El estudio de impacto ambiental de Los Rodeos propone hacer dos depuradoras
Lun, 17/09/2007
El documento fue elaborado como consecuencia del Plan Director del Aeropuerto Tenerife Norte que plantea la realización de una serie de obras para ampliar esta infraestructura aeroportuaria debido al "incremento de la demanda futura previsto" en dicho plan.
Además, en él se determinan que estas actuaciones generarán impactos ambientales moderados sobre el medio físico, biológico y socioeconómico del aeropuerto y los terrenos cercanos.
A pesar de que en el estudio se asegura que los trabajos de ampliación no tendrán gran consecuencia en la zona, si revela que la fauna que habita en la zona podría verse afectada por dichas obras. De esta manera, las obras de ampliación modificarán el modo de vida de distintas especies de invertebrados así como de la terrera marismeña, ya que "su importancia ornitológica radica en ser el único enclave conocido de presencia de la subespecie rufescens de terrera marismeña en las Islas y la mejor área en Tenerife para especies propias de los pastizales, como curruca tomillera, bisbita caminero, pardillo común, triguero y codorniz común".
En el estudio de impacto ambiental también se destaca que la zona del aeropuerto de Los Rodeos "es una zona de paso e invernada de paseriformes, limícolas, garzas y rapaces, y zona de alimentación" para las crías de las especies que se encuentran en la zona. Una de las especies que tiene su nido en los terrenos próximos al aeropuerto es la terrera marismeña "especie incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias en Peligro de Extinción". Además de esta ave, este documento explica que la ampliación de Los Rodeos también afectará al hábitat de la parmacella tenerifensis, "ya que parte de las actuaciones se realizan en una zona de posible presencia de esta especie. En cualquier caso la superficie afectada por las obras sólo incidirá en una proporción muy pequeña de su área", asegura el estudio.
La parmacella tenerifensis es una especie endémica de Canarias que se encuentra emplazada a poca distancia del aeropuerto. En los años 2001 y 2002, todas las parejas se localizaron dentro del recinto aeroportuario, y concretamente, en la zona interior entre la pista de despegue y rodadura del extremo sureste.
Así como en el estudio se explica que el impacto sobre la vegetación será menor, se destaca que "los vertebrados terrestres son los más afectados por el transito de maquinaria y tráfico de vehículos y más especialmente de aves durante la época de cría". Sin embargo, el estudio plantea una serie de medidas correctoras como "la disminución de las actividades más ruidosas durante la época de cría, que se desarrolla desde abril a agosto".
Aguas
En dicho estudio también se recoge la necesidad de instalar una estación depuradora de las aguas residuales que generará el aeropuerto, así como una estación depuradora de aguas residuales donde se traten las aguas sépticas de los aviones.
En cuanto a los terrenos, en el documento se indica que "el área donde se localiza el aeropuerto está formada por materiales antiguos muy erosionados, compactados y alterados. La permeabilidad del conjunto es baja, favoreciendo la escorrentía superficial, que alimenta los acuíferos establecidos en la vega lagunera". En ese sentido, agrega que "la afección a la hidrología es prácticamente nula debido a la poca pendiente de la zona, a la localización puntual de los desmontes y rellenos que en poco o nada modificarán el patrón general de las aguas en el entorno". Sin embargo, se asegura que con la construcción de la plataforma se "disminuye la cantidad de agua infiltrada e incrementa los niveles de agua de escorrentía, a la vez que cambia su discurrir en superficie" pero "este efecto no se puede considerar relevante porque el proyecto contempla la recogida de aguas de lluvia"
Además, en él se determinan que estas actuaciones generarán impactos ambientales moderados sobre el medio físico, biológico y socioeconómico del aeropuerto y los terrenos cercanos.
A pesar de que en el estudio se asegura que los trabajos de ampliación no tendrán gran consecuencia en la zona, si revela que la fauna que habita en la zona podría verse afectada por dichas obras. De esta manera, las obras de ampliación modificarán el modo de vida de distintas especies de invertebrados así como de la terrera marismeña, ya que "su importancia ornitológica radica en ser el único enclave conocido de presencia de la subespecie rufescens de terrera marismeña en las Islas y la mejor área en Tenerife para especies propias de los pastizales, como curruca tomillera, bisbita caminero, pardillo común, triguero y codorniz común".
En el estudio de impacto ambiental también se destaca que la zona del aeropuerto de Los Rodeos "es una zona de paso e invernada de paseriformes, limícolas, garzas y rapaces, y zona de alimentación" para las crías de las especies que se encuentran en la zona. Una de las especies que tiene su nido en los terrenos próximos al aeropuerto es la terrera marismeña "especie incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias en Peligro de Extinción". Además de esta ave, este documento explica que la ampliación de Los Rodeos también afectará al hábitat de la parmacella tenerifensis, "ya que parte de las actuaciones se realizan en una zona de posible presencia de esta especie. En cualquier caso la superficie afectada por las obras sólo incidirá en una proporción muy pequeña de su área", asegura el estudio.
La parmacella tenerifensis es una especie endémica de Canarias que se encuentra emplazada a poca distancia del aeropuerto. En los años 2001 y 2002, todas las parejas se localizaron dentro del recinto aeroportuario, y concretamente, en la zona interior entre la pista de despegue y rodadura del extremo sureste.
Así como en el estudio se explica que el impacto sobre la vegetación será menor, se destaca que "los vertebrados terrestres son los más afectados por el transito de maquinaria y tráfico de vehículos y más especialmente de aves durante la época de cría". Sin embargo, el estudio plantea una serie de medidas correctoras como "la disminución de las actividades más ruidosas durante la época de cría, que se desarrolla desde abril a agosto".
Aguas
En dicho estudio también se recoge la necesidad de instalar una estación depuradora de las aguas residuales que generará el aeropuerto, así como una estación depuradora de aguas residuales donde se traten las aguas sépticas de los aviones.
En cuanto a los terrenos, en el documento se indica que "el área donde se localiza el aeropuerto está formada por materiales antiguos muy erosionados, compactados y alterados. La permeabilidad del conjunto es baja, favoreciendo la escorrentía superficial, que alimenta los acuíferos establecidos en la vega lagunera". En ese sentido, agrega que "la afección a la hidrología es prácticamente nula debido a la poca pendiente de la zona, a la localización puntual de los desmontes y rellenos que en poco o nada modificarán el patrón general de las aguas en el entorno". Sin embargo, se asegura que con la construcción de la plataforma se "disminuye la cantidad de agua infiltrada e incrementa los niveles de agua de escorrentía, a la vez que cambia su discurrir en superficie" pero "este efecto no se puede considerar relevante porque el proyecto contempla la recogida de aguas de lluvia"