TGN empezará a enviar agua a Barcelona a primeros de mayo
Mar, 18/03/2008
Serán dos barcos -con una capacidad de unos 28.000 metros cúbico cada uno- los que se encargarán de llevar a cabo dichas labores y hacer frente a la sequía que sufre la ciudad condal. Previo inicio de la cesión de aguas, un barco procedente de Tarragona viajará hasta Barcelona para asegurarse del atraque y del funcionamiento de la canalización de aguas en el Port de Tarragona. De hecho, la conexión entre la ciudad condal y la capital del Camp contará con estos dos buques operativos, uno para el sentido norte y otro para el sentido sur. La fecha de inicio de la cesión de agua fue confirmada ayer por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), perteneciente al Departament de Medi Ambient, quien señaló que el próximo 27 de marzo se hará una rueda de prensa en Barcelona en la que se explicará detalladamente todo el procedimiento a seguir. Por su parte, el Ayuntamiento de Tarragona aseguró que, de momento, no existe ninguna fecha confirmada para proceder a la cesión de agua a Barcelona y que el Govern de la Generalitat simplemente le ha informado de que tienen que poner en marcha el suministro a Barcelona porque hay una necesidad hídrica importante. Desde el consistorio, «tenemos la petición de poner en marcha todas aquellas medidas necesarias», destacó la portavoz del equipo de gobierno del PSC, Begoña Floria. «Esta ciudad ha sabido muy bien lo que son problemas de sequía y lo que es lavarte y que te queden las manos blancas por la sal», defendió Floria, en relación a la puesta en marcha de la cesión de las aguas a Barcelona, quien aseguró que «tenemos el agua asegurada para los próximos 15 años». En referencia a los pozos de los que se extraerá el agua que se destinará a Barcelona, Floria destacó que «está totalmente regenerada y se encargará de dar toda aquella agua sobrante a aquellos puntos de Catalunya donde pueda ser necesaria». Algún pozo de los que se tiene que extraer el agua llevaba 19 años sin usarse regularmente. Por su parte, las obras de canalización que conectarán los pozos de suministro de agua con el Port de Tarragona van a buen ritmo. El presidente de Ematsa, Ferran Sánchez Camins, señaló que, «según las previsiones, los trabajos estarán a punto dentro de unos dos meses», en torno a mitades de mayo. Precisamente estas son las primeras fechas que prevé la Generalitat de Catalunya para dar luz verde a la cesión de agua de Tarragona a Barcelona, cifrada en un máximo de 4,4 hectómetros cúbicos al año. n n n
'Los auténticos trasvasadores'
El grupo municipal de CiU defendió ayer que «cualquier movimiento de agua entre cuencas es trasvase», por lo que «el envío de 4.400 millones de litros de agua de los pozos de Tarragona a Barcelona también lo es, que no lo intenten camuflar». Por ello, CiU defendió que «el PSC es el auténtico trasvasador de agua y es una burla para la ciudadanía que si antes ellos y sus compañeros de gobierno municipal se ponían detrás de las pancartas, ahora, desde el gobierno, hagan exactamente lo contrario». El grupo municipal de Convergència i Unió hizo especial mención a las declaraciones de Xavier Sabaté, que declaró que «se tiene que traer agua de donde sea, y si es del Ebro, no pasa nada». Dichas declaraciones fueron defensadas por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el president de la Generalitat, José Montilla. CiU añadió que la decisión del consistorio «es contraria a los intereses de los ciudadanos de Tarragona».
Marsella, el otro punto de cesión hídrica
Junto a Tarragona, Marsella será la ciudad que se sumará a la cesión hídrica que recibirá Barcelona a partir del mes de mayo después. De hecho, la ciudad francesa facilitará hasta cinco buques para facilitar en recursos hídricos a la ciudad condal en los próximos años. Según las primeras previsiones, estos barcos saldrían dos semanas después de lo que lo haría el primer barco procedente de Tarragona. Dicho desfase viene marcado por el retraso de los permisos burocráticos necesarios que permitan la cesión del agua, unos papeles que ya han sido firmados entre Barcelona y la capital del Camp. Del agua recibida por Marsella, parte de ella no será óptima para el consumo doméstico, por lo que irá a parar a las potabilizadora que hay instalada en Sant Joan Despí. Mientras, los dos buques que traigan agua que, desde un principio, se podrá utilizar para el uso doméstico, irá a parar al muelle de Barcelona. De allí, y mediante bombeo, será conducida a la Zona Franca. Además, también se estudia traer agua procedente de desaladoras. Esta iniciativa de emergencia fue tomada después de que se alertara de que Barcelona tenía un suministro de agua limitado a los próximos cinco o seis meses.
'Los auténticos trasvasadores'
El grupo municipal de CiU defendió ayer que «cualquier movimiento de agua entre cuencas es trasvase», por lo que «el envío de 4.400 millones de litros de agua de los pozos de Tarragona a Barcelona también lo es, que no lo intenten camuflar». Por ello, CiU defendió que «el PSC es el auténtico trasvasador de agua y es una burla para la ciudadanía que si antes ellos y sus compañeros de gobierno municipal se ponían detrás de las pancartas, ahora, desde el gobierno, hagan exactamente lo contrario». El grupo municipal de Convergència i Unió hizo especial mención a las declaraciones de Xavier Sabaté, que declaró que «se tiene que traer agua de donde sea, y si es del Ebro, no pasa nada». Dichas declaraciones fueron defensadas por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el president de la Generalitat, José Montilla. CiU añadió que la decisión del consistorio «es contraria a los intereses de los ciudadanos de Tarragona».
Marsella, el otro punto de cesión hídrica
Junto a Tarragona, Marsella será la ciudad que se sumará a la cesión hídrica que recibirá Barcelona a partir del mes de mayo después. De hecho, la ciudad francesa facilitará hasta cinco buques para facilitar en recursos hídricos a la ciudad condal en los próximos años. Según las primeras previsiones, estos barcos saldrían dos semanas después de lo que lo haría el primer barco procedente de Tarragona. Dicho desfase viene marcado por el retraso de los permisos burocráticos necesarios que permitan la cesión del agua, unos papeles que ya han sido firmados entre Barcelona y la capital del Camp. Del agua recibida por Marsella, parte de ella no será óptima para el consumo doméstico, por lo que irá a parar a las potabilizadora que hay instalada en Sant Joan Despí. Mientras, los dos buques que traigan agua que, desde un principio, se podrá utilizar para el uso doméstico, irá a parar al muelle de Barcelona. De allí, y mediante bombeo, será conducida a la Zona Franca. Además, también se estudia traer agua procedente de desaladoras. Esta iniciativa de emergencia fue tomada después de que se alertara de que Barcelona tenía un suministro de agua limitado a los próximos cinco o seis meses.