El Govern estudia trasvasar agua del Segre a Barcelona en casos de emergencia, en 2030
Mar, 24/04/2007
G.BARCELONA. Derogada la tormenta que supuso el Plan Hidrológico Nacional, la amenaza de un trasvase que afecte al río Ebro, directa o indirectamente, vuelve a sobrevolar. Al menos, en su paso por
Derogada la tormenta que supuso el Plan Hidrológico Nacional, la amenaza de un trasvase que afecte al río Ebro, directa o indirectamente, vuelve a sobrevolar. Al menos, en su paso por Cataluña y a través de uno de sus afluentes, el Segre. La Generalitat catalana contempla construir una tubería para trasvasar agua de la cuenca del río Segre (que nace en Francia, transcurre por Andorra y las provincias catalanas de Girona y Lleida, y se une al Ebro en Mequinenza (Aragón), al área metropolitana de Barcelona.
La medida se aplicaría en casos de emergencia por sequía y en un horizonte próximo al año 2030, según informaron a Efe fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), entidad dependiente del departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat. Estas mismas fuentes señalaron que la ACA ha iniciado un estudio para determinar la viabilidad económica y medioambiental de este trasvase, así como el posible trazado de la tubería.
Tras trascender esta información, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda emitió ayer un comunicado en que negó que «se haya decidido ni planteado» por parte del Gobierno catalán el trasvase del Segre». En la nota se afirma «que no existe ninguna previsión, ni proyecto en la planificación hidrológica ni en los planes y programa aprobados por parte del Gobierno (catalán) para llevar agua del Segre a las cuencas internas». Con todo, en el comunicado no se precisa si existe el citado estudio de la ACA y fuentes del Departamento de Medio Ambiente consultadas por ABC tampoco pudieron ni confirmar ni desmentir este extremo.
En un principio, para el trasvase se barajan varias alternativas, como una conexión entre el río Segre en Oliana (Lleida) y el Cardener, que forma parte de la cuenca del Llobregat, manteniendo siempre los caudales ambientales de los cauces; o una tubería que atraviese la comarca de la Anoia (Barcelona).
Escenario de futuro La ACA contempla un escenario en 2030 con una población de 8,5 millones de personas en Cataluña y un aumento de la demanda de agua de entre el 1 y el 1,5% anual.
Antes de llevar a cabo este trasvase deberán estar en marcha la treintena de obras previstas como alternativa al trasvase del Ebro en Cataluña -cuyo coste supera los mil millones de euros-, entre las que destacan la desalinizadora de El Prat de Llobregat (Barcelona) y la que se construirá en el litoral comprendido entre la capital catalana y Tarragona.
Con estas actuaciones se prevé cubrir la demanda de agua hasta el año 2025.
Esta posible aportación adicional de agua del Segre, al área metropolitana de Barcelona, que se contempla como medida de socorro, surge a partir del plan de regadíos 2007-2011 elaborado por el departamento de Agricultura, en el que se prevé invertir 1.600 millones de euros para modernizar las actuales infraestructuras.
Con la optimización de la red de canales de riego, sobre todo gracias al Segarra-Garrigues y a la modernización del de Urgell, se prevé obtener un excedente de agua que serviría para paliar el presente déficit estructural de Cataluña, de unos 40 hectómetros cúbicos.
Algunas de las compañías que participan en la construcción del canal Segarra-Garrigues, como el grupo Aguas de Barcelona (Agbar) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), ya han expresado su interés en participar en este proyecto de trasvase, según fuentes consultadas por Efe.
Sensibilización El estudio iniciado por la ACA para evaluar el trasvase del Segre al área metropolitana de Barcelona estará listo en un plazo aproximado de un año y, en paralelo, se empezará un trabajo de sensibilización social, tanto en Lleida como en el resto de Cataluña. Esta medida responde al rechazo generado entre diferentes colectivos por anteriores proyectos de trasvase, en especial por el del Ebro, recogido en el Plan Hidrológico Nacional, y el del Ródano.
La cuenca del río Llobregat es, junto con la del Ter, la principal fuente de suministro de agua de los municipios que abarca el área metropolitana de Barcelona, así como la que sufre en mayor medida las consecuencias de períodos de sequía como el que se vive en la actualidad.
Derogada la tormenta que supuso el Plan Hidrológico Nacional, la amenaza de un trasvase que afecte al río Ebro, directa o indirectamente, vuelve a sobrevolar. Al menos, en su paso por Cataluña y a través de uno de sus afluentes, el Segre. La Generalitat catalana contempla construir una tubería para trasvasar agua de la cuenca del río Segre (que nace en Francia, transcurre por Andorra y las provincias catalanas de Girona y Lleida, y se une al Ebro en Mequinenza (Aragón), al área metropolitana de Barcelona.
La medida se aplicaría en casos de emergencia por sequía y en un horizonte próximo al año 2030, según informaron a Efe fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), entidad dependiente del departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat. Estas mismas fuentes señalaron que la ACA ha iniciado un estudio para determinar la viabilidad económica y medioambiental de este trasvase, así como el posible trazado de la tubería.
Tras trascender esta información, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda emitió ayer un comunicado en que negó que «se haya decidido ni planteado» por parte del Gobierno catalán el trasvase del Segre». En la nota se afirma «que no existe ninguna previsión, ni proyecto en la planificación hidrológica ni en los planes y programa aprobados por parte del Gobierno (catalán) para llevar agua del Segre a las cuencas internas». Con todo, en el comunicado no se precisa si existe el citado estudio de la ACA y fuentes del Departamento de Medio Ambiente consultadas por ABC tampoco pudieron ni confirmar ni desmentir este extremo.
En un principio, para el trasvase se barajan varias alternativas, como una conexión entre el río Segre en Oliana (Lleida) y el Cardener, que forma parte de la cuenca del Llobregat, manteniendo siempre los caudales ambientales de los cauces; o una tubería que atraviese la comarca de la Anoia (Barcelona).
Escenario de futuro La ACA contempla un escenario en 2030 con una población de 8,5 millones de personas en Cataluña y un aumento de la demanda de agua de entre el 1 y el 1,5% anual.
Antes de llevar a cabo este trasvase deberán estar en marcha la treintena de obras previstas como alternativa al trasvase del Ebro en Cataluña -cuyo coste supera los mil millones de euros-, entre las que destacan la desalinizadora de El Prat de Llobregat (Barcelona) y la que se construirá en el litoral comprendido entre la capital catalana y Tarragona.
Con estas actuaciones se prevé cubrir la demanda de agua hasta el año 2025.
Esta posible aportación adicional de agua del Segre, al área metropolitana de Barcelona, que se contempla como medida de socorro, surge a partir del plan de regadíos 2007-2011 elaborado por el departamento de Agricultura, en el que se prevé invertir 1.600 millones de euros para modernizar las actuales infraestructuras.
Con la optimización de la red de canales de riego, sobre todo gracias al Segarra-Garrigues y a la modernización del de Urgell, se prevé obtener un excedente de agua que serviría para paliar el presente déficit estructural de Cataluña, de unos 40 hectómetros cúbicos.
Algunas de las compañías que participan en la construcción del canal Segarra-Garrigues, como el grupo Aguas de Barcelona (Agbar) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), ya han expresado su interés en participar en este proyecto de trasvase, según fuentes consultadas por Efe.
Sensibilización El estudio iniciado por la ACA para evaluar el trasvase del Segre al área metropolitana de Barcelona estará listo en un plazo aproximado de un año y, en paralelo, se empezará un trabajo de sensibilización social, tanto en Lleida como en el resto de Cataluña. Esta medida responde al rechazo generado entre diferentes colectivos por anteriores proyectos de trasvase, en especial por el del Ebro, recogido en el Plan Hidrológico Nacional, y el del Ródano.
La cuenca del río Llobregat es, junto con la del Ter, la principal fuente de suministro de agua de los municipios que abarca el área metropolitana de Barcelona, así como la que sufre en mayor medida las consecuencias de períodos de sequía como el que se vive en la actualidad.