Aguas revueltas en Zaragoza
Mié, 22/08/2007
Que el sabor del agua potable que sale por los grifos de Zaragoza no es el más agradable es algo conocido desde hace años. Figura entre las ciudades españolas en las que más agua embotellada se consume y eso ya dice bastante. Para quien la bebe por primera vez, el gusto del líquido elemento que se distribuye por la red municipal de abastecimiento es rápidamente detectado. No es algo nuevo, pero ha vuelto a estar de actualidad. Y no tanto por los vecinos, que lo han asumido como algo cotidiano, como por los políticos. La difusión de un estudio sobre la calidad del agua potable en diversas ciudades españolas ha abierto una polémica en otras aguas, las políticas, con críticas cruzadas entre el PP, en la oposición, y el PSOE, en el gobierno municipal que encabeza el alcalde Juan Alberto Belloch. No se discute de la potabilidad del agua, que se da por asegurada, pero sí por el deficiente sabor que tiene. Lo cierto es que, en este caso, la cuestión viene de lejos y con sucesivos gobiernos municipales de distinto color, incluido el PP. De hecho, fue precisamente un factor decisivo para impulsar, en los años 90, el proyecto para abastecer a Zaragoza capital y a varios municipios más de su entorno con agua llegada del Pirineo y recogida en la presa de Yesa. Pero esas aguas aún no llegan, a pesar de los años transcurridos. Eso, unido al hecho de que el próximo año se celebre la Expo —con el lema «Agua y Desarrollo Sostenible»— ha llevado a los populares a criticar al gobierno municipal por este asunto. «Inconcebible» Ayer, el concejal del PP Manuel Medrano tildaba de «inconcebible» la calidad del agua que se distribuye por la red municipal de abastecimiento. De «inconcebible», precisamente, por el hecho de que esta situación se dé en una ciudad europea que va a recibir a miles de personas durante una Expo, la del próximo año, dedicada específicamente al agua. Medrano dice que el agua que se suministra en la capital aragonesa cumple «por las justas» con las exigencias que marca la normativa española. Pero no dudaba en calificarla como «la peor» de la que se bebe en «las principales ciudades de España». Este edil del PP criticó también el ritmo al que marchan las obras de la conducción para abastecer a Zaragoza con aguas del embalse de Yesa. Según Medrano, «no han avanzado nada en los últimos cuatro años». Desde el gobierno municipal, por su parte, se insiste en que el agua que se distribuye en Zaragoza cumple con todas las normas establecidas y que es perfectamente consumible. Además, se asegura que desde el Consistorio sí que se están tomando medidas para mejorar la calidad y el sabor del agua potable en la capital. Citan, como ejemplos, la puesta en marcha de tres puntos de cloración en distintos puntos de la ciudad; la previsión de abrir otros tres el próximo año; o el que siga adelante el proyecto del recrecimiento del embalse de Yesa.