Medusas que prenden en el agua y que causan irritaciones en amplias zonas de la piel
Lun, 24/07/2006
Prenden en el agua y que causan irritaciones en amplias zonas de la piel, aunque no se haya tocado directamente una medusa.
Biólogos y otros expertos en fauna marina aseguran que sí se está produciendo en los últimos años un aumento de las colonias de medusas que se acercan a las playas arrastradas por las corrientes, y aseguran que este hecho es un síntoma más de que el mar está enfermo. "Es la punta del iceberg de un problema ecológico más grave. El mar está enviando mensajes para decir que está siendo maltratado",
advierte Josep Maria Gili, que añade que
"la presencia de medusas es un fenómeno inevitable".
La falta de lluvias, la mayor incidencia de las corrientes marinas en el litoral, la sobrepesca y el descenso de los peces y de los depredadores naturales de las medusas son factores que contribuyen a que cada vez haya más ejemplares.
Ante las medusas, el mejor remedio es la prevención. Coinciden las fuentes consultadas en que la única manera de evitar las picaduras es no bañarse o andar por la orilla cuando ondea la bandera que indica presencia de estos animales, ya que incluso si solo se toca una parte de ellos o un ejemplar muerto también provocan el efecto urticante.
Pero este no es el único veneno que acecha a los bañistas en las playas.
"El riesgo medioambiental más evidente son las medusas, pero también están animales como el pez araña o la escórpora. La persona los pisa sin darse cuenta, en la arena o en las zonas rocosas, y los peces inoculan un veneno que hace mucho daño",
explica Marina Cañestro, de Cruz Roja.
Desde el inicio de la temporada de baño, a mediados de junio, hasta el pasado 16 de julio, la Cruz Roja atendió 600 casos de otras picadas de animales y alergias en Barcelona (por 1.176 el año pasado) y 2.400 en Catalunya (por 3.093 en el 2005 por las mismas fechas).
Esperar en la arena
"La mayoría de peces que pueden molestar a los bañistas en la zona del Mediterráneo son peces con una estrategia de caza estática. Esto quiere decir que son ejemplares que esperan escondidos en la arena del fondo marino a que llegue su presa",
explica Joan Carles Balasch, de la unidad de Fisiología Animal de la Facultad de Ciencias de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Como tienen aletas y púas con veneno, si un bañista los pisa, el veneno se transmite al cuerpo humano y provoca inflamación y un dolor agudo. Son ejemplos de estos peces, los conocidos como araña, dragón o rata.
"Los peces araña y similares producen picaduras muy dolorosas y son especialmente agresivos cuando es época de reproducción. Acostumbran a estar en playas de arena muy clara y en aguas muy transparentes y son más frecuentes en las Baleares",
dice Josep Maria Gili, del Institut de Ciències del Mar.
Ataques de peces como el del tallahams
de Alicante, un ejemplar que puede llegar a pesar hasta 12 kilos, son muy raros, coinciden los expertos. En las costas del Atlántico es algo más frecuente encontrar peces más grandes que ocasionalmente puedan atacar a los bañistas, como pequeños tiburones, peces gato o atunes, pero no en el Mediterráneo.
Picores e inflamaciones Otros animales que pueden resultar peligrosos en las zonas de rocas y espigones si se pisan por descuido son los erizos. Las babosas de mar también pueden transmitir el veneno de las medusas y es recomendable no tocarlas. Estos animales, de la familia del caracol pero sin cáscara,
"pueden comer restos de medusas, incorporan el veneno de estas a su cuerpo y lo transmiten si alguien las toca",
explica Balasch, de la UAB.
También pueden provocar inflamación o enrojecimiento animales como las anémonas (popularmente conocidas como fideos de mar) o las actinias (tomates de mar), ya que tienen tentáculos urticantes.
Pero, como resume Balasch,
"el peligro más real que se encuentra en una playa son las medusas y algunas especies de peces que se pueden pisar. Medusas hay más, pero suelen estar localizadas. Los peces siempre están ahí, escondidos, aunque su veneno es más potente".
Detectar un pez escondido es imposible, pero para evitar las picaduras de medusa, además de la prevención en el baño, existen ayudas.
Ser cauto En el mercado existen cremas como el Fotoprotector ISDIN especial medusas, que protegen del sol y a la vez confunde a la medusa. Como explica el laboratorio,
"provoca que los tentáculos de la medusa resbalen sobre la piel haciendo que el contacto no sea suficiente"
para transmitir el veneno y, además,
"el fotoprotector desprende unos inhibidores que confunden a los sensores de las células urticantes al creer que están tocando a otra medusa"
y no a una persona.
Aunque, animales aparte,
"el mayor peligro en la playa es el propio usuario, que a veces no obedece las recomendaciones de los servicios de asistencia",
en palabras de Marina Cañestro, de la Cruz Roja. Tomar el sol sin protección, los resbalones y las caídas también son motivo de problemas en las playas. Además,
"en la arena hay cristales y latas, que son mucho más peligrosas que los animales. Esos sí son los peligros más grandes de la playa",
sentencia Josep Maria Gili.
Los peces más peligrosos para el bañista son los que tienen aletas con veneno y están enterrados en la arena
Además de proteger del sol, algunas cremas en el mercado ayudan a repeler las picaduras de medusas
Biólogos y otros expertos en fauna marina aseguran que sí se está produciendo en los últimos años un aumento de las colonias de medusas que se acercan a las playas arrastradas por las corrientes, y aseguran que este hecho es un síntoma más de que el mar está enfermo. "Es la punta del iceberg de un problema ecológico más grave. El mar está enviando mensajes para decir que está siendo maltratado",
advierte Josep Maria Gili, que añade que
"la presencia de medusas es un fenómeno inevitable".
La falta de lluvias, la mayor incidencia de las corrientes marinas en el litoral, la sobrepesca y el descenso de los peces y de los depredadores naturales de las medusas son factores que contribuyen a que cada vez haya más ejemplares.
Ante las medusas, el mejor remedio es la prevención. Coinciden las fuentes consultadas en que la única manera de evitar las picaduras es no bañarse o andar por la orilla cuando ondea la bandera que indica presencia de estos animales, ya que incluso si solo se toca una parte de ellos o un ejemplar muerto también provocan el efecto urticante.
Pero este no es el único veneno que acecha a los bañistas en las playas.
"El riesgo medioambiental más evidente son las medusas, pero también están animales como el pez araña o la escórpora. La persona los pisa sin darse cuenta, en la arena o en las zonas rocosas, y los peces inoculan un veneno que hace mucho daño",
explica Marina Cañestro, de Cruz Roja.
Desde el inicio de la temporada de baño, a mediados de junio, hasta el pasado 16 de julio, la Cruz Roja atendió 600 casos de otras picadas de animales y alergias en Barcelona (por 1.176 el año pasado) y 2.400 en Catalunya (por 3.093 en el 2005 por las mismas fechas).
Esperar en la arena
"La mayoría de peces que pueden molestar a los bañistas en la zona del Mediterráneo son peces con una estrategia de caza estática. Esto quiere decir que son ejemplares que esperan escondidos en la arena del fondo marino a que llegue su presa",
explica Joan Carles Balasch, de la unidad de Fisiología Animal de la Facultad de Ciencias de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Como tienen aletas y púas con veneno, si un bañista los pisa, el veneno se transmite al cuerpo humano y provoca inflamación y un dolor agudo. Son ejemplos de estos peces, los conocidos como araña, dragón o rata.
"Los peces araña y similares producen picaduras muy dolorosas y son especialmente agresivos cuando es época de reproducción. Acostumbran a estar en playas de arena muy clara y en aguas muy transparentes y son más frecuentes en las Baleares",
dice Josep Maria Gili, del Institut de Ciències del Mar.
Ataques de peces como el del tallahams
de Alicante, un ejemplar que puede llegar a pesar hasta 12 kilos, son muy raros, coinciden los expertos. En las costas del Atlántico es algo más frecuente encontrar peces más grandes que ocasionalmente puedan atacar a los bañistas, como pequeños tiburones, peces gato o atunes, pero no en el Mediterráneo.
Picores e inflamaciones Otros animales que pueden resultar peligrosos en las zonas de rocas y espigones si se pisan por descuido son los erizos. Las babosas de mar también pueden transmitir el veneno de las medusas y es recomendable no tocarlas. Estos animales, de la familia del caracol pero sin cáscara,
"pueden comer restos de medusas, incorporan el veneno de estas a su cuerpo y lo transmiten si alguien las toca",
explica Balasch, de la UAB.
También pueden provocar inflamación o enrojecimiento animales como las anémonas (popularmente conocidas como fideos de mar) o las actinias (tomates de mar), ya que tienen tentáculos urticantes.
Pero, como resume Balasch,
"el peligro más real que se encuentra en una playa son las medusas y algunas especies de peces que se pueden pisar. Medusas hay más, pero suelen estar localizadas. Los peces siempre están ahí, escondidos, aunque su veneno es más potente".
Detectar un pez escondido es imposible, pero para evitar las picaduras de medusa, además de la prevención en el baño, existen ayudas.
Ser cauto En el mercado existen cremas como el Fotoprotector ISDIN especial medusas, que protegen del sol y a la vez confunde a la medusa. Como explica el laboratorio,
"provoca que los tentáculos de la medusa resbalen sobre la piel haciendo que el contacto no sea suficiente"
para transmitir el veneno y, además,
"el fotoprotector desprende unos inhibidores que confunden a los sensores de las células urticantes al creer que están tocando a otra medusa"
y no a una persona.
Aunque, animales aparte,
"el mayor peligro en la playa es el propio usuario, que a veces no obedece las recomendaciones de los servicios de asistencia",
en palabras de Marina Cañestro, de la Cruz Roja. Tomar el sol sin protección, los resbalones y las caídas también son motivo de problemas en las playas. Además,
"en la arena hay cristales y latas, que son mucho más peligrosas que los animales. Esos sí son los peligros más grandes de la playa",
sentencia Josep Maria Gili.
Los peces más peligrosos para el bañista son los que tienen aletas con veneno y están enterrados en la arena
Además de proteger del sol, algunas cremas en el mercado ayudan a repeler las picaduras de medusas