El Gobierno va a cerrar pozos en La Mancha para que el agua del Guadiana llegue a Extremadura
Jue, 20/09/2007
Que el Guadiana vuelva a ser un río continuo. El Ministerio de Medio Ambiente, por medio de la Confederación Hidrográfica, va a retirar derechos de extracción en La Mancha a fin de que el curso de agua no se interrumpa como pasa ahora entra las provincias de Ciudad Real y Badajoz.
El plan especial del Alto Guadiana, que está a punto de aprobarse por el Ministerio, prevé la reducción del número de pozos que están sometiendo a las aguas subterráneas que alimentan el río a una explotación masiva con destino a regadío.
Son según las fuentes entre 20.000 y 60.000 los pozos ilegales existentes y que han dejado al Guadiana extremeño a expensas únicamente de sus propios afluentes sin que entre caudal procedente de Castilla-La Mancha.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Enrique Calleja, clausuró ayer en Mérida una jornada con la que arranca el proceso de discusión pública del nuevo plan de cuenca, que estará en vigor entre los años 2009 y 2015.
Recuperar el río
Existe ya un borrador de plan que va a ser sometido a la opinión de afectados e implicados, públicos y privados, y que saldrá a información pública a finales del 2008 para dar lugar a las alegaciones formales que quieran hacerse; posteriormente el Ministerio y la Confederación resuelven esas alegaciones y el plan de cuenca de la demarcación hidrográfica del Guadiana quedará aprobado en el 2009.
Uno de los problemas que va a atender es el de La Mancha, en el Alto Guadiana; el objetivo es recuperar tanto la calidad como el curso de agua originales que han quedado eliminados por la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos del río.
La falta de agua está perjudicando a ecosistemas como el parque nacional de las Tablas de Daimiel o el parque natural natural de las Lagunas de Ruideras, explica José Ángel Rodríguez, director de la oficina de planificación de CHG. «Por la sobreexplotación no hay salida de los acuíferos, y hay falta de continuidad en el río».
Una de las medidas que se van a aplicar es la «retirada de derechos», para «equilibrar la extracción» con las posibilidades de recarga, y que así haya «caudales ambientales mínimos en continuo».
Actualmente, añade el presidente de Confederación Enrique Calleja, está desconectada la parte alta del río con la media y baja.
La situación del Alto Guadiana es tan difícil que está prevista una prórroga caso de que en el 2015 no se haya conseguido devolver el río a su estado original.
El nuevo plan de cuenca, que se aprobará también en el resto de demarcaciones hidrográficas españolas, persigue garantizar la cantidad y calidad de los caudales, calidad que en el caso del Guadiana extremeño es «preocupante aunque no irreversible» según José Ángel Rodríguez.
1.200 hm de consumo
Para cumplir la directiva europea de aguas 60/2000, la calidad del líquido tiene que incrementarse bastante, y esa es la novedad principal del nuevo plan, controlar mejor las contaminaciones.
El Guadiana entrega anualmente unos 1.200 hectómetros cúbicos para los principales usos en la región. La gran consumidora -por encima de la media española- es la agricultura con 1.100 hectómetros a los que se suman otros 100 hectómetros para abastecimiento humano; las necesidades industriales son mucho menores y suelen salir del suministro a poblaciones.
Por otro lado España está obligada a dejar pasar unos 600 hectómetros anuales hacia Portugal.
El plan especial del Alto Guadiana, que está a punto de aprobarse por el Ministerio, prevé la reducción del número de pozos que están sometiendo a las aguas subterráneas que alimentan el río a una explotación masiva con destino a regadío.
Son según las fuentes entre 20.000 y 60.000 los pozos ilegales existentes y que han dejado al Guadiana extremeño a expensas únicamente de sus propios afluentes sin que entre caudal procedente de Castilla-La Mancha.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Enrique Calleja, clausuró ayer en Mérida una jornada con la que arranca el proceso de discusión pública del nuevo plan de cuenca, que estará en vigor entre los años 2009 y 2015.
Recuperar el río
Existe ya un borrador de plan que va a ser sometido a la opinión de afectados e implicados, públicos y privados, y que saldrá a información pública a finales del 2008 para dar lugar a las alegaciones formales que quieran hacerse; posteriormente el Ministerio y la Confederación resuelven esas alegaciones y el plan de cuenca de la demarcación hidrográfica del Guadiana quedará aprobado en el 2009.
Uno de los problemas que va a atender es el de La Mancha, en el Alto Guadiana; el objetivo es recuperar tanto la calidad como el curso de agua originales que han quedado eliminados por la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos del río.
La falta de agua está perjudicando a ecosistemas como el parque nacional de las Tablas de Daimiel o el parque natural natural de las Lagunas de Ruideras, explica José Ángel Rodríguez, director de la oficina de planificación de CHG. «Por la sobreexplotación no hay salida de los acuíferos, y hay falta de continuidad en el río».
Una de las medidas que se van a aplicar es la «retirada de derechos», para «equilibrar la extracción» con las posibilidades de recarga, y que así haya «caudales ambientales mínimos en continuo».
Actualmente, añade el presidente de Confederación Enrique Calleja, está desconectada la parte alta del río con la media y baja.
La situación del Alto Guadiana es tan difícil que está prevista una prórroga caso de que en el 2015 no se haya conseguido devolver el río a su estado original.
El nuevo plan de cuenca, que se aprobará también en el resto de demarcaciones hidrográficas españolas, persigue garantizar la cantidad y calidad de los caudales, calidad que en el caso del Guadiana extremeño es «preocupante aunque no irreversible» según José Ángel Rodríguez.
1.200 hm de consumo
Para cumplir la directiva europea de aguas 60/2000, la calidad del líquido tiene que incrementarse bastante, y esa es la novedad principal del nuevo plan, controlar mejor las contaminaciones.
El Guadiana entrega anualmente unos 1.200 hectómetros cúbicos para los principales usos en la región. La gran consumidora -por encima de la media española- es la agricultura con 1.100 hectómetros a los que se suman otros 100 hectómetros para abastecimiento humano; las necesidades industriales son mucho menores y suelen salir del suministro a poblaciones.
Por otro lado España está obligada a dejar pasar unos 600 hectómetros anuales hacia Portugal.