VALLADOLID. El embalse de Irueña, en la provincia de Salamanca, va camino de convertirse en uno de los proyectos más viejos de la Comunidad sin que se acabe de ver con claridad el momento en el que el aguas inundarán las 300 hectáreas previstas.

Un complicado entramado judicial de sentencias y recursos de grupos ecologistas que han llegado hasta la última instancia judicial, el tribunal Constitucional, ha provocado que a día de hoy la presa esté construida -así lleva ya más de dos años años- sin que sea posible efectuar su llenado, lo que supone que los 5.000 millones de pesetas entonces invertidos en esta obra sean en este momento completamente inútiles. Esta situación es aún más grave si se tiene en cuenta que la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo ve como única solución a las inundaciones del río Águeda -especialmente en la localidad mirobrigense- la construcción del citado embalse.

Las obras complementarias

Así las cosas, parece que empieza a vislumbrarse el final del túnel si, como todo apunta, se ejecutan las obras complementarias y accesorias al embalse, estas últimas ya licitadas. Estos proyectos, consistentes tanto en la deforestación del vaso del embalse y el cierre de los portillos de desvío del río, como en los tratamientos hidrológicos forestales, deben ser realizadas antes de acometer el llenado parcial del embalse. Así lo sentenció la Audiencia Nacional tras desestimar el recurso presentado por los grupos ecologistas contra el llenado de Irueña, grupos que acudieron después al Tribunal Constitucional.

Sin embargo, la Audiencia Nacional estimó que, a falta de que se debata sobre el fondo del asunto, se puede proceder al llenado parcial del embalse. De esta forma y resuelto el máximo impedimento para que Irueña sea una realidad, la previsión es que este año puedan contratarse las obras para que el próximo se ejecuten y proceder así al llenado del embalse, según señalaron a ABC fuentes del PSOE de Salamanca.

Sin embargo, lo cierto es que por el momento sólo se han licitado las obras accesorias, es decir, las que se realizan en los municipios cuyos términos municipales se han visto afectados por esta infraestructura.

Se trata de Fuenteguinaldo, Robleda, El Bodón, El Sahugo, Peñaparda, Villasrubias y Casillas de Flores a los que el Ministerio de Medio Ambiente destinará 4,19 millones de euros, según se publicó en el Boletín Oficial del Estado del 29 de marzo, para la construcción de piscinas, depuradoras y obras para la mejora del abastecimiento.

Sin embargo, las dos actuaciones fundamentales para el llenado del embalse son la deforestación y la construcción de las carreteras, que aún no están licitadas. Estas nuevas vías afectadas por el embalse son la actuación prioritaria, ya que mientras no se ejecuten estas obras no se puede proceder al cierre de los portillos, ya que de lo contrario quedaría cortada al tráfico rodado la comunicación actual entre Ciudad Rodrigo y Extremadura a través de Robleda, debido a la inundación del puente existente.

En principio, el Consejo de Ministros ya aprobó en el mes de junio de 2005 una inversión plurianual de 16,3 millones de euros para hacer frente al conjunto de obras complementarias, en las que también se incluye la restauración hidrológica forestal y la mejora de la diversidad en la cuenca alta del río Águeda, un programa que pretende un total de 50.000 hectáreas para la mejora de las masas forestales y el aumento de la superficie de monte arbolado.