La planta estrella de Narbona
Sáb, 03/03/2007
Así arranca el folleto sobre la planta de la empresa pública de aguas Acuamed, la encargada de estas plantas. La desaladora es la mayor prevista por el Ministerio de Medio Ambiente en su plan para sustituir con agua desalada el derogado trasvase del Ebro.
La de Torrevieja, no sólo es la mayor, sino que está construida pensando ya en ampliarse hasta los 120 hectómetros cúbicos anuales, con lo que 'igualaría a la mayor planta del mundo, situada en Israel', según el ministerio. Con esta capacidad duplicaría la que el Gobierno construye en Barcelona, con capacidad para 60 hectómetros. Cada hectómetro cúbico equivale a un volumen como el de un gran estadio de fútbol.
Los 80 hectómetros que desalará al año a partir de finales de 2008 subirán gracias a estaciones de bombeo a 21,157 kilómetros de distancia atravesando cuatro municipios, hasta el depósito de la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
Este organismo recibirá 40 hectómetros cúbicos, la mitad de la producción, que servirá para abastecer a más de dos millones de personas de 79 municipios de Murcia y Alicante. El resto irá a los 70.000 regantes que utilizan el agua del Trasvase Tajo-Segura.
El pasado mayo, el Gobierno adjudicó la construcción y explotación de la planta durante 15 años por 297 millones de euros. La planta toma el agua del mar desde el dique de poniente del puerto de Torrevieja y vertirá la salmuera, el residuo de la desalación, en el dique de levante. Aunque la principal crítica a las desaladoras suele ser el vertido de salmuera, porque es dañino para las algas del fondo marino, en este caso el Gobierno valenciano critica la construcción de la planta, algo sorprendente para uno de los litorales más urbanizados de España como el de Torrevieja. El consumo eléctrico previsto de la planta es de 2,784 millones de kilovatios hora, lo que supone una emisión de 1,8 toneladas de dióxido de carbono al año.
Acuamed concluye que desaladoras como la de Torrevieja 'garantizarán la disponibilidad de agua en cada territorio sin depender de aportes externos'. No a los trasvases.
La de Torrevieja, no sólo es la mayor, sino que está construida pensando ya en ampliarse hasta los 120 hectómetros cúbicos anuales, con lo que 'igualaría a la mayor planta del mundo, situada en Israel', según el ministerio. Con esta capacidad duplicaría la que el Gobierno construye en Barcelona, con capacidad para 60 hectómetros. Cada hectómetro cúbico equivale a un volumen como el de un gran estadio de fútbol.
Los 80 hectómetros que desalará al año a partir de finales de 2008 subirán gracias a estaciones de bombeo a 21,157 kilómetros de distancia atravesando cuatro municipios, hasta el depósito de la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
Este organismo recibirá 40 hectómetros cúbicos, la mitad de la producción, que servirá para abastecer a más de dos millones de personas de 79 municipios de Murcia y Alicante. El resto irá a los 70.000 regantes que utilizan el agua del Trasvase Tajo-Segura.
El pasado mayo, el Gobierno adjudicó la construcción y explotación de la planta durante 15 años por 297 millones de euros. La planta toma el agua del mar desde el dique de poniente del puerto de Torrevieja y vertirá la salmuera, el residuo de la desalación, en el dique de levante. Aunque la principal crítica a las desaladoras suele ser el vertido de salmuera, porque es dañino para las algas del fondo marino, en este caso el Gobierno valenciano critica la construcción de la planta, algo sorprendente para uno de los litorales más urbanizados de España como el de Torrevieja. El consumo eléctrico previsto de la planta es de 2,784 millones de kilovatios hora, lo que supone una emisión de 1,8 toneladas de dióxido de carbono al año.
Acuamed concluye que desaladoras como la de Torrevieja 'garantizarán la disponibilidad de agua en cada territorio sin depender de aportes externos'. No a los trasvases.