'La renovación de los sistemas de regadío para un uso eficaz del agua en el campo debería ser una prioridad'. Escuchando a Miguel López, director de la Asociación de Fabricantes de Riego Españoles (Afre), uno pensaría que este sector es otro de los que ha aprovechado el rebufo del calentamiento global para sumarse al enorme carro de los aliados que pueden sacar algún beneficio.
Sin embargo, los datos en España demuestran que es algo más que un gesto oportunista. Nuestro país destina el 60% del agua dulce a la agricultura, y cada año se pierde el 30% de los recursos hídricos en acequias y cañerías. Además, 'el cambio climático producirá que las precipitaciones sean cada vez más escasas e irregulares, por lo que la necesidad de contar con un sistema de riego de calidad es urgente', recuerda el portavoz, como también señaló el panel de expertos de la ONU en su último informe.
El Gobierno parece que ha tomado nota. Ya sea por haber priorizado la lucha para minimizar los efectos de las subidas de las temperaturas en España, o por tratarse de un mal endémico que padecen nuestros campos, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) trabaja en el Plan Renove de las Instalaciones de Riego.
Entre las iniciativas que contempla, se incluye un convenio marco con Afre para ayudar a los agricultores a modernizar sus sistemas. Sin embargo, desde el ministerio se han puesto cortapisas a esta alianza antes de su inicio. Primero, porque abarca sólo tres años, desde 2007 hasta 2009, insuficientes para el sector.
Y, sobre todo, porque a pesar de iniciarse este año, este programa se ha quedado sin asignación presupuestaria. 'Es una vergüenza que todavía no se cuente con un presupuesto para acometer una reforma que resulta prioritaria', reclama López.

Plataforma tecnológica
La creciente limitación de los recursos hídricos obligará a esta mejora de los sistemas de regadío. Pero este plan renove es sólo uno de los instrumentos. La otra iniciativa de Afre es la Plataforma Tecnológica Española del Riego, actualmente en fase de formación, y con la que quieren reforzar la apuesta por la innovación.
'Aunque el alto porcentaje de agua que se pierde en los sistemas de distribución es nuestro punto débil, nuestro país es un referente mundial de las tecnologías aplicadas al riego', defiende el director.
El riego por goteo y por aspersión empiezan a dar paso a herramientas más eficientes. 'Cada vez se hablará más del riego deficitario: aplicar agua de manera escasa, pero en el momento preciso. También se generalizará la fertirrigación: el riego de agua con nutrientes'. Tecnologías que, como en el caso del riego por goteo subterráneo, permiten ahorrar hasta el 30% del agua frente al goteo tradicional.
Además, el sector calcula que la aplicación de los nuevos instrumentos permitiría ahorrar hasta un 30% de la energía que se utiliza en los sistemas de regadío.