Las reservas de las cuencas internas catalanas sufrieron un nuevo descenso la última semana hasta llegar al 23,65% de su capacidad respecto al 23,9% de la semana anterior, lo que sitúa a los embalses catalanes en su peor situación desde hace casi 40 años, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) a los que ha tenido acceso Europa Press.


La ACA, que dispone de registros del estado de los embalses y cuencas internas desde 1971, asegura que se trata de los niveles históricos más bajos. El último balance similar se encuentra en 2002, cuando se llegó a un nivel del 29,8%, seis puntos por encima del actual.


Durante la última semana, el nivel total bajó unas 30 décimas porcentuales (desde el 23,9% del 6 de febrero), pero los principales descensos tuvieron lugar en La Muga, la cuenca de Sau en el Ter, en el Llobregat, el Foix y el Riudacanyes, aunque también se registraron leves aumentos del volumen de agua en Susqueda del Ter, en Sant Ponç en El Cardener, y en Siurana.


La semana pasada entraron en fase de excepcionalidad II el sistema Ter Llobregat, lo que implicó medidas de restricción del uso de agua potable en 400 municipios y ciudades, entre ellos, Barcelona y Girona.