Gobierno vasco colaborará para afrontar la 'grave amenaza' de la presencia del mejillón cebra en el Ebro
Mié, 20/09/2006
El Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno vasco informó hoy de que en la reunión de urgencia mantenida ayer entre la Confederación Hidrográfica del Ebro y las Comunidades Autónomas afectadas por la presencia del mejillón cebra, su "total disposición a participar, con todos los medios a su alcance, en una estrategia coordinada para hacer frente a la grave amenaza que esta especie invasora supone ambientalmente".
A través de un comunicado, el Gobierno vasco informó de que esta especie, no apta para el consumo humano, supone "un riesgo ambiental no sólo para el conjunto de la biodiversidad acuática y para la calidad del agua", sino también por el "grave perjuicio económico que puede causar, como se ha demostrado en buena parte de Europa y en otras comunidades del Estado".
En este sentido, agregaron que en el encuentro de ayer se decidió "realizar un estudio de inventariado exhaustivo para localizar la presencia de esta especie en toda la cuenca del Ebro", al tiempo que se dieron los primeros pasos para establecer "un protocolo de actuación, a la mayor brevedad, con el fin de impedir la extensión de esta auténtica plaga, a través de medidas de prevención, control e información".
El Ejecutivo recordó que la reunión de ayer fue convocada a raíz del descubrimiento, en el embalse de Sobrón, de ejemplares adultos de mejillón cebra por parte de científicos que realizaban un estudio patrocinado por el Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
"El mejillón cebra o 'dreissena polymorpha' ha demostrado ser una especie invasora tremendamente perjudicial y, de hecho, se encuentra dentro de las 100 especies más dañinas del mundo, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN)", apuntaron.
Asimismo, explicaron que "es capaz de afrontar cambios bruscos de temperatura y salinidad y aguantar varios días fuera del agua, con lo que puede colonizar otras aguas en forma de adherencias en embarcaciones o equipos de pesca, como cebo, o viajando en las aguas de lastre de los grandes buques". Además, su rápido crecimiento y ciclo biológico le permiten expandirse con rapidez, formando colonias de elevada densidad que tapizan el fondo de los ríos.
"Entre las consecuencias ecológicas que puede acarrear destaca la disminución del fitoplancton disuelto; la alteración del lecho y aguas fluviales; y su afectación, en mayor o menor grado, a las especies presentes en los ríos", lamentaron.
Respecto a sus posibles consecuencias económicas, citaron la obstrucción de cañerías, conducciones e infraestructuras; las adherencias en cascos y motores de embarcaciones, y la alteración de la fauna y de las condiciones del agua, entre otras.
A través de un comunicado, el Gobierno vasco informó de que esta especie, no apta para el consumo humano, supone "un riesgo ambiental no sólo para el conjunto de la biodiversidad acuática y para la calidad del agua", sino también por el "grave perjuicio económico que puede causar, como se ha demostrado en buena parte de Europa y en otras comunidades del Estado".
En este sentido, agregaron que en el encuentro de ayer se decidió "realizar un estudio de inventariado exhaustivo para localizar la presencia de esta especie en toda la cuenca del Ebro", al tiempo que se dieron los primeros pasos para establecer "un protocolo de actuación, a la mayor brevedad, con el fin de impedir la extensión de esta auténtica plaga, a través de medidas de prevención, control e información".
El Ejecutivo recordó que la reunión de ayer fue convocada a raíz del descubrimiento, en el embalse de Sobrón, de ejemplares adultos de mejillón cebra por parte de científicos que realizaban un estudio patrocinado por el Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
"El mejillón cebra o 'dreissena polymorpha' ha demostrado ser una especie invasora tremendamente perjudicial y, de hecho, se encuentra dentro de las 100 especies más dañinas del mundo, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN)", apuntaron.
Asimismo, explicaron que "es capaz de afrontar cambios bruscos de temperatura y salinidad y aguantar varios días fuera del agua, con lo que puede colonizar otras aguas en forma de adherencias en embarcaciones o equipos de pesca, como cebo, o viajando en las aguas de lastre de los grandes buques". Además, su rápido crecimiento y ciclo biológico le permiten expandirse con rapidez, formando colonias de elevada densidad que tapizan el fondo de los ríos.
"Entre las consecuencias ecológicas que puede acarrear destaca la disminución del fitoplancton disuelto; la alteración del lecho y aguas fluviales; y su afectación, en mayor o menor grado, a las especies presentes en los ríos", lamentaron.
Respecto a sus posibles consecuencias económicas, citaron la obstrucción de cañerías, conducciones e infraestructuras; las adherencias en cascos y motores de embarcaciones, y la alteración de la fauna y de las condiciones del agua, entre otras.