La sequía provoca que Andalucía pase de la situación de alerta a la de emergencia

Vie, 15/02/2008

ABC

«Estamos entrando, de una situación que era de alerta, en situaciones de emergencia, y la causa es que este otoño-invierno es el más seco en los registros históricos desde hace 50 ó 60 años», asegura en declaraciones a ABC Juan Saura, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. La falta de lluvias está provocando una gran preocupación, y la sequía, lejos de superarse, se está recrudeciendo, según el último informe elaborado por la Agencia Andaluza del Agua, de la Consejería de Medio Ambiente, a la que pertenecen las Cuencas Mediterránea y Atlántica. Hay un déficit de recursos de 474 hectómetros cúbicos con respecto al año pasado y la capacidad de embalse está al 35,1 por ciento. Andalucía se encuentra inmersa en la sequía por cuarto año consecutivo, y mucho tendrá que cambiar la climatología para que en poco tiempo no se empiece a hablar de restricciones en los abastecimientos a la población, si bien de momento en este apartado los mensajes son más o menos tranquilizadores: «De momento estamos alejados de una situación trágica», en palabras de Juan Saura. El director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir subraya un dato esencial: «Ha caído una media de 150 litros por metro cuadrado, cuando lo normal es que las precipitaciones fueran de 300 litros, y el ritmo de subida de los embalses ha sido cero patatero». Hay más. «El gráfico que va indicando en octubre, noviembre y diciembre el agua embalsada es una raya horizontal», añade Saura. Panorama desalentador La situación de los sistemas en la Cuenca del Guadalquivir, a fecha de 13 del presente mes ofrece un panorama desalentador. De las 24 presas existentes, ocho se encuentran en el apartado de emergencia, hay cuatro en fase de alerta, uno en prealerta y en el resto se puede hablar de una situación de normalidad. Según Juan Saura, todavía es pronto para adoptar medidas drásticas. Los abastecimientos a las grandes ciudades están garantizados, incluso manteniéndose la sequía, al menos durante los dos próximos años de media. Habrá zonas donde esa garantía sólo alcance un año, y otras en las que el plazo se amplía hasta tres. Y llegado el momento, expone el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, siempre está el recurso de las captaciones de los acuíferos subterráneos. Al respecto, la Confederación del Guadalquivir ha decidido realizar un estudio hidrogeológico para conocer qué disposición existe de agua subterránea al ritmo que se está utilizando en los últimos años. «Queremos saber cuánto tiempo podemos mantener las extracciones». Y es que casi la mitad de los recursos de provincias como Granada y Jaén provienen de los acuíferos. «Existe una normalidad —resalta Saura— gracias a las captaciones de emergencia, pero eso no es una normalidad con mayúsculas». Efectivamente, según el último informe de la situación de la evolución hidrológica de la Agencia Andaluza del Agua, fechado el 5 de este mes, (ver cuadro) la grave escasez de precipitaciones desde el inicio del presente año hidrológico ha provocado que, en estos momentos, todas las cuencas andaluzas salvo la Atlántica-Huelva presenten un déficit de recursos de 474 hm3 respecto al año pasado. Las escasas lluvias han tenido poca incidencia, de tal manera que desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2007) las reservas embalsadas sólo se han incrementado en 106,6 hm3 en toda Andalucía. Respecto a las últimas semanas, tampoco se observan cambios significativos, y los embalses se mantienen prácticamente estables. Por tanto, la sequía, lejos de superarse, se está recrudeciendo, encontrándose el conjunto de Andalucía al 35,1 por ciento de su capacidad total de embalse. No obstante, y con las medidas adoptadas, es posible garantizar el abastecimiento doméstico incluso si se mantuviera la actual tendencia seca. Año hidrológico El inicio del año hidrológico 2007-2008 ha comenzado con importantes déficits respecto a las lluvias medias de un año normal. Esta ausencia de precipitaciones es muy acusada en la zona más oriental de Andalucía y, en general, en la cuenca del Guadalquivir. Diciembre y enero se han desarrollado sin cambios significativos, pues si bien se han registrado algunas lluvias, éstas no han permitido paliar el déficit acumulado, dice el informe. Pero lo que es a nivel de consumo doméstico, «los grifos de las casas van a seguir dando agua las veinticuatro horas del día», señalan fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, y aunque hay limitaciones por el decreto de sequía que afecta a Málaga para riegos de jardines, piscinas o baldeos, «no se puede hablar aún de restricciones». Un decreto que se revisa en marzo y que se mantendrá tal cual, al no haber condiciones para levantarlo. Donde coinciden también la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Agencia Andaluza del Agua es que será la agricultura el sector que más va a padecer las consecuencias de la sequía. Juan Saura sostiene finalmente que en este capítulo «la situación es lamentable al día de hoy, aunque todavía hay esperanza de que llueva esta primavera. Si no es así, tal y como está la cosa no hay agua suficiente para que se esté regando todo el verano. Sólo tenemos dos meses para que todo cambie».