La última rotura se produjo hace quince días en el emisario que discurre por el lado este de la urbanización Molino de la Hoz en paralelo al pequeño pantano que preside la zona residencial y que se abastece de las aguas del Guadarrama.
El reventón de la tubería, según comprobó hoy Efe, ha originado un vertido de agua putrefacta y maloliente que cae en forma de cascada sobre el embalse, donde todavía conviven colonias de anfibios, reptiles y aves acuáticas, rodeado por un centenar de viviendas situadas en las orillas de la laguna.
"La contaminación del agua era bastante evidente debido a la masa de lodos de tres metros de altura acumulada durante los últimos 15 años en el lecho del lago y ahora aparece en la superficie la enorme mancha del vertido", dijo hoy a Efe el portavoz de la plataforma, Jaime del Val, que ha exigido a la Administración la renovación total de la red de alcantarillado que tiene 40 años de antigüedad.
Un técnico del Ayuntamiento, que recibió ayer la notificación de la asociación de propietarios de Molino de la Hoz, ha inspeccionado la zona afectada por la avería y ha puesto en marcha un dispositivo, compuesto por un camión, un equipo de poceros y una pala excavadora, para desatascar el colector.
El experto municipal ha explicado que los reventones de las tuberías son frecuentes tras una época de sequía, debido a los tapones que forman las raíces de las plantas que crecen hacia las zonas húmedas.
El Ayuntamiento calcula que la reparación concluirá en una semana y se ha comprometido a redactar un proyecto para cambiar más de 500 metros de colector que circunda el lago en su camino hacia la depuradora de Brunete.
Sin embargo, los propietarios desconfían de los "buenos propósitos" del Ayuntamiento, al que acusan de desatender sus constantes quejas sobre el estado de las tuberías.
Aunque reconocen que la gestión y el mantenimiento de las zonas comunes de la urbanización continua siendo privado, afirman que el Ayuntamiento es responsable de las canalizaciones desde que el Canal de Isabel II se hizo cargo del suministro de agua en 1992.
Los vecinos también han denunciado la rotura de otro colector que desagua en el arroyo de La Torre, un afluente del río Guadarrama que recoge desde hace años las aguas negras sin depurar del municipio de Torrelodones y de algunas zonas de Galapagar a la espera de que terminen las obras de los colectores que desembocarán en las EDAR situada entre ambos términos municipales.
"Estamos cercados por torrentes de aguas residuales que dan lugar a olores nauseabundos y plagas de mosquitos en verano que no nos dejan ni abrir las ventanas", afirma el vecino de Club de Golf, Ginés Sánchez.
Este afectado ha denunciado en el Ayuntamiento el problema y, además de haber encontrado jabalíes envenenados, asegura que el césped de las instalaciones deportivas que dan nombre a la urbanización se riega con aguas residuales con el consentimiento de la Administración.
Fuentes municipales sostienen que "el Ayuntamiento está a la espera de obtener los permisos sobre seguridad laboral de la empresa contratada, imprescindibles para poner en marcha las obras de acondicionamiento del colector que pasa por la urbanización El Golf".
"El problema de fondo es el urbanismo depredador que promueve desarrollos destructivos para el ciudadano y el abandono del medio ambiente creando un modelo anticonstitucional", afirmó Del Val.
La Guardia Civil y técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo también se han desplazado a la zona para abrir sendas investigaciones.