Asturias, Castilla y León y Portugal formarán parte del nuevo ente El presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, anunció ayer la "inmediata" creación de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil-Limia, una vez que este mismo otoño se apruebe el Real Decreto sobre la demarcación, que desembocará en su conversión en cuenca. En respuesta al portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, en la sesión de control al Gobierno, Touriño confirmó que el decreto preciso está "en trámite" para dar luz verde con su "inminente aprobación" a la segregación del Miño y del Limia de la actual Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) y la posterior constitución de la demarcación.


Así, recordó que un acuerdo unánime tanto del Parlamento autonómico como del Senado reclamó este órgano y añadió que la propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, "asumió la creación de una cuenca Miño-Sil-Limia". "Espero que en breve, en otoño, tengamos el decreto para la demarcación y, a partir de ahí, se produzca un avance inmediato para su conversión en cuenca", incidió.


En esta línea, destacó la "mejora del trabajo de coordinación" con la Administración estatal --"no se hace ninguna inversión importante sin consultar con la Xunta", declaró-- y recordó que hay órganos bilaterales establecidos con la CHN para "estudiar proyectos en general". Según él, estos contactos situaron a Galicia "en condiciones sustanciales" para "tener un peso determinante" en la demarcación Miño-Sil-Limia, que supondrá el paso previo para la creación de una Confederación Hidrográfica en la que, no obstante, también tomarán parte los territorios implicados, como Castilla y León, Asturias y Portugal.


Así, el presidente admitió que la situación actual "limita la gestión óptima", puesto que no permite una gestión "similar" en toda la comunidad. "No nos satisface y queremos cambiarlo con una gestión acorde a nuestro peso en las cuencas", añadió, tras lo que reivindicó los "pasos dados para ello". Por su parte, Aymerich consideró que la CHN supone el "ejemplo vivo de centralismo decimonónico de la gestión del agua" y advirtió de que Galicia "lo pagó y lo está pagando muy caro", pese a que aporta el 80 por ciento de los recursos hídricos de esta confederación. Además, recordó que existe un consenso entre las fuerzas políticas gallegas.