La comisión de la sequía ordena controlar el uso de pozos y mantiene restricciones al riego
Mié, 19/04/2006
Ahorro y control. La comisión permanente de la sequía, que reúne a instituciones y usuarios en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), analizó ayer los últimos datos del estado de los embalses, que certifican la escasez de reservas y la necesidad de mantener las fuertes restricciones a los regadíos del Júcar. Las 'previsiones negativas' del plan de sequía 'se van cumpliendo', por lo que la CHJ incidirá en el ahorro y la ejecución de obras de emergencia, así como el control de los pozos para evitar su sobreexplotación, destacó el presidente del organismo, Juan José Moragues.
Los datos son reveladores: en abril del año pasado los embalses de la Confederación del Júcar albergaban un total de 1.182,35 hectómetros cúbicos (el 35,61% de su capacidad), mientras que ayer sólo almacenaban 783 (el 23,52%), con una pérdida de 1,73 en la última semana. Las lluvias acumuladas desde el pasado otoño han sido superiores a las de los mismos meses del ejercicio anterior, pero insuficientes para superar la escasez, especialmente en el sistema del río Júcar, que atraviesa una sequía 'grave' con mínimos históricos en las aportaciones naturales a sus embalses, los más importantes del territorio de la confederación.
Así, el plan de sequía aprobado el pasado febrero ya estableció para esta campaña restricciones al uso de aguas superficiales del Júcar de hasta un 60% en el regadío con el objetivo de llegar al otoño con unas reservas mínimas. El plan también aumentó el suministro de agua del Turia, en mejores condiciones que el Júcar, a las ciudades de Valencia y Sagunto.
Las 'previsiones negativas' en las que se basa el plan 'se van cumpliendo', y si bien la CHJ 'no contempla de momento que el escenario empeore', la situación exige mantener la fuerte reducción del consumo agrícola, destacó ayer Juan José Moragues tras la reunión de la comisión permanente de la sequía.
Las llamadas al ahorro, por las que los agricultores han ajustado al máximo sus peticiones de consumo -ayudados por algunos temporales que han permitido retrasar riegos- arrojan un saldo positivo, ya que la CHJ ha suministrado desde el otoño pasado '100 hectómetros cúbicos menos' que el año anterior, afirmó Moragues. Con todo, el organismo incidirá en los próximos meses en las medidas de ahorro para asegurar reservas de cara a un tercer ejercicio seco y en la ejecución de las obras de emergencia, en las que el Ministerio de Medio Ambiente invierte más de 60 millones de euros para electrificar pozos de sequía, acondicionar cauces y mejorar sistemas de abastecimiento, entre otros proyectos.
La Confederación del Júcar también ha puesto en marcha un programa de control del centenar de pozos a los que recurrirán los agricultores para compensar parcialmente la falta de aguas superficiales. Con el seguimiento diario de los volúmenes extraídos de estos pozos, el organismo vigilará la explotación del acuífero de la Plana de Valencia, del que como máximo se podrán bombear 35 hectómetros cúbicos. El control permitirá evitar la salinización del agua de esta reserva subterránea y asegurar su calidad, destacó ayer Moragues. El presidente de la CHJ prevé presentar un primer informe sobre la explotación de los pozos en la próxima reunión de la comisión de la sequía.
El recurso a los pozos -en parte pendientes de electrificar desde la sequía de los años 1994 y 1995- se intensificará en breve con la campaña de riego. También aumentará el uso de aguas superficiales del Júcar, con sueltas importantes a finales de mes, especialmente en Sueca, donde ya están preparados los campos para iniciar el llenado del arroz. Los regantes de esta localidad rebombearán los recursos del río con el fin de aprovechar al máximo el agua.
Por otra parte, el Ministerio de Medio Ambiente anunció ayer que invertirá 522.025 euros en un proyecto de recuperación medioambiental del Júcar entre Tous y el Azud de la Marquesa. El proyecto, que cuenta con fondos europeos Feder, prevé la limpieza del entorno de los azudes del río, replantar con vegetación la ribera en algunos tramos, y la retirada de residuos flotantes. Comunidades de regantes y Xúquer Viu han denunciado de nuevo en las últimas semanas la contaminación que sufre el río. La plataforma ciudadana exige un plan de recuperación del Júcar y critica la sobreexplotación del acuífero de la Mancha Oriental, que merma aún más las reservas y el caudal del río.
Los datos son reveladores: en abril del año pasado los embalses de la Confederación del Júcar albergaban un total de 1.182,35 hectómetros cúbicos (el 35,61% de su capacidad), mientras que ayer sólo almacenaban 783 (el 23,52%), con una pérdida de 1,73 en la última semana. Las lluvias acumuladas desde el pasado otoño han sido superiores a las de los mismos meses del ejercicio anterior, pero insuficientes para superar la escasez, especialmente en el sistema del río Júcar, que atraviesa una sequía 'grave' con mínimos históricos en las aportaciones naturales a sus embalses, los más importantes del territorio de la confederación.
Así, el plan de sequía aprobado el pasado febrero ya estableció para esta campaña restricciones al uso de aguas superficiales del Júcar de hasta un 60% en el regadío con el objetivo de llegar al otoño con unas reservas mínimas. El plan también aumentó el suministro de agua del Turia, en mejores condiciones que el Júcar, a las ciudades de Valencia y Sagunto.
Las 'previsiones negativas' en las que se basa el plan 'se van cumpliendo', y si bien la CHJ 'no contempla de momento que el escenario empeore', la situación exige mantener la fuerte reducción del consumo agrícola, destacó ayer Juan José Moragues tras la reunión de la comisión permanente de la sequía.
Las llamadas al ahorro, por las que los agricultores han ajustado al máximo sus peticiones de consumo -ayudados por algunos temporales que han permitido retrasar riegos- arrojan un saldo positivo, ya que la CHJ ha suministrado desde el otoño pasado '100 hectómetros cúbicos menos' que el año anterior, afirmó Moragues. Con todo, el organismo incidirá en los próximos meses en las medidas de ahorro para asegurar reservas de cara a un tercer ejercicio seco y en la ejecución de las obras de emergencia, en las que el Ministerio de Medio Ambiente invierte más de 60 millones de euros para electrificar pozos de sequía, acondicionar cauces y mejorar sistemas de abastecimiento, entre otros proyectos.
La Confederación del Júcar también ha puesto en marcha un programa de control del centenar de pozos a los que recurrirán los agricultores para compensar parcialmente la falta de aguas superficiales. Con el seguimiento diario de los volúmenes extraídos de estos pozos, el organismo vigilará la explotación del acuífero de la Plana de Valencia, del que como máximo se podrán bombear 35 hectómetros cúbicos. El control permitirá evitar la salinización del agua de esta reserva subterránea y asegurar su calidad, destacó ayer Moragues. El presidente de la CHJ prevé presentar un primer informe sobre la explotación de los pozos en la próxima reunión de la comisión de la sequía.
El recurso a los pozos -en parte pendientes de electrificar desde la sequía de los años 1994 y 1995- se intensificará en breve con la campaña de riego. También aumentará el uso de aguas superficiales del Júcar, con sueltas importantes a finales de mes, especialmente en Sueca, donde ya están preparados los campos para iniciar el llenado del arroz. Los regantes de esta localidad rebombearán los recursos del río con el fin de aprovechar al máximo el agua.
Por otra parte, el Ministerio de Medio Ambiente anunció ayer que invertirá 522.025 euros en un proyecto de recuperación medioambiental del Júcar entre Tous y el Azud de la Marquesa. El proyecto, que cuenta con fondos europeos Feder, prevé la limpieza del entorno de los azudes del río, replantar con vegetación la ribera en algunos tramos, y la retirada de residuos flotantes. Comunidades de regantes y Xúquer Viu han denunciado de nuevo en las últimas semanas la contaminación que sufre el río. La plataforma ciudadana exige un plan de recuperación del Júcar y critica la sobreexplotación del acuífero de la Mancha Oriental, que merma aún más las reservas y el caudal del río.