Un estudio de la Fundación Nueva Cultura del Agua concluye que es preciso elevar el caudal ecológico del Ebro
Jue, 14/12/2006
Un estudio de la Fundación Nueva Cultura del Agua concluye que es preciso elevar el caudal ambiental del Ebro para mantener "un buen estado" del río y cumplir la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea. El caudal ecológico debería ser de entre el 32 y el 50 por ciento del caudal natural del río, cifra que contrasta con el 10 por ciento recogido en el Plan Hidrológico Nacional.
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, y el catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona, Narcís Prat, presentaron hoy este estudio en Zaragoza. El trabajo ha sido realizado por la Unidad de Ecosistemas Acuáticos del IRTA en San Carlos de la Rápita (Tarragona), cuyo autor principal es Rafael Sánchez, bajo la dirección de Carles Ibáñez y Narcís Prat.
Este último explicó que actualmente la situación del estado ecológico de las aguas del Ebro es, en general, "intermedia, ni muy mala ni muy buena", aunque sí es mala en la parte media y baja. Prats añadió que de mantenerse el estado actual del conjunto de la Cuenca del Ebro no se cumplirían los requisitos que establece la directiva marco para el 2015, "principalmente por la falta de caudal ecológico".
Por eso, el estudio aboga porque en el próximo Plan de Gestión del Distrito Hidrográfico del Ebro, que se tiene que realizar antes del 2009, contemple la reserva entre el 32 y el 50 por ciento del régimen natural del río para el caudal ecológico, plan que se tiene que elaborar en aplicación de la directiva marco.
Narcís Prat aseguró que "hay otros estudios que llegan a la misma conclusión", considerando "insuficiente" la reserva del 10 por ciento para los caudales ecológicos y estableciéndola en el 20, 30 ó 40 por ciento, pero "esos estudios no se publican porque con esas cifras no hay agua para todo".
La propuesta realizada en el estudio de la Fundación Nueva Cultura del Agua implica una "incompatibilidad" con futuros nuevos regadíos y embalses, y también con algunos de los actuales usos hidroeléctricos y agrícolas. Según explicó Prat, los usos hidroeléctricos hacen que los caudales diarios varíen "en función de las necesidades de energía" y que se regulen las crecidas, que son necesarias para el mantenimiento de algunos ecosistemas.
Por lo que respecta a los usos agrícolas, el catedrático indicó que "invierten el flujo en algunos ríos con más agua en verano que en invierno, cuando se usa el agua para el riego, y los ríos quedan secos o casi secos". Prats explicó que debían cambiar esos usos si se quiere lograr unos adecuados caudales ambientales, algo que supone un cambio de mentalidad para que el agua "deje de verse como una política sectorial al servicio de otras políticas que consumen agua de forma importante", como la agricultura u otros usos económicos.
Narcís Prat también consideró incompatible e "inadmisible" una reserva de 6.550 hectómetros cúbicos de agua para Aragón, como se recoge en la reforma del Estatuto de Autonomía, en tramitación parlamentaria, porque sustraer ese agua "daría lugar a un río seco".
PRIMAN LAS NECESIDADES MEDIO AMBIENTALES
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, manifestó que "tradicionalmente primero se tenían en cuenta los usos económicos del agua y después las necesidades medioambientales de los ríos", pero con la nueva normativa "primero habrá que determinar las restricciones ambientales y después tendrán que operar las demandas económicas en base a lo que sea compatible con las bases medioambientales".
Por eso es "básico" conocer cuáles son los caudales ecológicos según los criterios de la Directiva Marco del Agua, objetivo del estudio presentado hoy, y determinarlos de forma integral en toda la cuenca, siendo asumido como "un problema en el que todas las comunidades autónomas" de la Cuenca del Ebro "y sus ciudadanos" tienen que implicarse.
Pedro Arrojo indicó que la "ciudadanía pro activa" es otra de las novedades de la Directiva Marco del Agua, que significa que todos los colectivos sociales y los ciudadanos pueden realizar aportaciones a la definición de las políticas del agua "desde el primero momento" y no en una fase más avanzada, como sucede ahora cuando los documentos se sacan a información pública, dijo.
SISTEMA DE MEDICIÓN
Narcís Prat comentó que otra de las conclusiones del estudio es que los métodos utilizados en los años 90 para calcular los caudales ecológicos "no cumplen con los criterios derivados de la normativa vigente" y por eso "tiene que haber un cambio".
En el caso de este estudio, se ha utilizado un método hidrológico que sí cumple con la normativa y que se adapta a las características del Ebro. Se trata del método Aproximación por el Rango de Variabilidad, elegido tras descartar unos 60 métodos, porque muchos de ellos no cumplían los criterios.
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, y el catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona, Narcís Prat, presentaron hoy este estudio en Zaragoza. El trabajo ha sido realizado por la Unidad de Ecosistemas Acuáticos del IRTA en San Carlos de la Rápita (Tarragona), cuyo autor principal es Rafael Sánchez, bajo la dirección de Carles Ibáñez y Narcís Prat.
Este último explicó que actualmente la situación del estado ecológico de las aguas del Ebro es, en general, "intermedia, ni muy mala ni muy buena", aunque sí es mala en la parte media y baja. Prats añadió que de mantenerse el estado actual del conjunto de la Cuenca del Ebro no se cumplirían los requisitos que establece la directiva marco para el 2015, "principalmente por la falta de caudal ecológico".
Por eso, el estudio aboga porque en el próximo Plan de Gestión del Distrito Hidrográfico del Ebro, que se tiene que realizar antes del 2009, contemple la reserva entre el 32 y el 50 por ciento del régimen natural del río para el caudal ecológico, plan que se tiene que elaborar en aplicación de la directiva marco.
Narcís Prat aseguró que "hay otros estudios que llegan a la misma conclusión", considerando "insuficiente" la reserva del 10 por ciento para los caudales ecológicos y estableciéndola en el 20, 30 ó 40 por ciento, pero "esos estudios no se publican porque con esas cifras no hay agua para todo".
La propuesta realizada en el estudio de la Fundación Nueva Cultura del Agua implica una "incompatibilidad" con futuros nuevos regadíos y embalses, y también con algunos de los actuales usos hidroeléctricos y agrícolas. Según explicó Prat, los usos hidroeléctricos hacen que los caudales diarios varíen "en función de las necesidades de energía" y que se regulen las crecidas, que son necesarias para el mantenimiento de algunos ecosistemas.
Por lo que respecta a los usos agrícolas, el catedrático indicó que "invierten el flujo en algunos ríos con más agua en verano que en invierno, cuando se usa el agua para el riego, y los ríos quedan secos o casi secos". Prats explicó que debían cambiar esos usos si se quiere lograr unos adecuados caudales ambientales, algo que supone un cambio de mentalidad para que el agua "deje de verse como una política sectorial al servicio de otras políticas que consumen agua de forma importante", como la agricultura u otros usos económicos.
Narcís Prat también consideró incompatible e "inadmisible" una reserva de 6.550 hectómetros cúbicos de agua para Aragón, como se recoge en la reforma del Estatuto de Autonomía, en tramitación parlamentaria, porque sustraer ese agua "daría lugar a un río seco".
PRIMAN LAS NECESIDADES MEDIO AMBIENTALES
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, manifestó que "tradicionalmente primero se tenían en cuenta los usos económicos del agua y después las necesidades medioambientales de los ríos", pero con la nueva normativa "primero habrá que determinar las restricciones ambientales y después tendrán que operar las demandas económicas en base a lo que sea compatible con las bases medioambientales".
Por eso es "básico" conocer cuáles son los caudales ecológicos según los criterios de la Directiva Marco del Agua, objetivo del estudio presentado hoy, y determinarlos de forma integral en toda la cuenca, siendo asumido como "un problema en el que todas las comunidades autónomas" de la Cuenca del Ebro "y sus ciudadanos" tienen que implicarse.
Pedro Arrojo indicó que la "ciudadanía pro activa" es otra de las novedades de la Directiva Marco del Agua, que significa que todos los colectivos sociales y los ciudadanos pueden realizar aportaciones a la definición de las políticas del agua "desde el primero momento" y no en una fase más avanzada, como sucede ahora cuando los documentos se sacan a información pública, dijo.
SISTEMA DE MEDICIÓN
Narcís Prat comentó que otra de las conclusiones del estudio es que los métodos utilizados en los años 90 para calcular los caudales ecológicos "no cumplen con los criterios derivados de la normativa vigente" y por eso "tiene que haber un cambio".
En el caso de este estudio, se ha utilizado un método hidrológico que sí cumple con la normativa y que se adapta a las características del Ebro. Se trata del método Aproximación por el Rango de Variabilidad, elegido tras descartar unos 60 métodos, porque muchos de ellos no cumplían los criterios.