La falta de agua seca 18 de las 23 lagunas censadas en Córdoba. Trece de los espacios naturales no han tenido agua durante este año
Dom, 23/09/2007
Si el mes de enero ya anunciaba que este año podría ser complicado para los seres vivos que suelen habitar en las lagunas de la provincia (15 de los 23 humedales estaban secos), con el paso de los meses la situación no ha mejorado.
Los niveles de precipitaciones, más bajos de lo normal, han contribuido a empeorar el estado de las lagunas. Hasta 13 de estos parajes naturales se han mantenido secos durante todo el año sin conseguir superar el nivel 0, que permite andar por la superficie sin dificultad.
El último estudio de la Delegación Provincial de Medio Ambiente solo registra con agua cinco humedales (Zóñar, Rincón, Amarga, Donadío y General). No obstante, casi todos se encuentran en el nivel bajo de agua (2) y ninguno ha logrado llegar al nivel de agua alto en lo que va de año. Este análisis, que se ha realizado durante este mes de septiembre, califica las lagunas hasta un nivel máximo de 6 (excepcionalmente alta), aunque esta situación no se suele producir en los humedales cordobeses, normalmente de carácter estacional. De las seis incluidas en la figura de protección Lagunas del Sur de Córdoba, solo Zóñar, Rincón y Amarga son de agua permanente, mientras que Salobral, Tíscar y Jarales son estacionales.
Como suele ser habitual, los humedales cordobeses suelen reducir su profundidad desde el mes de marzo hasta alcanzar los mínimos en octubre. Entre los años 1997 y 1999, cuando las precipitaciones fueron más elevadas de lo habitual en la provincia, se llegó a los niveles más altos en los distintos humedales. Así, Zóñar, que es la que tiene más profundidad en la provincia, cerró el año 1997 con 16,53 metros, mientras que Amarga llegó a los 6,11 y Rincón, a 5,12. Por el contrario, los niveles mínimos coincidieron con el periodo de la última gran sequía. En diciembre de 1995, Zóñar se quedó con 11,55 metros de profundidad, Amarga bajó hasta los 2,82 y Rincón cayó a 0,42.
Los niveles de precipitaciones, más bajos de lo normal, han contribuido a empeorar el estado de las lagunas. Hasta 13 de estos parajes naturales se han mantenido secos durante todo el año sin conseguir superar el nivel 0, que permite andar por la superficie sin dificultad.
El último estudio de la Delegación Provincial de Medio Ambiente solo registra con agua cinco humedales (Zóñar, Rincón, Amarga, Donadío y General). No obstante, casi todos se encuentran en el nivel bajo de agua (2) y ninguno ha logrado llegar al nivel de agua alto en lo que va de año. Este análisis, que se ha realizado durante este mes de septiembre, califica las lagunas hasta un nivel máximo de 6 (excepcionalmente alta), aunque esta situación no se suele producir en los humedales cordobeses, normalmente de carácter estacional. De las seis incluidas en la figura de protección Lagunas del Sur de Córdoba, solo Zóñar, Rincón y Amarga son de agua permanente, mientras que Salobral, Tíscar y Jarales son estacionales.
Como suele ser habitual, los humedales cordobeses suelen reducir su profundidad desde el mes de marzo hasta alcanzar los mínimos en octubre. Entre los años 1997 y 1999, cuando las precipitaciones fueron más elevadas de lo habitual en la provincia, se llegó a los niveles más altos en los distintos humedales. Así, Zóñar, que es la que tiene más profundidad en la provincia, cerró el año 1997 con 16,53 metros, mientras que Amarga llegó a los 6,11 y Rincón, a 5,12. Por el contrario, los niveles mínimos coincidieron con el periodo de la última gran sequía. En diciembre de 1995, Zóñar se quedó con 11,55 metros de profundidad, Amarga bajó hasta los 2,82 y Rincón cayó a 0,42.