Al Gore dice civilización nunca ha estado tan amenazada pero se puede salvar
Jue, 08/02/2007
Al Gore, que ha volcado sus esfuerzos durante los últimos años en la lucha contra el cambio climático, hizo estas consideraciones durante la conferencia "El mayor problema actual de la humanidad: el calentamiento global y la acción para frenarlo" con la que abrió el primer Encuentro sobre Energía, Municipio y calentamiento global, que se celebra hoy y mañana.
El político norteamericano, que acompañó su exposición de un vídeo ilustrativo y de numerosas instantáneas que dejan constancia de los efectos del calentamiento, insistió en que hay tiempo todavía "y tenemos muchas armas" para tratar de resolver el problema, a la vez que abogó por un endurecimiento del Protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático.
Recordó que su país no lo ha firmado, pero observó que algunos Estados como Pensilvania y California están adoptando medidas y que 369 ciudades estadounidenses lo apoyan de forma independiente.
Acusó a Estados Unidos de tener los índices más altos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y opinó que países emergentes como China no se comportarán responsablemente mientras no lo hagan los Estados más desarrollados.
Insistió en que "tenemos capacidad para pensar a largo plazo y hacer cosas" y consideró que la lucha contra el calentamiento global "no es un tema político, sino moral", a la vez que subrayó que se trata también de "un desafío generacional, y la nuestra es a la que llama la historia para que se comporte de forma responsable".
El que fuera vicepresidente con Bill Clinton destacó los tres errores más comunes que a su juicio existen sobre el cambio climático: pensar que el debate está terminado, que se debe elegir entre economía y medioambiente y que si se acepta la realidad de este desafío, quizá sea demasiado tarde para actuar.
Al Gore alertó de la proliferación de grupos de presión que cuestionan el cambio climático, y recordó que igual ocurrió en los años 50 y 60, cuando determinadas organizaciones planteaban dudas sobre los efectos dañinos del tabaco.
Explicó que el sistema climático mundial "es no lineal", por lo que los cambios pueden no ser graduales sino repentinos, y puso como ejemplo que un aumento de un grado de la temperatura media de la tierra sería muy superior en el Polo Norte.
Como efectos del cambio climático, Al Gore citó la proliferación cada vez mayor de huracanes, el incremento de las inundaciones debido a que las precipitaciones son cada vez mas intensas y repentinas, mayor evaporación de los océanos, la acumulación de agua dulce o el cambio de las estaciones.
Apuntó que, además, existen numerosos estudios científicos que vinculan los índices más altos de extinción de especies con el calentamiento global, así como que la relación global entre humanos y microbios se ve afectada por el clima.
En su intervención, se refirió a las masas de hielo de la Antártida, la más grande del planeta, que aunque sigue aumentando en tamaño la masa de los bordes está descendiendo, y de Groenlandia, afectada por los llamados 'terremotos de hielo', y subrayó que si la mitad de ambas se fundieran habría que cambiar los mapas del mundo.
Gore acompañó su intervención de numerosos vídeos y fotografías que evidencian el cambio climático, contrastó instantáneas antiguas y actuales del Kilimanjaro, de la Patagonia, de los Alpes, de Siberia, o del Himalaya, y advirtió en que esta última cordillera nacen siete grandes ríos que suministran agua potable al 40 por ciento de la población mundial.
El ex vicepresidente estadounidense reconoció que en la historia ha habido dos procesos de calentamiento similares, pero aseguró que el que se está produciendo en la actualidad "no es natural".
Al Gore regresará a España el próximo mes de junio para participar en una jornada durante la cual el Gobierno presentará la Estrategia Nacional de Lucha contra el Cambio
El político norteamericano, que acompañó su exposición de un vídeo ilustrativo y de numerosas instantáneas que dejan constancia de los efectos del calentamiento, insistió en que hay tiempo todavía "y tenemos muchas armas" para tratar de resolver el problema, a la vez que abogó por un endurecimiento del Protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático.
Recordó que su país no lo ha firmado, pero observó que algunos Estados como Pensilvania y California están adoptando medidas y que 369 ciudades estadounidenses lo apoyan de forma independiente.
Acusó a Estados Unidos de tener los índices más altos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y opinó que países emergentes como China no se comportarán responsablemente mientras no lo hagan los Estados más desarrollados.
Insistió en que "tenemos capacidad para pensar a largo plazo y hacer cosas" y consideró que la lucha contra el calentamiento global "no es un tema político, sino moral", a la vez que subrayó que se trata también de "un desafío generacional, y la nuestra es a la que llama la historia para que se comporte de forma responsable".
El que fuera vicepresidente con Bill Clinton destacó los tres errores más comunes que a su juicio existen sobre el cambio climático: pensar que el debate está terminado, que se debe elegir entre economía y medioambiente y que si se acepta la realidad de este desafío, quizá sea demasiado tarde para actuar.
Al Gore alertó de la proliferación de grupos de presión que cuestionan el cambio climático, y recordó que igual ocurrió en los años 50 y 60, cuando determinadas organizaciones planteaban dudas sobre los efectos dañinos del tabaco.
Explicó que el sistema climático mundial "es no lineal", por lo que los cambios pueden no ser graduales sino repentinos, y puso como ejemplo que un aumento de un grado de la temperatura media de la tierra sería muy superior en el Polo Norte.
Como efectos del cambio climático, Al Gore citó la proliferación cada vez mayor de huracanes, el incremento de las inundaciones debido a que las precipitaciones son cada vez mas intensas y repentinas, mayor evaporación de los océanos, la acumulación de agua dulce o el cambio de las estaciones.
Apuntó que, además, existen numerosos estudios científicos que vinculan los índices más altos de extinción de especies con el calentamiento global, así como que la relación global entre humanos y microbios se ve afectada por el clima.
En su intervención, se refirió a las masas de hielo de la Antártida, la más grande del planeta, que aunque sigue aumentando en tamaño la masa de los bordes está descendiendo, y de Groenlandia, afectada por los llamados 'terremotos de hielo', y subrayó que si la mitad de ambas se fundieran habría que cambiar los mapas del mundo.
Gore acompañó su intervención de numerosos vídeos y fotografías que evidencian el cambio climático, contrastó instantáneas antiguas y actuales del Kilimanjaro, de la Patagonia, de los Alpes, de Siberia, o del Himalaya, y advirtió en que esta última cordillera nacen siete grandes ríos que suministran agua potable al 40 por ciento de la población mundial.
El ex vicepresidente estadounidense reconoció que en la historia ha habido dos procesos de calentamiento similares, pero aseguró que el que se está produciendo en la actualidad "no es natural".
Al Gore regresará a España el próximo mes de junio para participar en una jornada durante la cual el Gobierno presentará la Estrategia Nacional de Lucha contra el Cambio