Brasil y China cederán datos de sus satélites a los países africanos para prevenir desastres naturales y epidemias
Mié, 09/05/2007
Brasil y China cederán datos de sus satélites a los países africanos para prevenir desastres naturales y epidemias
Brasil y China, en colaboración con España, Italia y Sudáfrica, han alcanzado un acuerdo para ofrecer gratuitamente a los países africanos datos obtenidos por sus satélites, que les serán útiles para prevenir desastres, mejorar la gestión de recursos o, incluso, anticipar epidemias.
EFE
"Brasil y China han acordado compartir y poner a disposición de África los datos sobre el sistema atmosférico de ese continente que obtengan los CBERS (satélites de recursos terrestres) que comparten ambos países", detalló hoy a Efe el director del Grupo para las Observaciones Terrestres (GEO), el francés José Achache.
El acuerdo entre ambos países se inscribe precisamente en las actividades del GEO, una alianza internacional creada en 2005 para fomentar entre todos los países el intercambio fluido de datos y observaciones sobre la atmósfera, para sumar esfuerzos y mejorar así los sistemas de predicción meteorológica o reducir el impacto de los desastres naturales.
Achache anunció que el acuerdo chino-brasileño será presentado en la primera conferencia ministerial del GEO, que tendrá lugar en Sudáfrica el próximo noviembre, como un ejemplo "útil y concreto" de "la importancia de compartir datos entre todos, si se quiere combatir el cambio climático o fomentar el desarrollo económico y la previsión de catástrofes, sobre todo en el mundo en desarrollo".
"Las imágenes de los satélites serán útiles para aspectos muy variados: desde prever desastres naturales como maremotos, huracanes o inundaciones y sus consiguientes brotes epidémicos, hasta mejorar la gestión energética y del agua o supervisar tareas de desminado", detalló Achache, ante el "enorme potencial" de esa información para países que jamás podrían obtenerla por sus medios.
El proyecto necesita también de la colaboración de España, Italia y Sudáfrica, ya que los satélites necesitarán de sus estaciones de recepción para enviar los datos, por lo que esos países también apoyarán económicamente la iniciativa.
Así, los satélites chino-brasileños enviarán sus datos a la estación española de Maspalomas, en las Islas Canarias (donde se recibirá la información relativa del noroeste de África), a la italiana de Malindi (Kenia) y a otra ubicada en Sudáfrica.
En el GEO -cuyo objetivo último es propiciar acuerdos como este- colaboran 69 estados, entre ellos España, Argentina, Brasil, Chile, Honduras, México y Paraguay, así como 46 organizaciones internacionales.
Todos ellos trabajan en la creación del Sistema Global de Observación Terrestre (GEOSS), "un sistema integrador de los sistemas de obtención de datos nacionales, regionales y locales", explicó el director de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera de EEUU, (NOAA), Conrad Lautenbacher.
Ambos expertos acuden en Ginebra al XV Congreso cuatrienal de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), inaugurado esta semana en la cuidad suiza y donde el GEOSS se presenta oficialmente por primera vez a la comunidad hidrometeorológica internacional.
"Hace veinte años los tornados eran imposibles de predecir con anticipación, mientras que ahora se pueden prever hasta 13 minutos antes, un margen que, aunque quizá no parezca mucho, con los medios de comunicación necesarios puede salvar muchas vidas", aseguró Lautenbacher, quien pronosticó que en otra veintena se sabrá de ellos una hora antes de que existan.
En su opinión, "El Niño" es "uno de los mejores ejemplos de la utilidad de compartir información, ya que ahora se puede predecir con entre 3 y 6 meses de antelación y, así, reducir enormemente los daños y salvar vidas".
Esos expertos están convencidos de que con el GEOSS plenamente en desarrollo se hubieran salvado millones de vida en el tsumani que tuvo lugar en el Sudeste asiático en enero de 2005 y que, de hecho, terremotos posteriores han causado menos víctimas de las imaginables gracias a ese sistema de intercambio de información.
Además, con los datos debidamente combinados y difundidos, los países "pueden prever dónde habrá inundaciones y cuál será su dimensión, lo que permite anticipar la aparición de determinadas enfermedades contagiosas o planificar programas de vacunación", apuntó Achache.
Brasil y China, en colaboración con España, Italia y Sudáfrica, han alcanzado un acuerdo para ofrecer gratuitamente a los países africanos datos obtenidos por sus satélites, que les serán útiles para prevenir desastres, mejorar la gestión de recursos o, incluso, anticipar epidemias.
EFE
"Brasil y China han acordado compartir y poner a disposición de África los datos sobre el sistema atmosférico de ese continente que obtengan los CBERS (satélites de recursos terrestres) que comparten ambos países", detalló hoy a Efe el director del Grupo para las Observaciones Terrestres (GEO), el francés José Achache.
El acuerdo entre ambos países se inscribe precisamente en las actividades del GEO, una alianza internacional creada en 2005 para fomentar entre todos los países el intercambio fluido de datos y observaciones sobre la atmósfera, para sumar esfuerzos y mejorar así los sistemas de predicción meteorológica o reducir el impacto de los desastres naturales.
Achache anunció que el acuerdo chino-brasileño será presentado en la primera conferencia ministerial del GEO, que tendrá lugar en Sudáfrica el próximo noviembre, como un ejemplo "útil y concreto" de "la importancia de compartir datos entre todos, si se quiere combatir el cambio climático o fomentar el desarrollo económico y la previsión de catástrofes, sobre todo en el mundo en desarrollo".
"Las imágenes de los satélites serán útiles para aspectos muy variados: desde prever desastres naturales como maremotos, huracanes o inundaciones y sus consiguientes brotes epidémicos, hasta mejorar la gestión energética y del agua o supervisar tareas de desminado", detalló Achache, ante el "enorme potencial" de esa información para países que jamás podrían obtenerla por sus medios.
El proyecto necesita también de la colaboración de España, Italia y Sudáfrica, ya que los satélites necesitarán de sus estaciones de recepción para enviar los datos, por lo que esos países también apoyarán económicamente la iniciativa.
Así, los satélites chino-brasileños enviarán sus datos a la estación española de Maspalomas, en las Islas Canarias (donde se recibirá la información relativa del noroeste de África), a la italiana de Malindi (Kenia) y a otra ubicada en Sudáfrica.
En el GEO -cuyo objetivo último es propiciar acuerdos como este- colaboran 69 estados, entre ellos España, Argentina, Brasil, Chile, Honduras, México y Paraguay, así como 46 organizaciones internacionales.
Todos ellos trabajan en la creación del Sistema Global de Observación Terrestre (GEOSS), "un sistema integrador de los sistemas de obtención de datos nacionales, regionales y locales", explicó el director de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera de EEUU, (NOAA), Conrad Lautenbacher.
Ambos expertos acuden en Ginebra al XV Congreso cuatrienal de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), inaugurado esta semana en la cuidad suiza y donde el GEOSS se presenta oficialmente por primera vez a la comunidad hidrometeorológica internacional.
"Hace veinte años los tornados eran imposibles de predecir con anticipación, mientras que ahora se pueden prever hasta 13 minutos antes, un margen que, aunque quizá no parezca mucho, con los medios de comunicación necesarios puede salvar muchas vidas", aseguró Lautenbacher, quien pronosticó que en otra veintena se sabrá de ellos una hora antes de que existan.
En su opinión, "El Niño" es "uno de los mejores ejemplos de la utilidad de compartir información, ya que ahora se puede predecir con entre 3 y 6 meses de antelación y, así, reducir enormemente los daños y salvar vidas".
Esos expertos están convencidos de que con el GEOSS plenamente en desarrollo se hubieran salvado millones de vida en el tsumani que tuvo lugar en el Sudeste asiático en enero de 2005 y que, de hecho, terremotos posteriores han causado menos víctimas de las imaginables gracias a ese sistema de intercambio de información.
Además, con los datos debidamente combinados y difundidos, los países "pueden prever dónde habrá inundaciones y cuál será su dimensión, lo que permite anticipar la aparición de determinadas enfermedades contagiosas o planificar programas de vacunación", apuntó Achache.