Cinco semanas consecutivas sin lluvia en casi veinte observatorios de España. Ni una gota en Badajoz, Huelva y Madrid entre el 11 de diciembre y el 14 de enero
Mié, 17/01/2007
Un anticiclón al sur impide la entrada de aire del norte, y es que «en enero, cuando se mete un anticiclón, persiste». Veinte de las principales estaciones meteorológicas (situadas en su inmensa mayoría en capitales de provincia) no han llegado a registrar un litro por metro cuadrado acumulado entre el 11 de diciembre y el 7 de enero, y sólo Lérida ha mejorado de forma liviana en los último siete días. Y es que «diciembre se salvó por los primeros diez días», explica Antonio Mestre, jefe del servicio de Aplicaciones Meteorológicas del INM.
En esos primeros diez días de diciembre, y sobre todo en la mitad norte de España, llovió muy por encima de la media de esas fechas: La Coruña (363,9 por ciento), Lugo (340,8%) y Molina de Aragón (303,2%) fueron las principales estaciones en lo que se refiere a incremento relativo entre el 4 y el 10 de diciembre, aunque la mayor cantidad de litros por metro cuadrado se vivió en Vigo (147 l/m2), junto a Santiago de Compostela (144) y San Sebastián (104). Después, la nada, o casi nada. De un día para otro, las vertientes atlántica y mediterránea veían descender sus porcentajes hasta caer por debajo del 20 por ciento.
«En sequía invernal»
Así, con ciertos movimientos menores, se ha seguido hasta hoy. Mestre considera que «nos hemos metido en una sequía invernal». O quizá nos aventuramos hacia un tercer año seco, pese a que prácticamente todo el otoño desde el punto de vista de la lluvia ha tenido un buen comportamiento para la sedienta España. El propio Mestre es consciente, como ha dicho en otras ocasiones, de que «la sequía es un fenómeno que normalmente dura dos o tres años seguidos». Y es que la situación actual, en apariencia, es de calma, pero la realidad que nos aportan las cifras es otra, porque después de que en septiembre, octubre y noviembre se registrasen lluvias por encima de la media, el mes de diciembre fue el quinto más seco de los últimos veinte años, y enero lleva el mismo camino, según las previsiones, que no contemplan cambios hasta la semana que viene. «Es tiempo anticiclónico, y para los próximos días, igual. Puede que a principios de la próxima semana se produzcan cambios», afirma Ángel Rivera, portavoz del Instituto Nacional de Meteorología. Rivera espera «que llegue el primer temporal del invierno, no solamente porque yo creo que se necesita en todos los aspectos, sino porque supondría también la aparición de nieve en buena parte de la mitad norte de la Península, y eso sí que podría ser una buena noticia, no ya en lo que respecta a que se cumpla el ciclo típico del invierno, que bastante alterado está, sino de que podamos tener nieve en las cordilleras, muy importante luego para la primavera y el verano».
Nos encontramos, además, con un principio de año «bastante cálido, con temperaturas de casi veinte grados en la zona mediterránea». Rivera explica que «esas temperaturas muy altas se deben al predominio de masas subtropicales y anticiclónicas». En los próximos días se esperan lluvias débiles, pero sólo en Galicia, Asturias, Cantabria y parte de Castilla y León. Este enero cálido, por otra parte, tiene tendencia a mantenerse en el tiempo los meses que le siguen, porque «el primer trimestre del año tendremos unas temperaturas medias entre un grado y un grado y medio por encima de lo normal». Y un dato más que también tienen en cuenta los expertos a medio plazo, y que ya ha mencionado Rivera: «Es preocupante, ante la primavera, que las cordilleras están sin nieve».
En Madrid, «inapreciable»
De los veinte observatorios que no habían acumulado prácticamente un litro de agua por metro cuadrado en las últimas cinco semanas, ayer varió la situación en dos de ellos: Badajoz y Madrid. Por fin la ciudad extremeña vio como salía del 0,0 litros por metro cuadrado que acumulaba desde la segunda decena de diciembre, con una décima de litro por metro cuadrado registrada. Y en Madrid, algo de agua, pero oficialmente lo que cayó fue «inapreciable», según Meteorología.
De los otros observatorios, sólo Lérida ha vivido cierto cambio -mínimo-, con 0,9 litros por metro cuadrado durante la última semana, lo que la convierte en la primera ciudad de las veinte últimas que sobrepasa registros de un litro.
En esos primeros diez días de diciembre, y sobre todo en la mitad norte de España, llovió muy por encima de la media de esas fechas: La Coruña (363,9 por ciento), Lugo (340,8%) y Molina de Aragón (303,2%) fueron las principales estaciones en lo que se refiere a incremento relativo entre el 4 y el 10 de diciembre, aunque la mayor cantidad de litros por metro cuadrado se vivió en Vigo (147 l/m2), junto a Santiago de Compostela (144) y San Sebastián (104). Después, la nada, o casi nada. De un día para otro, las vertientes atlántica y mediterránea veían descender sus porcentajes hasta caer por debajo del 20 por ciento.
«En sequía invernal»
Así, con ciertos movimientos menores, se ha seguido hasta hoy. Mestre considera que «nos hemos metido en una sequía invernal». O quizá nos aventuramos hacia un tercer año seco, pese a que prácticamente todo el otoño desde el punto de vista de la lluvia ha tenido un buen comportamiento para la sedienta España. El propio Mestre es consciente, como ha dicho en otras ocasiones, de que «la sequía es un fenómeno que normalmente dura dos o tres años seguidos». Y es que la situación actual, en apariencia, es de calma, pero la realidad que nos aportan las cifras es otra, porque después de que en septiembre, octubre y noviembre se registrasen lluvias por encima de la media, el mes de diciembre fue el quinto más seco de los últimos veinte años, y enero lleva el mismo camino, según las previsiones, que no contemplan cambios hasta la semana que viene. «Es tiempo anticiclónico, y para los próximos días, igual. Puede que a principios de la próxima semana se produzcan cambios», afirma Ángel Rivera, portavoz del Instituto Nacional de Meteorología. Rivera espera «que llegue el primer temporal del invierno, no solamente porque yo creo que se necesita en todos los aspectos, sino porque supondría también la aparición de nieve en buena parte de la mitad norte de la Península, y eso sí que podría ser una buena noticia, no ya en lo que respecta a que se cumpla el ciclo típico del invierno, que bastante alterado está, sino de que podamos tener nieve en las cordilleras, muy importante luego para la primavera y el verano».
Nos encontramos, además, con un principio de año «bastante cálido, con temperaturas de casi veinte grados en la zona mediterránea». Rivera explica que «esas temperaturas muy altas se deben al predominio de masas subtropicales y anticiclónicas». En los próximos días se esperan lluvias débiles, pero sólo en Galicia, Asturias, Cantabria y parte de Castilla y León. Este enero cálido, por otra parte, tiene tendencia a mantenerse en el tiempo los meses que le siguen, porque «el primer trimestre del año tendremos unas temperaturas medias entre un grado y un grado y medio por encima de lo normal». Y un dato más que también tienen en cuenta los expertos a medio plazo, y que ya ha mencionado Rivera: «Es preocupante, ante la primavera, que las cordilleras están sin nieve».
En Madrid, «inapreciable»
De los veinte observatorios que no habían acumulado prácticamente un litro de agua por metro cuadrado en las últimas cinco semanas, ayer varió la situación en dos de ellos: Badajoz y Madrid. Por fin la ciudad extremeña vio como salía del 0,0 litros por metro cuadrado que acumulaba desde la segunda decena de diciembre, con una décima de litro por metro cuadrado registrada. Y en Madrid, algo de agua, pero oficialmente lo que cayó fue «inapreciable», según Meteorología.
De los otros observatorios, sólo Lérida ha vivido cierto cambio -mínimo-, con 0,9 litros por metro cuadrado durante la última semana, lo que la convierte en la primera ciudad de las veinte últimas que sobrepasa registros de un litro.