistas resultan bastante gráficos. «Si un campo del golf tiene una extensión de más de cien hectáreas, el consumo anual de agua ronda el millón de metros cúbicos, lo que equivale a una ciudad de unos 15.000 habitantes.
El consumo de una ciudad
La organización «Ecologistas en Acción» señalaba, hace dos años, que todos los «greenes» de la región necesitaban cerca de 30 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que equivalía al consumo de una ciudad de más de trescientos mil habitantes.
«La legislación sobre agua reciclada -explica el gerente de la federación madrileña- establece que has de tener una depuradora al lado del campo para tratar las aguas que vienen de los usos terciarios. Esa agua, que es la que se utiliza en las casas, no valdrá nunca para el consumo humano y sí para el riego de jardines o zonas deportivas. La Comunidad de Madrid ya nos ha advertido de que no quiere campos de golf que se rieguen con agua potable, algo más que lógico con la sequía que está cayendo y con los malos pronósticos de lluvias para este año».
Los nuevos y los antiguos
Así, en la federación explican el acuerdo al que se ha llegado con el Ejecutivo autonómico. «El Canal de Isabel II va a financiar las canalizaciones de los campos ya existentes desde la depuradora que tengan más próxima hasta el límite con el campo de golf. Desde ahí, el propio campo tendrá que costear la adecuación de sus tuberías y su sistema de riego con agua reciclada y depurada. Para los campos de nueva construcción, se financiará parte de la planta depuradora porque está claro, sin depuradora, no habrá permiso de funcionamiento», dice Fernández de Córdoba.
A juicio de este deportista, «conviene recordar que el golf no consume tanta agua como se dice. Una extensión de alfalfa o de maíz, con un par de trabajadores, precisa de mucho más líquido. En un campo de golf trabajan hasta 25 personas. Hay mucha gente y, sobretodo, los ecologistas, que piensan que el golf consume mucha agua. No es así. Existen muchos sistemas que ahorran. En cuanto al agua depurada y reciclada,nos han asegurado que cuanto más gastemos, menos va a costar porque, en realidad, esa agua sólo sirve para el riego de jardines y zonas verdes».
Lo cierto es que, en la actualidad, el golf cuenta con 79.000 federados en Madrid, doce mil más que hace dos años.Es el deporte con mayor número de licencias, por encima, incluso, del fútbol. De hecho, presumen de tener veinte mil federados más que el balompié.
También hace dos años, había 22 campos (17 privados y sólo 5 públicos). Hoy, los golfistas cuentan con cuatro instalaciones nuevas, de las que dos son públicas y dos privadas. Con todo, sólo 7.500 personas -menos del diez por ciento- tienen plaza para jugar los fines de semana. «Sí, vale. Hay cuatro campos más, pero es que el número de socios se ha disparado», aseguran en la federación provincial.
Cuatro nuevas instalaciones
¿Por qué tanto tirón? «Es deporte y juego. Se está al aire libre; en verano e invierno. No entiende de edades y, además, nunca se juega en solitario. Sólo el año 2005 crecimos un 12 por ciento en número de licencias», insiste Fernández de Córdoba.
Las cuatro nuevas instalaciones con que cuenta el golf en Madrid son las siguientes. En primer lugar, estamos ante un sueño hecho realidad. Se trata del Centro de Tecnificación del Golf, situado en las antiguas instalaciones del Parque Sindical, en la zona de Puerta de Hierro. Toda su gestión corre a cargo de la federación. Dispone de un campo de prácticas (equivalente a dos campos de fútbol), zona de «aproach», un «putting-green» de 650 metros cuadrados y un campo de «9 hoyos pares 3», además de un pabellón de musculación y salas de audiovisual. Este centro, de carácter público, ha sido financiado por el Instituto Madrileño del Deporte, el Esparcimiento y la Recreación (Imder), de la Consejería de Educación, así como por la Federación Madrileña. El primero ha invertido más de 420.000 euros y la segunda unos 750.000.
Lista de espera
Hacerse los 9 hoyos de este Centro cuesta 9 euros durante la semana; 11 si es fin de semana. Cuenta, además, con una escuela que imparte clases de golf a 3.200 alumnos de todas las edades y tiene una lista de espera, para entrar en ella, de 1.200 personas.
El segundo nuevo campo es el del Centro Nacional de la Real Federación de Golf ubicado en Arroyofresno. Está abierto desde octubre de 2005 y es público. Su campo es de 18 hoyos y, además, tiene zona de prácticas.
La tercera instalación con que cuenta Madrid está en Aranjuez, junto al nuevo casino. Se llama Golf Jardín y es privado. Su campo es de 18 hoyos.
El cuarto, y último hasta ahora, recinto viene de la mano del Banco de Santander. Es privado y se encuentra en Boadilla del Monte. Está a punto de inaugurar sus hoyos. Los que entienden aseguran que será uno de los mejores y con un estupendo diseño.
Los golfistas madrileños siguen supliendo la falta de plazas saliendo fuera de la región. Tienen que encaminar sus pasos, y sus palos, hacia Cuenca, Ávila, Salamanca o Soria. Esto ocurre desde hace años. Y no parece tener demasiada solución porque por muchos «greenes» que surjan, siempre es mayor el número de aficionados.
En la federación madrileña recuerdan una oferta muy curiosa que les llegó desde una localidad en el Pirineo aragonés. Allí construyeron su campo de golf y ofrecieron sus instalaciones por 60 euros. El «pack» lo componía hacerse los 18 hoyos, plato y mesa a base de un menú típico de la zona y hotel para pasar la noche.
Tres avisos
«A los madrileños les gustaría no salir de Madrid. Aquí el clima es muy bueno para jugar prácticamente todo el año», comenta Fernández de Córdoba. Lo que hace falta es que llueva. Aunque lo haga en abundancia, los campos están obligados a regar con líquido reciclado en dos años. El Gobierno regional ya ha dado un aviso. Y ya se sabe: al tercer aviso, al corral.