El río Elba desborda los diques
El nivel de las aguas del río Elba sube cada hora y así ocurrirá al menos hasta hoy, advirtieron ayer las autoridades de Dresde, mientras los desbordamientos se extienden por toda la cuenca de Sajonia (este de Alemania). Desde la pasada noche, el nivel del río fue subiendo a un ritmo de un centímetro por hora y alcanzó los 7,38 metros a primera hora de ayer en la capital sajona, donde se espera que continúe aumentando. La cuenca entera se encuentra en alerta, tras decretarse en la vecina República Checa el estado de excepción en las siete regiones afectadas y subir a siete el número de muertos en ese país, aunque la situación en la ciudad de Dresde no se considera aún crítica.
A pesar de las persistentes lluvias, no se prevé que la presión del Elba haga ceder o desborde los diques de contención de la ciudad ni que se alcance los 9,4 metros de las inundaciones de 2002, afirmó el concejal de Ordenamiento y Seguridad, Detlef Sittel. El foco de preocupación no es la capital sajona, sino las poblaciones circundantes, ya que el Elba se ha desbordado en múltiples puntos, tanto al sur como al norte de Dresde. Centenares de voluntarios trabajan sin descanso para reforzar diques y márgenes del río en los tramos donde aún no se han producido desbordamientos.
Otras brigadas de protección civil y excavadoras levantan simultáneamente nuevas barreras contra el agua en una segunda franja, algo alejada del río, por si ceden los diques principales.
Hay amplias zonas ya anegadas tanto en Schoenau, Bad Schandau y Pirna, en dirección a la frontera checa desde Dresde, como en Meissen y Gohlins, en sentido contrario. El casco urbano de la mayoría de las ciudades esta a merced de las aguas y sin suministro eléctrico hace días.
La histórica crecida de tres años y medio atrás se produjo en agosto y el detonante fueron las lluvias torrenciales que cayeron en toda Centroeuropa. Los meteorólogos coinciden en la opinión de que la situación ahora no es comparable, pero advirtieron de que entonces no hubo que contar con el deshielo. Ahora, se trata de una crecida en que se combinan las precipitaciones con el efecto del deshielo, tras un invierno especialmente duro en toda Europa. La batalla será más prolongada y, además del volumen de agua, habrá que atender a la presión continuada en los márgenes del río
En Schoenau se alcanzaron 9,05 metros
En Schoenau se alcanzaron en la mañana de ayer los 9,05 metros, después de que la noche del domingo se registraran 8,73 centímetros. La situación era, asimismo, de alerta máxima en Riesa, al norte de Dresde, y la crecida avanza en dirección al estado de Sajonia Anhalt, vecino de Sajonia y también regado por el Elba. Varios tramos ferroviarios en dirección a la República Checa quedaron cortados y son impracticables algunas carreteras regionales, puentes y caminos.
Los servicios meteorológicos apuntan a que persistirán las lluvias en los próximos días, tanto en Sajonia como en la República Checa, con el consiguiente impacto en el deshielo de las montañas.
Hasta ahora, tanto las autoridades de Dresde como del conjunto de Sajonia han pronosticado que no se producirá el desastre de 2002, en que el Elba alcanzó niveles récord a su paso por la capital e inundó además el resto de la cuenca
A pesar de las persistentes lluvias, no se prevé que la presión del Elba haga ceder o desborde los diques de contención de la ciudad ni que se alcance los 9,4 metros de las inundaciones de 2002, afirmó el concejal de Ordenamiento y Seguridad, Detlef Sittel. El foco de preocupación no es la capital sajona, sino las poblaciones circundantes, ya que el Elba se ha desbordado en múltiples puntos, tanto al sur como al norte de Dresde. Centenares de voluntarios trabajan sin descanso para reforzar diques y márgenes del río en los tramos donde aún no se han producido desbordamientos.
Otras brigadas de protección civil y excavadoras levantan simultáneamente nuevas barreras contra el agua en una segunda franja, algo alejada del río, por si ceden los diques principales.
Hay amplias zonas ya anegadas tanto en Schoenau, Bad Schandau y Pirna, en dirección a la frontera checa desde Dresde, como en Meissen y Gohlins, en sentido contrario. El casco urbano de la mayoría de las ciudades esta a merced de las aguas y sin suministro eléctrico hace días.
La histórica crecida de tres años y medio atrás se produjo en agosto y el detonante fueron las lluvias torrenciales que cayeron en toda Centroeuropa. Los meteorólogos coinciden en la opinión de que la situación ahora no es comparable, pero advirtieron de que entonces no hubo que contar con el deshielo. Ahora, se trata de una crecida en que se combinan las precipitaciones con el efecto del deshielo, tras un invierno especialmente duro en toda Europa. La batalla será más prolongada y, además del volumen de agua, habrá que atender a la presión continuada en los márgenes del río
En Schoenau se alcanzaron 9,05 metros
En Schoenau se alcanzaron en la mañana de ayer los 9,05 metros, después de que la noche del domingo se registraran 8,73 centímetros. La situación era, asimismo, de alerta máxima en Riesa, al norte de Dresde, y la crecida avanza en dirección al estado de Sajonia Anhalt, vecino de Sajonia y también regado por el Elba. Varios tramos ferroviarios en dirección a la República Checa quedaron cortados y son impracticables algunas carreteras regionales, puentes y caminos.
Los servicios meteorológicos apuntan a que persistirán las lluvias en los próximos días, tanto en Sajonia como en la República Checa, con el consiguiente impacto en el deshielo de las montañas.
Hasta ahora, tanto las autoridades de Dresde como del conjunto de Sajonia han pronosticado que no se producirá el desastre de 2002, en que el Elba alcanzó niveles récord a su paso por la capital e inundó además el resto de la cuenca