Vertido tóxico: Boliden acusa a Dragados por ser ella responsable de que todo fuera correcto
Vie, 09/06/2006
Uno de los directivos de Boliden, que reclama a Dragados y Construcciones y a otras empresas 248 millones de euros por la rotura de la balsa que causó el vertido tóxico de Minas de Aznalcóllar (Sevilla) en 1998, dijo hoy que la constructora era la "única responsable de que todo estuviera correcto".
Así lo manifestó el representante legal de la multinacional sueca Boliden, Karl Soderberg, en la segunda sesión del juicio que se sigue en el juzgado de primera instancia número 9 de Madrid por la demanda interpuesta contra Dragados y Construcciones (actual ACS), Intecsa y Geocisa y la aseguradora Banco Vitalicio.
Boliden, según fuentes de su defensa jurídica, no se considera responsable de la rotura de la balsa minera que vertió a los aledaños del parque Nacional de Doñana millones de metros cúbicos de metales pesados y lodos contaminados, cuya limpieza millonaria no concluyó hasta varios años después.
El importe total de la reclamación asciende a 248.805.492 euros que la multinacional sueca intentará recuperar por la vía civil, una vez que los juzgados y la Audiencia de Sevilla archivaron definitivamente en 2001 la denuncia penal abierta contra sus responsables por imprudencia.
En la sesión de hoy, Karl Soderberg afirmó que el "último responsable" de la obra no era Boliden, sino Dragados, que, según recalcó, "era quien tenía que aprobar el proyecto" de construcción de la balsa y el "único responsable de que todo estuviera correcto".
Tras asegurar que el recrecimiento de la presa se ejecutó "conforme al proyecto inicial" (de 1978) -que acordaba hacerse "año a año, progresiva y paulatinamente"-, Soderberg recordó que cuando se cayó el dique (25 de abril de 1998) no se había alcanzado la altura máxima que dicho proyecto establecía, lo que contradijo el abogado de Intecsa, que aseguró que "se había duplicado".
Preguntado por este letrado si tenía conocimiento de que llegó a haber hasta 9 millones cúbicos de aguas ácidas en la balsa, el directivo de Boliden explicó que estaba diseñada como una "balsa de residuos sólidos" y que "en ningún sitio ponía que no pudiera contener agua", y añadió, además, que el agua "era necesaria para tapar los residuos" por motivos medioambientales.
Asimismo, indicó que se realizaron algunas de las medidas de protección que incluía el proyecto inicial, como la construcción de pozos para bombear el agua y evitar, de ese modo, que el agua ácida se pusiera en contacto con el río, precisó Soderberg.
No obstante, en este sentido, el responsable de Boliden relató que en 1994, cuando empiezan a sufrir filtraciones, no contactaron con Dragados -que, según reconoció, no había vuelto a trabajar "en esa obra" desde 1979- porque consideraron que éstas eran "normales" y dijo que de ser "importantes", hubieran reclamado a la empresa.
Sobre el proyecto final, reconoció que, aunque Juan Contreras era el director facultativo del mismo, "no estaba a cargo" de él, sino que "firmaba documentos a título administrativo" porque era el "máximo responsable de seguridad de la mina frente a la Administración".
Además, Soderberg mantuvo que Dragados, Intecsa y Geocisa "no han cumplido" el contrato que firmaron con Boliden, mientras que la empresa canadiense Wright Engineering Limited sí lo ha hecho, aunque, preguntado por la magistrada, aseguró que "nunca" ha visto el contrato de esta última A preguntas de la defensa de Intecsa, Soderberg afirmó que Boliden no tuvo ningún contacto con esta empresa desde 1977, cuando realizó un informe geotécnico, hasta después de suceder la catástrofe, momento en el que reclamaron su responsabilidad civil.
Antes de finalizar su turno de interrogatorio, el letrado quiso poner de manifiesto la "memoria selectiva" y las "repuestas evasivas" que ofreció Soderberg, lo que fue atendido por la magistrada.
En la sesión de hoy también declararon los representantes legales de las compañías aseguradoras Banco Vitalicio y Zurich, quienes explicaron las diferentes pólizas que tenían contratadas sus clientes y, en concreto, la apoderada de la primera aseguradora precisó que a Geocisa ya se han abonado diversos pagos, "siempre con cargo" a su póliza y "agotando" el límite de ésta.
El juicio continuará el próximo martes con los interrogatorios de los testigos propuestos por las diferentes partes.
Así lo manifestó el representante legal de la multinacional sueca Boliden, Karl Soderberg, en la segunda sesión del juicio que se sigue en el juzgado de primera instancia número 9 de Madrid por la demanda interpuesta contra Dragados y Construcciones (actual ACS), Intecsa y Geocisa y la aseguradora Banco Vitalicio.
Boliden, según fuentes de su defensa jurídica, no se considera responsable de la rotura de la balsa minera que vertió a los aledaños del parque Nacional de Doñana millones de metros cúbicos de metales pesados y lodos contaminados, cuya limpieza millonaria no concluyó hasta varios años después.
El importe total de la reclamación asciende a 248.805.492 euros que la multinacional sueca intentará recuperar por la vía civil, una vez que los juzgados y la Audiencia de Sevilla archivaron definitivamente en 2001 la denuncia penal abierta contra sus responsables por imprudencia.
En la sesión de hoy, Karl Soderberg afirmó que el "último responsable" de la obra no era Boliden, sino Dragados, que, según recalcó, "era quien tenía que aprobar el proyecto" de construcción de la balsa y el "único responsable de que todo estuviera correcto".
Tras asegurar que el recrecimiento de la presa se ejecutó "conforme al proyecto inicial" (de 1978) -que acordaba hacerse "año a año, progresiva y paulatinamente"-, Soderberg recordó que cuando se cayó el dique (25 de abril de 1998) no se había alcanzado la altura máxima que dicho proyecto establecía, lo que contradijo el abogado de Intecsa, que aseguró que "se había duplicado".
Preguntado por este letrado si tenía conocimiento de que llegó a haber hasta 9 millones cúbicos de aguas ácidas en la balsa, el directivo de Boliden explicó que estaba diseñada como una "balsa de residuos sólidos" y que "en ningún sitio ponía que no pudiera contener agua", y añadió, además, que el agua "era necesaria para tapar los residuos" por motivos medioambientales.
Asimismo, indicó que se realizaron algunas de las medidas de protección que incluía el proyecto inicial, como la construcción de pozos para bombear el agua y evitar, de ese modo, que el agua ácida se pusiera en contacto con el río, precisó Soderberg.
No obstante, en este sentido, el responsable de Boliden relató que en 1994, cuando empiezan a sufrir filtraciones, no contactaron con Dragados -que, según reconoció, no había vuelto a trabajar "en esa obra" desde 1979- porque consideraron que éstas eran "normales" y dijo que de ser "importantes", hubieran reclamado a la empresa.
Sobre el proyecto final, reconoció que, aunque Juan Contreras era el director facultativo del mismo, "no estaba a cargo" de él, sino que "firmaba documentos a título administrativo" porque era el "máximo responsable de seguridad de la mina frente a la Administración".
Además, Soderberg mantuvo que Dragados, Intecsa y Geocisa "no han cumplido" el contrato que firmaron con Boliden, mientras que la empresa canadiense Wright Engineering Limited sí lo ha hecho, aunque, preguntado por la magistrada, aseguró que "nunca" ha visto el contrato de esta última A preguntas de la defensa de Intecsa, Soderberg afirmó que Boliden no tuvo ningún contacto con esta empresa desde 1977, cuando realizó un informe geotécnico, hasta después de suceder la catástrofe, momento en el que reclamaron su responsabilidad civil.
Antes de finalizar su turno de interrogatorio, el letrado quiso poner de manifiesto la "memoria selectiva" y las "repuestas evasivas" que ofreció Soderberg, lo que fue atendido por la magistrada.
En la sesión de hoy también declararon los representantes legales de las compañías aseguradoras Banco Vitalicio y Zurich, quienes explicaron las diferentes pólizas que tenían contratadas sus clientes y, en concreto, la apoderada de la primera aseguradora precisó que a Geocisa ya se han abonado diversos pagos, "siempre con cargo" a su póliza y "agotando" el límite de ésta.
El juicio continuará el próximo martes con los interrogatorios de los testigos propuestos por las diferentes partes.