Los acuíferos comienzan a recuperarse tras la sobreexplotación sufrida en las últimas décadas
Mar, 20/06/2006
Si bien es cierto que el nivel de los acuíferos ha descendido dramáticamente en las últimas décadas, la tendencia evolutiva es a que mejoren. Actualmente, Eivissa es la isla que goza de mejor salud si se habla de sus recursos hídricos. Hace apenas un mes, el agua llenaba el 74% del volumen total de sus acuíferos. Menorca, en cambio, se mantiene estable y registra el mismo nivel que desde hace tres años: lleno en el 55%. Por último, Mallorca es la más preocupante, con más de la mitad de sus acuíferos vacíos.
Estas cifras permiten apostar por el optimismo si se considera que hace seis años, en 2000, la escasez de lluvias y las altas temperaturas provocaron una caída en picado de los recursos hídricos. Menorca era la isla más favorecida. Aún así presentaba un porcentaje de reservas del 38%. Sin embargo, en Mallorca y en Eivissa los niveles se reducían a casi una fina película de agua sobre el suelo de sus acuíferos que estaban llenos por debajo del 20%.
Esta situación límite, que puso en alarma a todo Baleares, contrasta con la situación por la que pasaban los acuíferos en los albores de los años 90. Según datos facilitados por el Govern sobre Menorca e Eivissa, los de Mallorca aún están siendo informatizados, desde 1991 a 1992 las reservas hídricas en Menorca rondaban el 70-80% de la capacidad total. Las de Eivissa registraron, en los mismos años, variaciones entre el 55 y el 65%.
Más concretamente sobre la isla de Menorca, un informe del Observatorio Socioambiental, el Obsam, revelaba en 2003 que el nivel de los acuíferos de la zona centro de la isla había descendido hasta 40 metros en los últimos 16 años. El motivo fue el mismo que el de ahora: que la recarga del agua de lluvia no alcanza a paliar el ritmo de la extracción de agua.
Incrementos y descensos
Según un informe elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente junto al Instituto Geológico y Minero de España los únicos acuíferos en los que se observó, entre 2003 y 2005, un descenso de los niveles fueron Formentor, con una caída de 2 metros, el de Alaró, 26 metros, y el de Artà, 5 metros. Menorca está estable, mientras que el de Formentera experimentó un ligero descenso de 0,20 metros.
Por otra parte, los que han aumentado son Andratx, en 4 metros, Almadraba, 2,3, S'Estremera, 3, Calvià, 2,9, Na Burguesa, 0,3, y Felanitx, entre 0,5 y 2 metros. En lo que se refiere a Menorca, el de Albaida ha experimentado un aumento de 6,4 metros; mientras que en la isla menor, Eivissa, Sant Miquel lo ha hecho 2,9 metros, Sant Antoni 8, Santa Eulàlia entre 5 y 10, Sant Carles 7,6 y Eivissa 5,5 metros.
La solución definitiva para recuperar los acuíferos puede pasar porque las desaladoras funcionen todo el año. Es decir, que su actividad no cese en invierno y que el agua desalada se infiltre en los acuíferos. El director de Recursos Hídricos, Joan Crespí, destacó que es un tema que el Govern tiene en cuenta y que está previsto ejecutarlo en un futuro. «Estamos totalmente de acuerdo en utilizar el agua sobrante para recuperar los acuíferos. Además, se solventaría la contaminación por cloruros y nitratos que sufren muchos de ellos», dijo.
Las seis plantas que hay en las Islas Baleares han permitido la desalinización de un total de 28 millones de metros cúbicos de agua, una cifra que ha reducido de forma considerable la extracción de agua de los acuíferos.
Asimismo, el director resaltó el esfuerzo que la Conselleria realiza para evitar las fugas de agua potable de la red. El Obsam reveló, al respecto, que el consumo en la zona de levante de Menorca es de 4 hectómetros cúbicos al año, pero la facturación registrada es de 2,7. La diferencia se explica por las pérdidas de agua que producen las cañerías defectuosas.
Estas cifras permiten apostar por el optimismo si se considera que hace seis años, en 2000, la escasez de lluvias y las altas temperaturas provocaron una caída en picado de los recursos hídricos. Menorca era la isla más favorecida. Aún así presentaba un porcentaje de reservas del 38%. Sin embargo, en Mallorca y en Eivissa los niveles se reducían a casi una fina película de agua sobre el suelo de sus acuíferos que estaban llenos por debajo del 20%.
Esta situación límite, que puso en alarma a todo Baleares, contrasta con la situación por la que pasaban los acuíferos en los albores de los años 90. Según datos facilitados por el Govern sobre Menorca e Eivissa, los de Mallorca aún están siendo informatizados, desde 1991 a 1992 las reservas hídricas en Menorca rondaban el 70-80% de la capacidad total. Las de Eivissa registraron, en los mismos años, variaciones entre el 55 y el 65%.
Más concretamente sobre la isla de Menorca, un informe del Observatorio Socioambiental, el Obsam, revelaba en 2003 que el nivel de los acuíferos de la zona centro de la isla había descendido hasta 40 metros en los últimos 16 años. El motivo fue el mismo que el de ahora: que la recarga del agua de lluvia no alcanza a paliar el ritmo de la extracción de agua.
Incrementos y descensos
Según un informe elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente junto al Instituto Geológico y Minero de España los únicos acuíferos en los que se observó, entre 2003 y 2005, un descenso de los niveles fueron Formentor, con una caída de 2 metros, el de Alaró, 26 metros, y el de Artà, 5 metros. Menorca está estable, mientras que el de Formentera experimentó un ligero descenso de 0,20 metros.
Por otra parte, los que han aumentado son Andratx, en 4 metros, Almadraba, 2,3, S'Estremera, 3, Calvià, 2,9, Na Burguesa, 0,3, y Felanitx, entre 0,5 y 2 metros. En lo que se refiere a Menorca, el de Albaida ha experimentado un aumento de 6,4 metros; mientras que en la isla menor, Eivissa, Sant Miquel lo ha hecho 2,9 metros, Sant Antoni 8, Santa Eulàlia entre 5 y 10, Sant Carles 7,6 y Eivissa 5,5 metros.
La solución definitiva para recuperar los acuíferos puede pasar porque las desaladoras funcionen todo el año. Es decir, que su actividad no cese en invierno y que el agua desalada se infiltre en los acuíferos. El director de Recursos Hídricos, Joan Crespí, destacó que es un tema que el Govern tiene en cuenta y que está previsto ejecutarlo en un futuro. «Estamos totalmente de acuerdo en utilizar el agua sobrante para recuperar los acuíferos. Además, se solventaría la contaminación por cloruros y nitratos que sufren muchos de ellos», dijo.
Las seis plantas que hay en las Islas Baleares han permitido la desalinización de un total de 28 millones de metros cúbicos de agua, una cifra que ha reducido de forma considerable la extracción de agua de los acuíferos.
Asimismo, el director resaltó el esfuerzo que la Conselleria realiza para evitar las fugas de agua potable de la red. El Obsam reveló, al respecto, que el consumo en la zona de levante de Menorca es de 4 hectómetros cúbicos al año, pero la facturación registrada es de 2,7. La diferencia se explica por las pérdidas de agua que producen las cañerías defectuosas.