La lluvia llena los pantanos del Pais Vasco al 75% y garantiza el abastecimiento hasta otoño
Mar, 25/03/2008
Los pantanos vascos están al 75% de su capacidad, proporción que se ve incrementada en cinco puntos en el caso de las presas del sistema del Zadorra -que abastecen del preciado líquido a Álava y al Bilbao metropolitano-, lo que garantiza el abastecimiento hasta el otoño.
El embalse de Ullíbarri-Gamboa, en concreto, acumulaba ayer por la tarde 114,7 hectómetros cúbicos, ocho más que el pasado martes. Por su parte, Urrúnaga tenía 60,4 hectómetros cúbicos, frente a los 50 de hace una semana. «Las últimas precipitaciones han sido positivas y han contribuido a subir notablemente las reservas», indicó un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro. La lluvia acumulada en la cuenca del Zadorra durante el pasado fin de semana alcanzó los 90 litros por metro cuadrado. Registro significativamente mayor que el contabilizado en todo febrero, en el que no se superaron los 23 litros.
Aunque los caudales han comenzado a crecer debido al deshielo, «la situación está lejos de ser preocupante». Y es que los ríos llevaban poco agua hasta hace unos días. Sirva de ejemplo la comparación con el pasado año. En 2007, los pantanos del sistema del Zadorra se encontraban a finales de marzo al 90% de su potencial teórico. De hecho, hubo que abrir las compuertas de las presas para desembalsar agua una vez superada la cota de garantía.
En los próximos días también cabe la posibilidad de que se alivien los pantanos alaveses. En este caso, se hará de forma «controlada». La Confederación Hidrográfica del Ebro no se encuentra en alerta, pero sus técnicos están atentos a la evolución de los cauces de los ríos al vivirse una situación de «transición». Y es que las previsiones meteorológicas hablan de la entrada de un nuevo frente frío para el jueves y viernes, que podría dejar más precipitaciones en forma de nieve y lluvia en el norte peninsular.
«Habrá que ver cómo evoluciona el deshielo y qué ocurre con las precipitaciones, pero no habrá riadas», detalló un experto. En cualquier caso, ayer se registraron algunos problemas en los núcleos rurales próximos a la capital alavesa. Los bomberos de Vitoria realizaron media docena de salidas para atender otras tantas llamadas que alertaban de inundaciones por el deshielo. Fueron, eso sí, problemas de escasa entidad en bajos y garajes particulares.
El embalse de Ullíbarri-Gamboa, en concreto, acumulaba ayer por la tarde 114,7 hectómetros cúbicos, ocho más que el pasado martes. Por su parte, Urrúnaga tenía 60,4 hectómetros cúbicos, frente a los 50 de hace una semana. «Las últimas precipitaciones han sido positivas y han contribuido a subir notablemente las reservas», indicó un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro. La lluvia acumulada en la cuenca del Zadorra durante el pasado fin de semana alcanzó los 90 litros por metro cuadrado. Registro significativamente mayor que el contabilizado en todo febrero, en el que no se superaron los 23 litros.
Aunque los caudales han comenzado a crecer debido al deshielo, «la situación está lejos de ser preocupante». Y es que los ríos llevaban poco agua hasta hace unos días. Sirva de ejemplo la comparación con el pasado año. En 2007, los pantanos del sistema del Zadorra se encontraban a finales de marzo al 90% de su potencial teórico. De hecho, hubo que abrir las compuertas de las presas para desembalsar agua una vez superada la cota de garantía.
En los próximos días también cabe la posibilidad de que se alivien los pantanos alaveses. En este caso, se hará de forma «controlada». La Confederación Hidrográfica del Ebro no se encuentra en alerta, pero sus técnicos están atentos a la evolución de los cauces de los ríos al vivirse una situación de «transición». Y es que las previsiones meteorológicas hablan de la entrada de un nuevo frente frío para el jueves y viernes, que podría dejar más precipitaciones en forma de nieve y lluvia en el norte peninsular.
«Habrá que ver cómo evoluciona el deshielo y qué ocurre con las precipitaciones, pero no habrá riadas», detalló un experto. En cualquier caso, ayer se registraron algunos problemas en los núcleos rurales próximos a la capital alavesa. Los bomberos de Vitoria realizaron media docena de salidas para atender otras tantas llamadas que alertaban de inundaciones por el deshielo. Fueron, eso sí, problemas de escasa entidad en bajos y garajes particulares.