Las dos desaladoras de Granadilla y Guía de Isora serán una realidad en dos años
Dom, 10/02/2008
La Isla contará con dos nuevas desaladoras en el plazo de unos dos años. Así lo ha anunciado el consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, Pedro Suárez, quien asegura que los proyectos de las dos nuevas estaciones desaladoras que necesita la Isla están "completamente finalizados" a falta de sacarlos a concurso y adjudicarlos. Granadilla y Guía de Isora son los lugares escogidos para ubicarlas. Ambos están incluidos dentro de las obras de Interés General del Estado, de quien depende, única y exclusivamente, su financiación.
Suárez mantiene que, pese a que el Cabildo las podría prefinanciar, tal y como ha hecho con otras iniciativas, debería existir un convenio previo firmado por la Corporación y el Ejecutivo Central para agilizar su creación, debido a la importancia que su presencia tendrá para la Isla. La urgencia ha llevado al Cabildo a buscar alternativas fuera de la financiación pública "pese a que son obras susceptibles de estar incluidas dentro de la Reserva de Inversiones", aclara Suárez. Recientemente, el Cabildo ha encargado una asistencia técnica para abordar la construcción de este tipo de proyecto por medio de la iniciativa privada, "una alternativa posible", aclara el responsable, quien añade que así se podría empezar, este mismo año, el procedimiento de inicio de la obra. "El proyecto ya está, el suelo también, y sólo quedaría sacarlo a concurso y adjudicarlo. Una vez hecho esto, sólo tardaríamos unos dos años en tenerlas", explica.
Suárez explica el proyecto de Granadilla con la seguridad de que su presencia marcará un antes y un después en la desalinización del agua de la Isla. Este municipio contará con una "gran desaladora" y dos unidades móviles para paliar las necesidades de la población de la zona. Cada desaladora daría 1000 metros cúbicos de agua al día, con lo que se cumplirían las "necesidades de desaladoras en la Isla a medio o largo plazo", explica el responsable. También destaca la de Guía de Isora, con la que se conseguirá equilibrar los recursos subterráneos de la zona, recuperando sus niveles de cantidad y calidad.
En el Norte existe, por ahora, una estación de tratamiento de aguas depuradas de Valle de Guerra, con un "ambicioso proyecto de ampliación para tratar toda esta franja", lo que beneficiará, especialmente, a la agricultura. En esta vertiente es donde existen menos problemas en torno al agua, según Suárez.
La importancia de la reutilización
La Isla cuenta, en este momento, con una única desaladora, ubicada en Santa Cruz, destinada al agua de consumo. Esta construcción abastece al municipio y podría, durante este mandato, incrementar su producción, iniciativa que aún está en proyecto. "Su ampliación es necesaria porque nos favorece a economía de escala". Para el gerente del consejo Insular de Aguas, la zona Sur deberá ser la siguiente en contar con una desaladora de mar, lo que se muestra como algo "fundamental para Tenerife". Suárez aclara que, aunque ahora mismo la Isla no sufre carencia de agua alguna, "cada día se hace más necesario proteger el agua subterránea, que cuenta con poca calidad, por medio de la potenciación del agua de mar, con la que damos un respiro a los acuíferos y permitimos su regeneración", añade. Pedro Suárez explica que, desde el Consejo Insular de Aguas, se trabaja actualmente, sobre todo, en materia de reutilización. "Es vital porque todo lo que podamos reutilizar, lo dejamos de consumir", expresó el responsable. Aunque también es muy importante conservar y reutilizar el agua para la zona metropolitana, es la vertiente Sur de la Isla la que más necesita de estos métodos. La actividad agrícola, turística y la afluencia de población hacen determinante la existencia de estas plantas de reutilización. El turismo, y sus demandados campos de golf, también requieren del líquido elemento para su óptimo funcionamiento. Sin embargo, éstos no emplean agua potable, sino que están obligados a regar con agua depurada. El crecimiento de este sector turístico es enorme, por lo que desde el Cabildo realizan un "gran esfuerzo por darles agua de mejor calidad, porque la que obtienen actualmente no es buena".
Suárez mantiene que, pese a que el Cabildo las podría prefinanciar, tal y como ha hecho con otras iniciativas, debería existir un convenio previo firmado por la Corporación y el Ejecutivo Central para agilizar su creación, debido a la importancia que su presencia tendrá para la Isla. La urgencia ha llevado al Cabildo a buscar alternativas fuera de la financiación pública "pese a que son obras susceptibles de estar incluidas dentro de la Reserva de Inversiones", aclara Suárez. Recientemente, el Cabildo ha encargado una asistencia técnica para abordar la construcción de este tipo de proyecto por medio de la iniciativa privada, "una alternativa posible", aclara el responsable, quien añade que así se podría empezar, este mismo año, el procedimiento de inicio de la obra. "El proyecto ya está, el suelo también, y sólo quedaría sacarlo a concurso y adjudicarlo. Una vez hecho esto, sólo tardaríamos unos dos años en tenerlas", explica.
Suárez explica el proyecto de Granadilla con la seguridad de que su presencia marcará un antes y un después en la desalinización del agua de la Isla. Este municipio contará con una "gran desaladora" y dos unidades móviles para paliar las necesidades de la población de la zona. Cada desaladora daría 1000 metros cúbicos de agua al día, con lo que se cumplirían las "necesidades de desaladoras en la Isla a medio o largo plazo", explica el responsable. También destaca la de Guía de Isora, con la que se conseguirá equilibrar los recursos subterráneos de la zona, recuperando sus niveles de cantidad y calidad.
En el Norte existe, por ahora, una estación de tratamiento de aguas depuradas de Valle de Guerra, con un "ambicioso proyecto de ampliación para tratar toda esta franja", lo que beneficiará, especialmente, a la agricultura. En esta vertiente es donde existen menos problemas en torno al agua, según Suárez.
La importancia de la reutilización
La Isla cuenta, en este momento, con una única desaladora, ubicada en Santa Cruz, destinada al agua de consumo. Esta construcción abastece al municipio y podría, durante este mandato, incrementar su producción, iniciativa que aún está en proyecto. "Su ampliación es necesaria porque nos favorece a economía de escala". Para el gerente del consejo Insular de Aguas, la zona Sur deberá ser la siguiente en contar con una desaladora de mar, lo que se muestra como algo "fundamental para Tenerife". Suárez aclara que, aunque ahora mismo la Isla no sufre carencia de agua alguna, "cada día se hace más necesario proteger el agua subterránea, que cuenta con poca calidad, por medio de la potenciación del agua de mar, con la que damos un respiro a los acuíferos y permitimos su regeneración", añade. Pedro Suárez explica que, desde el Consejo Insular de Aguas, se trabaja actualmente, sobre todo, en materia de reutilización. "Es vital porque todo lo que podamos reutilizar, lo dejamos de consumir", expresó el responsable. Aunque también es muy importante conservar y reutilizar el agua para la zona metropolitana, es la vertiente Sur de la Isla la que más necesita de estos métodos. La actividad agrícola, turística y la afluencia de población hacen determinante la existencia de estas plantas de reutilización. El turismo, y sus demandados campos de golf, también requieren del líquido elemento para su óptimo funcionamiento. Sin embargo, éstos no emplean agua potable, sino que están obligados a regar con agua depurada. El crecimiento de este sector turístico es enorme, por lo que desde el Cabildo realizan un "gran esfuerzo por darles agua de mejor calidad, porque la que obtienen actualmente no es buena".