Hespérides detecta proliferación de microalga dañina para muchos organismos
Lun, 23/07/2007
La expedición a bordo del barco de investigación Hespérides que se halla en el Océano Polar Ártico y que ha iniciado muestreos de hielo, ha detectado en el agua "grandes proliferaciones de plancton fotosintético" cuya especie dominante es "una microalga" causante de "problemas a muchos organismos".
Así lo manifestó hoy a EFE, desde este barco de investigación científica, Susana Agustí, compañera de Carlos Duarte, que es el jefe de esta primera expedición científica española al Ártico, con el objetivo de evaluar el impacto del deshielo en este ecosistema, y que incluye a una treintena de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La especie dominante de este plancton, Phaeocystis, se considera actualmente una plaga en diversos mares del Atlántico Norte.
Según Agustí, "esta microalga planctónica tiene la capacidad de asociarse en colonias segregando un mucilago (sustancia vegetal viscosa) que engloba las células y hace aumentar considerablemente el tamaño de las colonias".
Aunque de ese modo se libera de sus predadores, el proceso genera "problemas a muchos organismos", por ejemplo, "colapsa las branquias de algunos peces, y altera de esta forma la cadena trófica (alimentaria)", añadió la experta.
En este momento, prosiguió, los científicos del Hespérides, que partió hacia el Ártico el pasado 20 de junio, desde el Puerto gallego de Vigo, se encuentran en la cuenca central y profunda del Océano Polar Ártico, con un fondo de más de 1.200 metros.
Los muestreos actuales "incluyen el descenso a la banquisa (límite del casquete helado) y placas para tomar testigos de hielo, y el estudio oceanográfico y biológico de las aguas de la cubeta del Océano Polar Ártico influidas por el deshielo que está ocurriendo actualmente y que vamos siguiendo a bordo", indicó Agustí.
Durante esta primera campaña oceanográfica del Hespérides denominada ATOS, y que forma parte de los proyectos de investigación del Año Polar Internacional, se ha progresado desde el mar de Groenlandia, y el Estrecho de Fran hasta el Océano Polar Ártico.
El 8 de julio se sobrepasaron los 80 grados Norte y se entró en "la zona de sombra" de los satélites de comunicaciones, teniendo posibilidad de contacto sólo mediante teléfonos Iridium y radio.
"Ya han comenzado los muestreos de hielo, para los cuales un equipo formado por científicos y la dotación del Hespérides desciende en embarcaciones zódiac para aproximarse a las placas de hielo", añadió Agustí.
"Se están sacando con un taladro cilindros de hielo de más de un metro de espesor", que pueden representar, sin embargo, prosiguió, "cientos de años" de hielo y nieve compactados.
El hielo del Ártico ha ido acumulando contaminantes y otras sustancias transportadas por la atmósfera, aunque emitidas en otras latitudes, que se han ido depositando sobre el hielo permanente.
El calentamiento del Ártico y su deshielo generará la liberación de estas sustancias al océano libre, cuya magnitud y consecuencias para la vida en el Ártico se pretenden cuantificar durante la campaña ATOS.
En las aguas ya libres de hielo, dijo Agustí, "hemos encontrado grandes proliferaciones de plancton fotosintético, lo que indica un aumento de la producción planctónica como consecuencia del deshielo y del consiguiente aumento en la exposición de estas aguas, ahora libres de hielo, a la radiación solar".
Así lo manifestó hoy a EFE, desde este barco de investigación científica, Susana Agustí, compañera de Carlos Duarte, que es el jefe de esta primera expedición científica española al Ártico, con el objetivo de evaluar el impacto del deshielo en este ecosistema, y que incluye a una treintena de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La especie dominante de este plancton, Phaeocystis, se considera actualmente una plaga en diversos mares del Atlántico Norte.
Según Agustí, "esta microalga planctónica tiene la capacidad de asociarse en colonias segregando un mucilago (sustancia vegetal viscosa) que engloba las células y hace aumentar considerablemente el tamaño de las colonias".
Aunque de ese modo se libera de sus predadores, el proceso genera "problemas a muchos organismos", por ejemplo, "colapsa las branquias de algunos peces, y altera de esta forma la cadena trófica (alimentaria)", añadió la experta.
En este momento, prosiguió, los científicos del Hespérides, que partió hacia el Ártico el pasado 20 de junio, desde el Puerto gallego de Vigo, se encuentran en la cuenca central y profunda del Océano Polar Ártico, con un fondo de más de 1.200 metros.
Los muestreos actuales "incluyen el descenso a la banquisa (límite del casquete helado) y placas para tomar testigos de hielo, y el estudio oceanográfico y biológico de las aguas de la cubeta del Océano Polar Ártico influidas por el deshielo que está ocurriendo actualmente y que vamos siguiendo a bordo", indicó Agustí.
Durante esta primera campaña oceanográfica del Hespérides denominada ATOS, y que forma parte de los proyectos de investigación del Año Polar Internacional, se ha progresado desde el mar de Groenlandia, y el Estrecho de Fran hasta el Océano Polar Ártico.
El 8 de julio se sobrepasaron los 80 grados Norte y se entró en "la zona de sombra" de los satélites de comunicaciones, teniendo posibilidad de contacto sólo mediante teléfonos Iridium y radio.
"Ya han comenzado los muestreos de hielo, para los cuales un equipo formado por científicos y la dotación del Hespérides desciende en embarcaciones zódiac para aproximarse a las placas de hielo", añadió Agustí.
"Se están sacando con un taladro cilindros de hielo de más de un metro de espesor", que pueden representar, sin embargo, prosiguió, "cientos de años" de hielo y nieve compactados.
El hielo del Ártico ha ido acumulando contaminantes y otras sustancias transportadas por la atmósfera, aunque emitidas en otras latitudes, que se han ido depositando sobre el hielo permanente.
El calentamiento del Ártico y su deshielo generará la liberación de estas sustancias al océano libre, cuya magnitud y consecuencias para la vida en el Ártico se pretenden cuantificar durante la campaña ATOS.
En las aguas ya libres de hielo, dijo Agustí, "hemos encontrado grandes proliferaciones de plancton fotosintético, lo que indica un aumento de la producción planctónica como consecuencia del deshielo y del consiguiente aumento en la exposición de estas aguas, ahora libres de hielo, a la radiación solar".