Narbona dice que 'el Gobierno no tiene una opinión fundamentalista de los trasvases' y que sólo ha derogado el del Ebro
Vie, 22/02/2008
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, manifestó hoy que un trasvase es siempre "una solución que pone frente a frente a los usuario de una cuenca a otra por lo tanto hay que ver si es viable o no". Asimismo, destacó que "el Gobierno no tiene una opinión fundamentalista de los trasvases", sino que defiende que "hay que analizar cada uno de ellos en función de las alternativas y del impacto social, territorial y medioambiental". Así, recordó que en la Comunidad Valenciana se está llevando a cabo el trasvase Júcar-Vinalopó y que el del Ebro "es el único que el Gobierno ha derogado".
Narbona, quien realizó estas declaraciones tras la inauguración de la jornada 'Agua y Agricultura' en Madrid, explicó que "en la Comunidad se está llevando a cabo el trasvase Júcar-Vinalopó, que el ministerio no ha derogado para que los agricultores y ciudadanos se beneficien de él".
Con respecto al trasvase del Ebro, la ministra destacó que "es el único derogado por el Gobierno", porque ya "había sido objeto de rechazo por parte de la Comisión Europea, que llegó a emitir hasta 4 informes negativos y no dio ni un solo euro al proyecto".
Para la ministra, quien señaló que "la Comisión rechazó el trasvase mientras que para el programa AGUA en las cuencas mediterráneas concedió 1.200 millones de euros de financiación", "hay que olvidarse de los mitos, como el que indica que porque haya un trasvase va a haber agua para todos". Además, señaló que "no es algo milagroso y su éxito depende, entre otros factores, de lo que llueva en la cuenca cedente".
Asimismo, señaló que si se hubiera puesto en marcha, la mayoría de los años con los caudales a la baja propios del Ebro, "no hubiera conseguido ceder ni el 20 por ciento de lo que prometía". De hecho, "si ya no figura en el programa electoral del PP, por algo será", dijo.
La ministra aprovechó para destacar que "un total de 25.000 agricultores de comunidades, entre las que destaca la zona del levante, han firmado convenios para utilizar agua desalinizada". Además, como "objetivo", destacó el "interés de reducir el consumo de energía en las plantas desalinizadoras para que ese agua tenga cada vez un coste menor". Para Narbona, "la desalinización del litoral permite suministrar agua para abastecimiento de boca, de las ciudades y reduciendo el uso de acuíferos, cuyo uso está dirigido al consumo humano".
Narbona, quien realizó estas declaraciones tras la inauguración de la jornada 'Agua y Agricultura' en Madrid, explicó que "en la Comunidad se está llevando a cabo el trasvase Júcar-Vinalopó, que el ministerio no ha derogado para que los agricultores y ciudadanos se beneficien de él".
Con respecto al trasvase del Ebro, la ministra destacó que "es el único derogado por el Gobierno", porque ya "había sido objeto de rechazo por parte de la Comisión Europea, que llegó a emitir hasta 4 informes negativos y no dio ni un solo euro al proyecto".
Para la ministra, quien señaló que "la Comisión rechazó el trasvase mientras que para el programa AGUA en las cuencas mediterráneas concedió 1.200 millones de euros de financiación", "hay que olvidarse de los mitos, como el que indica que porque haya un trasvase va a haber agua para todos". Además, señaló que "no es algo milagroso y su éxito depende, entre otros factores, de lo que llueva en la cuenca cedente".
Asimismo, señaló que si se hubiera puesto en marcha, la mayoría de los años con los caudales a la baja propios del Ebro, "no hubiera conseguido ceder ni el 20 por ciento de lo que prometía". De hecho, "si ya no figura en el programa electoral del PP, por algo será", dijo.
La ministra aprovechó para destacar que "un total de 25.000 agricultores de comunidades, entre las que destaca la zona del levante, han firmado convenios para utilizar agua desalinizada". Además, como "objetivo", destacó el "interés de reducir el consumo de energía en las plantas desalinizadoras para que ese agua tenga cada vez un coste menor". Para Narbona, "la desalinización del litoral permite suministrar agua para abastecimiento de boca, de las ciudades y reduciendo el uso de acuíferos, cuyo uso está dirigido al consumo humano".