Narbona pide una ayuda 'más activa y comprometida' de los parlamentarios del mundo contra la desertificación
Jue, 13/09/2007
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, pidió hoy a los 80 parlamentarios de 40 países reunidos en el foro de debate organizado por la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en el Congreso de los Diputados, una participación "más activa y comprometida" en la lucha contra la desertificación en el mundo, un problema tanto medioambiental como social que según Narbona supone "un desafío ético", sobre todo para los países ricos.
En la inauguración de esta reunión, que se desarrollará entre hoy y mañana en el Congreso paralela a la Conferencia de la ONU sobre Desertificación del Palacio de Exposiciones del Paseo de la Castellana, participaron también el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín; el secretario ejecutivo de la Convención, Gregoire de Kalbermatten, y el secretario general de la Unión Interparlamentaria, Anders B. Johnsson.
En el acto, Narbona aseguró que para enfrentar el problema del suelo, que no sólo es un problema medioambiental sino también "un desafío ético" para los países ricos, se necesitan "parlamentarios activos y exigentes" porque es en los parlamentos "donde se aprueban los presupuestos" y por tanto, las partidas destinadas a esta causa.
La titular de Medio Ambiente lamentó la pasividad internacional ante un problema de cuya gravedad ya nos han avisado los científicos y que supone una fuente cada vez más activa de problemas sociales "íntimamente ligados" al aumento de la pobreza, el hambre, las desigualdades sociales y los grandes movimientos migratorios de habitantes de zonas desérticas, que España conoce de primera mano.
La ministra recordó que España está "profundamente comprometida con la comunidad internacional" en este combate y destacó que en esta legislatura, el Gobierno "ha multiplicado por dos" la ayuda al desarrollo, sobre todo en Africa, donde se han desarrollado también proyectos para frenar el avance del desierto y para ayudar a los pueblos que más lo necesitan a desarrollar sus propios planes para defender el suelo. "Ahora necesitamos que el compromiso sea compartido, sobre todo por los países desarrollados", insistió.
ESPAÑA MULTIPLICA SU DONACIÓN.
"En la anterior legislatura, España destinó 1.500 millones contra la desertificación, en el periodo 2004-2007 se multiplicó la cifra y se invirtieron 3.000 millones de euros", recordó Narbona, quien destacó también su compromiso con la modernización de regadíos, para prevenir el despilfarro de los recursos hídricos, combatir los incendios forestales y hacer sostenible y productivo el campo a través de la futura Ley para el Desarrollo Rural Sostenible.
Narbona se felicitó por ser el Gobierno de España, apoyado por "muchos otros países", entre ellos Portugal, actual presidente del Consejo de ministros de la Unión Europea (UE), pionero e proponer la entrada de la desertificación en la agenda europea y ofrecer, como ya lo ha hecho, el Centro Temático sobre Desertificación y Sequía de la Universidad de Barcelona como centro que trabaje a escala mundial.
La titular de Medio Ambiente asegura que España, con un 35% de suelo afectado por la sequía de forma seria, "conoce bien las consecuencias de la desertificación que sufren muchos países del África subsahariana porque es el proceso que motiva miles de huidas del continente que España recibe e intenta integrar como ciudadanos de pleno derecho".
MARÍN PIDE COMPROMISO A LOS GOBIERNOS.
Por su parte, en su intervención Marín destacó también el cariz social que tiene el problema de la desertificación en el mundo, que además de afectar al 30% de la superficie de la tierra y acabar cada año con 24.000 millones de capas cultivables en todos los continentes, es causa de pobreza, conflictos sociales, hambruna y desplazamientos de población a países como España.
El presidente del Congreso considera que la comunidad internacional va aumentando "poco a poco" su conciencia sobre el problema y pidió "el compromiso de todos", también de gobiernos y parlamentos, sobre todo para defender a los habitantes de los países más pobres, que son los que más sufren las consecuencias del proceso.
Destacó que esta séptima sesión del Foro Parlamentario de la Convención es "especialmente relevante" por la presencia de gran número de delegaciones de África y agradeció a la ministra Narbona su labor, asegurando que se trata "de una de las responsables de Medio Ambiente más competentes de la UE".
En la inauguración de esta reunión, que se desarrollará entre hoy y mañana en el Congreso paralela a la Conferencia de la ONU sobre Desertificación del Palacio de Exposiciones del Paseo de la Castellana, participaron también el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín; el secretario ejecutivo de la Convención, Gregoire de Kalbermatten, y el secretario general de la Unión Interparlamentaria, Anders B. Johnsson.
En el acto, Narbona aseguró que para enfrentar el problema del suelo, que no sólo es un problema medioambiental sino también "un desafío ético" para los países ricos, se necesitan "parlamentarios activos y exigentes" porque es en los parlamentos "donde se aprueban los presupuestos" y por tanto, las partidas destinadas a esta causa.
La titular de Medio Ambiente lamentó la pasividad internacional ante un problema de cuya gravedad ya nos han avisado los científicos y que supone una fuente cada vez más activa de problemas sociales "íntimamente ligados" al aumento de la pobreza, el hambre, las desigualdades sociales y los grandes movimientos migratorios de habitantes de zonas desérticas, que España conoce de primera mano.
La ministra recordó que España está "profundamente comprometida con la comunidad internacional" en este combate y destacó que en esta legislatura, el Gobierno "ha multiplicado por dos" la ayuda al desarrollo, sobre todo en Africa, donde se han desarrollado también proyectos para frenar el avance del desierto y para ayudar a los pueblos que más lo necesitan a desarrollar sus propios planes para defender el suelo. "Ahora necesitamos que el compromiso sea compartido, sobre todo por los países desarrollados", insistió.
ESPAÑA MULTIPLICA SU DONACIÓN.
"En la anterior legislatura, España destinó 1.500 millones contra la desertificación, en el periodo 2004-2007 se multiplicó la cifra y se invirtieron 3.000 millones de euros", recordó Narbona, quien destacó también su compromiso con la modernización de regadíos, para prevenir el despilfarro de los recursos hídricos, combatir los incendios forestales y hacer sostenible y productivo el campo a través de la futura Ley para el Desarrollo Rural Sostenible.
Narbona se felicitó por ser el Gobierno de España, apoyado por "muchos otros países", entre ellos Portugal, actual presidente del Consejo de ministros de la Unión Europea (UE), pionero e proponer la entrada de la desertificación en la agenda europea y ofrecer, como ya lo ha hecho, el Centro Temático sobre Desertificación y Sequía de la Universidad de Barcelona como centro que trabaje a escala mundial.
La titular de Medio Ambiente asegura que España, con un 35% de suelo afectado por la sequía de forma seria, "conoce bien las consecuencias de la desertificación que sufren muchos países del África subsahariana porque es el proceso que motiva miles de huidas del continente que España recibe e intenta integrar como ciudadanos de pleno derecho".
MARÍN PIDE COMPROMISO A LOS GOBIERNOS.
Por su parte, en su intervención Marín destacó también el cariz social que tiene el problema de la desertificación en el mundo, que además de afectar al 30% de la superficie de la tierra y acabar cada año con 24.000 millones de capas cultivables en todos los continentes, es causa de pobreza, conflictos sociales, hambruna y desplazamientos de población a países como España.
El presidente del Congreso considera que la comunidad internacional va aumentando "poco a poco" su conciencia sobre el problema y pidió "el compromiso de todos", también de gobiernos y parlamentos, sobre todo para defender a los habitantes de los países más pobres, que son los que más sufren las consecuencias del proceso.
Destacó que esta séptima sesión del Foro Parlamentario de la Convención es "especialmente relevante" por la presencia de gran número de delegaciones de África y agradeció a la ministra Narbona su labor, asegurando que se trata "de una de las responsables de Medio Ambiente más competentes de la UE".