Feragua apunta que, mientras el volumen regulado aumentó en 12 años un 24,4%, la superficie de regadío creció un 73,5%
Sáb, 26/05/2007
El volumen de agua regulado por embalses aumentó desde 1992 a 2004 un 24,48 por ciento en el sistema de regulación general, mientras que la superficie de regadío creció un 73,5 por ciento en esos 12 años, pasando de las 270.945 hectáreas del año 1992 hasta las 470.308 hectáreas en 2004.
Estos datos oficiales, facilitados a Europa Press por la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), ponen de manifiesto la "falta de apuesta decidida" de la Administración por "hacer obras hidráulicas que aumenten la oferta de recursos".
"Ha existido una dejación de funciones por parte de las administraciones, que son responsables de la situación, pues se ha permitido que se instalaran miles de hectáreas de regadío, de forma que en los últimos años se ha incrementado la superficie en un 74 por ciento", aseguraron las fuentes, que lamentaron que esa subida "no se ha visto incrementada por nuevas ofertas de recursos y no se inauguren nuevos embalses en la cuenca del Guadalquivir".
En toda la cuenca, analizando todos los sistemas de explotación, el incremento del volumen de agua regulado por embalses en sistemas de explotación se incrementó un 27,61 por ciento, mientras que el incremento de superficie de regadío fue del 60 por ciento hasta las 709.515 hectáreas.
En concreto, al margen de la regulación general, existen zonas de la Cuenca del Guadalquivir que en 12 años han visto incrementadas de forma contundente sus superficies de regadío, como la Campiña sevillana, con un incremento del 218,37 por ciento, el sistema de Sevilla (+166,78 por ciento) o Almonte-Marismas (+128 por ciento).
Por contra, zonas como la de Jaén o Bembézar-Retortillo han disminuido su superficie de regadíos, en concreto un 22,7 y un 1,87 por ciento, respectivamente.
Los regantes también se lamentaron del déficit hídrico entre oferta y demanda de agua en toda la cuenca, que supera los 700 hectómetros cúbicos en la Cuenca del Guadalquivir.
Feragua además lamentó que "los regantes de toda la vida se han visto perjudicados, pues están cada vez más endeudados modernizando sus explotaciones y ello no les garantiza tener agua, pues nos encontramos con que hay más comensales que cubiertos y que a pesar de disponer de más recurso, nos corresponde a los regantes menos agua".
Estos datos oficiales, facilitados a Europa Press por la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), ponen de manifiesto la "falta de apuesta decidida" de la Administración por "hacer obras hidráulicas que aumenten la oferta de recursos".
"Ha existido una dejación de funciones por parte de las administraciones, que son responsables de la situación, pues se ha permitido que se instalaran miles de hectáreas de regadío, de forma que en los últimos años se ha incrementado la superficie en un 74 por ciento", aseguraron las fuentes, que lamentaron que esa subida "no se ha visto incrementada por nuevas ofertas de recursos y no se inauguren nuevos embalses en la cuenca del Guadalquivir".
En toda la cuenca, analizando todos los sistemas de explotación, el incremento del volumen de agua regulado por embalses en sistemas de explotación se incrementó un 27,61 por ciento, mientras que el incremento de superficie de regadío fue del 60 por ciento hasta las 709.515 hectáreas.
En concreto, al margen de la regulación general, existen zonas de la Cuenca del Guadalquivir que en 12 años han visto incrementadas de forma contundente sus superficies de regadío, como la Campiña sevillana, con un incremento del 218,37 por ciento, el sistema de Sevilla (+166,78 por ciento) o Almonte-Marismas (+128 por ciento).
Por contra, zonas como la de Jaén o Bembézar-Retortillo han disminuido su superficie de regadíos, en concreto un 22,7 y un 1,87 por ciento, respectivamente.
Los regantes también se lamentaron del déficit hídrico entre oferta y demanda de agua en toda la cuenca, que supera los 700 hectómetros cúbicos en la Cuenca del Guadalquivir.
Feragua además lamentó que "los regantes de toda la vida se han visto perjudicados, pues están cada vez más endeudados modernizando sus explotaciones y ello no les garantiza tener agua, pues nos encontramos con que hay más comensales que cubiertos y que a pesar de disponer de más recurso, nos corresponde a los regantes menos agua".