Iglesias respalda que los regadíos se financien con parques eólicos. El presidente regional inauguró ayer 2.134 hectáreas que se destinarán a fruticultura
Jue, 13/09/2007
El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, respaldaron ayer la posibilidad de instalar parques eólicos que contribuyan a sufragar el gasto derivado del suministro de agua por bombeo a los regadíos.
Ambos dirigentes transmitieron su compromiso con esta alternativa durante la inauguración de la transformación en regadío de 2.134 hectáreas correspondientes al Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés (PBEA), en el término de Mequinenza, tras una inversión de casi 20 millones de euros.
La instalación de parques eólicos se llevaría a cabo en las comunidades de regantes que precisen bombeo con el objetivo, incluso, de poder llegar a coste cero de la energía utilizada.
Por el momento, Arguilé informó de que la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesa (Sirasa), empresa pública del Departamento de Agricultura y Alimentación, está realizando un estudio para que analice las posibilidades de esta iniciativa.
APROVECHAR EL AGUA
Estas infraestructuras contribuirían a mejorar la rentabilidad de las explotaciones que, de momento, en esta zona del Bajo Aragón se sufragarán fundamentalmente con el melocotón y la cereza, a la que se destinarán principalemente los terrenos, y que son productos de calidad.
El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, animó al mismo tiempo a aprovechar los recursos hidráulicos de Aragón en el sistema agrario de la propia comunidad autónoma y rechazó cualquier proyecto de trasvase del río Ebro.
"Si se riega con agua del Ebro a 1.000 kilómetros de aquí, no se puede regar aquí", afirmó aludiendo así al último proyecto de trasvase, el defendido por el Gobierno central del PP desde el año 2000 al 2004 para abastecer a Valencia, Murcia y la provincia andaluza de Almería.
Iglesias recordó que la gestión del agua no sólo sirve para la agricultura, sino también para "poder competir para captar inversiones, instalaciones en nuestros polígonos industriales, es decir, para el desarrollo y el crecimiento". En este sentido, una vez paralizado el trasvase gracias a la defensa realizada, aseguró que la segunda parte de la política hidráulica "no puede ser quedarse con la satisfacción de haber impedido un gran trasvase, sino aprovechar el agua en Aragón".
La alcaldesa de la localidad de Mequinenza, Magdalena Godia, mostró su satisfacción por la puesta en marcha de los nuevos regadíos, recordó el esfuerzo de los regantes y destacó la importancia del regadío para "asentar las poblaciones en este territorio". Las obras ejecutadas han supuesto una inversión conjunta de 18,3 millones de euros, de la que el Gobierno aragonés ha financiado el 85%, y los más de 350 regantes beneficiados aportan 2,85 millones.
Ambos dirigentes transmitieron su compromiso con esta alternativa durante la inauguración de la transformación en regadío de 2.134 hectáreas correspondientes al Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés (PBEA), en el término de Mequinenza, tras una inversión de casi 20 millones de euros.
La instalación de parques eólicos se llevaría a cabo en las comunidades de regantes que precisen bombeo con el objetivo, incluso, de poder llegar a coste cero de la energía utilizada.
Por el momento, Arguilé informó de que la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesa (Sirasa), empresa pública del Departamento de Agricultura y Alimentación, está realizando un estudio para que analice las posibilidades de esta iniciativa.
APROVECHAR EL AGUA
Estas infraestructuras contribuirían a mejorar la rentabilidad de las explotaciones que, de momento, en esta zona del Bajo Aragón se sufragarán fundamentalmente con el melocotón y la cereza, a la que se destinarán principalemente los terrenos, y que son productos de calidad.
El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, animó al mismo tiempo a aprovechar los recursos hidráulicos de Aragón en el sistema agrario de la propia comunidad autónoma y rechazó cualquier proyecto de trasvase del río Ebro.
"Si se riega con agua del Ebro a 1.000 kilómetros de aquí, no se puede regar aquí", afirmó aludiendo así al último proyecto de trasvase, el defendido por el Gobierno central del PP desde el año 2000 al 2004 para abastecer a Valencia, Murcia y la provincia andaluza de Almería.
Iglesias recordó que la gestión del agua no sólo sirve para la agricultura, sino también para "poder competir para captar inversiones, instalaciones en nuestros polígonos industriales, es decir, para el desarrollo y el crecimiento". En este sentido, una vez paralizado el trasvase gracias a la defensa realizada, aseguró que la segunda parte de la política hidráulica "no puede ser quedarse con la satisfacción de haber impedido un gran trasvase, sino aprovechar el agua en Aragón".
La alcaldesa de la localidad de Mequinenza, Magdalena Godia, mostró su satisfacción por la puesta en marcha de los nuevos regadíos, recordó el esfuerzo de los regantes y destacó la importancia del regadío para "asentar las poblaciones en este territorio". Las obras ejecutadas han supuesto una inversión conjunta de 18,3 millones de euros, de la que el Gobierno aragonés ha financiado el 85%, y los más de 350 regantes beneficiados aportan 2,85 millones.