La CHS abrirá 17 pozos para paliar la sequía y mantener el caudal del río
Mié, 10/05/2006
Las actuaciones se están realizando por la vía de urgencia para intentar que en verano pasen dos metros cúbicos al segundo por el Segura Fuentes Zorita dice que el Gobierno autorizará el riego de socorro porque «estamos padeciendo la peor situación que hemos conocido»
PILAR M. MACIÁ/ROJALES
JUNTO AL POZO. De izquierda a derecha, Fuentes Zorita, Etelvina Andreu, Bernabé, Antonio Pérez y Manuel Aldeguer, ayer. / T. SEVILLA
YA EN MARCHA
Orihuela: Mulas 1, Mulas 2, Espeñetas, Cabalgadores y Miguel Hernández. El agua de los tres primeros irá directamente al cauce del Segura y de los dos últimos a las acequias.
Jacarilla: un pozo cuya agua se vertirá al río y a las acequias.
Almoradí: Azud de Alfeitamí (río), Almoradí 1 (acequia y río), Almoradí 2 (acequia y río) y Acequia Río (aguas abajo de Almoradí en dirección a Rojales, irá a la acequia).
Rojales: Rojales (río) y Museo Huerta (acequia), Inquisición (acequia, está aguas abajo, en dirección a Guardamar).
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La cuenca del Segura padece «la peor situación que se ha conocido». Lo dice el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), José Salvador Fuentes Zorita, que ayer afirmó que las existencias en los embalses son de 90.182.000 metros cúbicos, tres millones menos que en 1995 -el peor año vivido hasta la fecha-. Por eso, el organismo gestor de la cuenta ha iniciado por la vía de urgencia los trabajos para abrir 40 pozos de sequía de los que 17 irán a la Vega Baja -con 13 ya en construcción y a expensas de resultados positivos en los sondeos del resto-. Fuentes Zorita, acompañado por el delegado del Gobierno, Antonio Bernabé, la subdelegada en Alicante, Etelvina Andreu, y el comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, entre otros, visitó ayer uno de estos pozos que se ha abierto junto al Museo de la Huerta de Rojales.
Allí, el presidente de la CHS indicó que la estrategia que se ha puesto en marcha tiene un doble objetivo. Por un lado, se garantizará un mínimo caudal circulante «que nos sirva para mantener un cierto nivel ecológico, ambiental y sanitario», y por otro, que el agua, una vez cumplida su función principal, «pueda ser usada por los agricultores, que como sector, son los que peor están teniendo que soportar esta sequía tremenda que estamos padeciendo», afirmó Fuentes Zorita.
Acabar con los mosquitos
Ese caudal circulante, que se espera que en verano alcance los dos metros cúbicos por segundo en la comarca, intentará acabar con los mosquitos y los malos olores que cada verano tienen que soportar los vecinos de los márgenes del río y paliar la situación de los campos. En cuanto a los pozos de los que se beneficiarán los agricultores, se construirán a lo largo de las vegas «porque si todos los hiciéramos al principio, lo más probable, y así nos lo demuestra la experiencia, es que el agua no llegará mucho más abajo de donde están situados esos pozos».
En la Vega Baja están en marcha 13 de estas instalaciones, cinco de ellas en Orihuela, una en Jacarilla, cuatro en Almoradí y tres en Rojales.
En cuanto al riego de socorro procedente del trasvase Tajo-Segura que la semana pasada no concedió el Consejo de Ministros, el presidente de la Confederación afirmó que tiene «la garantía absoluta de que va a estar cubierto, porque estamos en la peor situación que hemos conocido». Asimismo, explicó que el viernes pasado, al estar lloviendo, «no era el momento idóneo y cuando no llueva, que yo estoy seguro que esta semana no va a llover, el Gobierno enviará caudales como hizo en octubre».
Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad, Antonio Bernabé, destacó el esfuerzo de la CHS en medidas de emergencia para paliar la sequía, «porque es producto también de una falta absoluta de previsión por parte del anterior Gobierno durante las dos legislaturas en las que estuvieron al frente, ya que prácticamente no han habido inversiones que trabajaran en esa previsión de necesidades de recursos hídricos en la zona y ahora se tiene que hacer un extraordinario esfuerzo para resolver esas situaciones».
El alcalde de Rojales, Antonio Pérez, aseguró que en el municipio, a pesar de no haberse aprobado en la Comunidad de Regantes el plan de modernización de los regadíos, «no vamos a abandonar a los agricultores que quieran seguir adelante y vamos a sacar agua de pozos, de la depuradora que ya se está terminando y los que hayan que hacer más para que este verano se pueda paliar la situación».
PILAR M. MACIÁ/ROJALES
JUNTO AL POZO. De izquierda a derecha, Fuentes Zorita, Etelvina Andreu, Bernabé, Antonio Pérez y Manuel Aldeguer, ayer. / T. SEVILLA
YA EN MARCHA
Orihuela: Mulas 1, Mulas 2, Espeñetas, Cabalgadores y Miguel Hernández. El agua de los tres primeros irá directamente al cauce del Segura y de los dos últimos a las acequias.
Jacarilla: un pozo cuya agua se vertirá al río y a las acequias.
Almoradí: Azud de Alfeitamí (río), Almoradí 1 (acequia y río), Almoradí 2 (acequia y río) y Acequia Río (aguas abajo de Almoradí en dirección a Rojales, irá a la acequia).
Rojales: Rojales (río) y Museo Huerta (acequia), Inquisición (acequia, está aguas abajo, en dirección a Guardamar).
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La cuenca del Segura padece «la peor situación que se ha conocido». Lo dice el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), José Salvador Fuentes Zorita, que ayer afirmó que las existencias en los embalses son de 90.182.000 metros cúbicos, tres millones menos que en 1995 -el peor año vivido hasta la fecha-. Por eso, el organismo gestor de la cuenta ha iniciado por la vía de urgencia los trabajos para abrir 40 pozos de sequía de los que 17 irán a la Vega Baja -con 13 ya en construcción y a expensas de resultados positivos en los sondeos del resto-. Fuentes Zorita, acompañado por el delegado del Gobierno, Antonio Bernabé, la subdelegada en Alicante, Etelvina Andreu, y el comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, entre otros, visitó ayer uno de estos pozos que se ha abierto junto al Museo de la Huerta de Rojales.
Allí, el presidente de la CHS indicó que la estrategia que se ha puesto en marcha tiene un doble objetivo. Por un lado, se garantizará un mínimo caudal circulante «que nos sirva para mantener un cierto nivel ecológico, ambiental y sanitario», y por otro, que el agua, una vez cumplida su función principal, «pueda ser usada por los agricultores, que como sector, son los que peor están teniendo que soportar esta sequía tremenda que estamos padeciendo», afirmó Fuentes Zorita.
Acabar con los mosquitos
Ese caudal circulante, que se espera que en verano alcance los dos metros cúbicos por segundo en la comarca, intentará acabar con los mosquitos y los malos olores que cada verano tienen que soportar los vecinos de los márgenes del río y paliar la situación de los campos. En cuanto a los pozos de los que se beneficiarán los agricultores, se construirán a lo largo de las vegas «porque si todos los hiciéramos al principio, lo más probable, y así nos lo demuestra la experiencia, es que el agua no llegará mucho más abajo de donde están situados esos pozos».
En la Vega Baja están en marcha 13 de estas instalaciones, cinco de ellas en Orihuela, una en Jacarilla, cuatro en Almoradí y tres en Rojales.
En cuanto al riego de socorro procedente del trasvase Tajo-Segura que la semana pasada no concedió el Consejo de Ministros, el presidente de la Confederación afirmó que tiene «la garantía absoluta de que va a estar cubierto, porque estamos en la peor situación que hemos conocido». Asimismo, explicó que el viernes pasado, al estar lloviendo, «no era el momento idóneo y cuando no llueva, que yo estoy seguro que esta semana no va a llover, el Gobierno enviará caudales como hizo en octubre».
Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad, Antonio Bernabé, destacó el esfuerzo de la CHS en medidas de emergencia para paliar la sequía, «porque es producto también de una falta absoluta de previsión por parte del anterior Gobierno durante las dos legislaturas en las que estuvieron al frente, ya que prácticamente no han habido inversiones que trabajaran en esa previsión de necesidades de recursos hídricos en la zona y ahora se tiene que hacer un extraordinario esfuerzo para resolver esas situaciones».
El alcalde de Rojales, Antonio Pérez, aseguró que en el municipio, a pesar de no haberse aprobado en la Comunidad de Regantes el plan de modernización de los regadíos, «no vamos a abandonar a los agricultores que quieran seguir adelante y vamos a sacar agua de pozos, de la depuradora que ya se está terminando y los que hayan que hacer más para que este verano se pueda paliar la situación».