La sequía y su solución marca las agendas.

Lun, 20/11/2006

Cinco Días

La llegada al poder del PSOE en el Gobierno central supuso la derogación del trasvase del Ebro. La Generalitat Valenciana no ha dejado pasar ni un día sin insistir en la necesidad de que se retomase la propuesta para paliar el déficit hídrico de la región.
Sin embargo, la intención del Gobierno es distinta. Con el Programa Agua, el Ministerio de Medio Ambiente ha propuesto la construcción de desalinizadoras como alternativa al trasvase. La Administración socialista ha prometido llevar a Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Almería más de 1.000 hectómetros cúbicos de agua al año. Más de la mitad de este caudal (600 hectómetros cúbicos) se conseguirá tomándolo directamente del mar. El problema es que estas infraestructuras aún no están en marcha y la sequía se agrava. La situación este verano ha sido muy dura para la agricultura. Sin embargo, y pese a algún llamamiento desde el ministerio, la Generalitat no tomó ninguna medida concreta para frenar el consumo humano o en piscinas, por ejemplo. Y es que el crecimiento urbanístico es en parte responsable de que en temporadas con pocas lluvias los caudales de los ríos no sean suficientes. Las lluvias que han caído entre finales de octubre y principios de noviembre han aliviado en parte las cuencas de los ríos valencianos. En concreto, según la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha habido una leve recuperación, lo que ha permitido dejar de usar algunos pozos que corrían el peligro de salinizarse. Sin embargo, la cuenca afrontará en 2007 otro año crítico.