La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer que «no hay más que cinismo y deslealtad» en la Generalitat y descartó que haya algún problema ambiental en la desalinizadora de Torrevieja, en Alicante, como sostiene el Consell, que recurrirá contra su construcción.
Narbona contestó en el Pleno del Congreso a una pregunta de la diputada del PSOE Joana Serna sobre la adjudicación de las obras de construcción de la planta desalinizadora de Torrevieja.
La ministra recordó que la planta fue adjudicada el pasado mes de agosto y la semana que viene se dará un nuevo paso en la tramitación para comenzar las obras de «la planta mayor de la UE», que ofrecerá 80 hectómetros cúbicos de agua, 40 para abastecimiento y otros tantos para regadío.
Su departamento fue más allá y, a través de un comunicado, matizó que las obras de la nueva infraestructura «comenzarán en los próximos días», de tal forma que pueda entrar en servicio, parcial o totalmente, a partir de 2008.

Sin efecto ambiental

La ministra de Medio Ambiente explicó también que ya hay más demanda que esa cantidad y señaló que en esta legislatura se multiplicará por cuatro la capacidad de obtener agua del mar.
Tras asegurar, siempre en el pleno del Congreso, que la planta de Torrevieja ha recibido financiación europea, Narbona precisó que la salmuera se verterá a 500 metros respecto a la pradera de poseidonia más cercana y a una profundidad muy inferior a donde está la plataforma de esa pradera.
En su opinión, «hubiera sido oportuno» que por esta pradera se hubiera movilizado y actuado la Generalitat «cuando se han hecho determinadas infraestructuras o concedido determinadas concesiones, que esas sí han perjudicado y mucho a la pradera de poseidonia».
Narbona también negó que la planta esté ubicada en una zona en la que no se pueda tener este tipo de instalaciones y dijo que la Generalitat ha autorizado «en ese mismo lugar» una subestación eléctrica.