El Gobierno garantiza a Barcelona que tendrá agua, pero no del Segre
Sáb, 05/04/2008
Barcelona necesita agua para consumo humano "y la tendrá", pero no será agua del Segre. La vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega, marcó de nuevo la posición oficial y parece que inamovible del Gobierno respecto de la penuria hídrica que amenaza a la ciudad condal. El trasvase del Segre propuesto por la Generalitat no verá la luz por razones "técnicas y socioeconómicas", dijo tras el Consejo de Ministros.
Entre las primeras, que el Segre no cuenta con caudal suficiente para ceder agua sin comprometer el estado medioambiental del río, y que la transferencia prevista habría de discurrir durante unos kilómetros por el cauce seco de otro río, el Llobregat. Y como contraindicaciones socioeconómicas De la Vega citó los "efectos negativos" que tendría el trasvase sobre la agricultura y las centrales hidroeléctricas.
El Gobierno y la Generalitat mantienen contactos para definir métodos alternativos de abastecimiento "rápidos, eficaces y viables" a Barcelona, que no detalló, aunque se barajan los ya conocidos, agua procedente de desalación, rescate de concesiones de riego, pozos y aguas subterráneas y transporte en barcos cisterna, entre otros. "Cuando esté ultimados se darán a conocer", afirmó.
"Tengan la certeza los barceloneses de que no les va a faltar agua para beber, como no les ha faltado a los murcianos, los castellano-manchegos y andaluces" a pesar de estar en el cuarto año de sequía, apostilló.
La solución del Segre tampoco cuenta con el apoyo de los ecologistas, que recuerdan que la cabecera de este afluente del Ebro está tan afectada por la sequía como el área metropolitana de Barcelona. Las cinco principales organizaciones conservacionistas reclamaron ayer coherencia, planificación y responsabilidad en la gestión de los recursos hídricos. En un comunicado, Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF/Adena, abogan por el respeto a la unidad de gestión de cada cuenca hidrográfica, lo que excluye trasvases entre cuencas como el pretendido del Segre (cuenca del Ebro) al Llobregat y otros vigentes, caso del Tajo-Guadiana y el Tajo-Segura.
Multas a vecinos
El Ayuntamiento de Castelldefels abrió el pasado día 1 un expediente a una vecina por malgastar agua de boca regando alfombras en el jardín de su vivienda. Agentes de la Policía Local que patrullaban el martes por el barrio de Montemar localizaron un reguero de agua que bajaba montaña abajo.
El origen del agua era una vecina que estaba lavando las alfombras en el jardín, con una manguera y con abundante agua potable.
El Ayuntamiento de Castelldefels también ha abierto otros tres expedientes en marzo por regar jardines o lavar el coche.
Desde el lunes estas acciones puede ser sancionadas con multas que van desde los 50 hasta los 3.000 euros en los municipios que pertenecen al área metropolitana de Barcelona.
Entre las primeras, que el Segre no cuenta con caudal suficiente para ceder agua sin comprometer el estado medioambiental del río, y que la transferencia prevista habría de discurrir durante unos kilómetros por el cauce seco de otro río, el Llobregat. Y como contraindicaciones socioeconómicas De la Vega citó los "efectos negativos" que tendría el trasvase sobre la agricultura y las centrales hidroeléctricas.
El Gobierno y la Generalitat mantienen contactos para definir métodos alternativos de abastecimiento "rápidos, eficaces y viables" a Barcelona, que no detalló, aunque se barajan los ya conocidos, agua procedente de desalación, rescate de concesiones de riego, pozos y aguas subterráneas y transporte en barcos cisterna, entre otros. "Cuando esté ultimados se darán a conocer", afirmó.
"Tengan la certeza los barceloneses de que no les va a faltar agua para beber, como no les ha faltado a los murcianos, los castellano-manchegos y andaluces" a pesar de estar en el cuarto año de sequía, apostilló.
La solución del Segre tampoco cuenta con el apoyo de los ecologistas, que recuerdan que la cabecera de este afluente del Ebro está tan afectada por la sequía como el área metropolitana de Barcelona. Las cinco principales organizaciones conservacionistas reclamaron ayer coherencia, planificación y responsabilidad en la gestión de los recursos hídricos. En un comunicado, Amigos de la Tierra, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF/Adena, abogan por el respeto a la unidad de gestión de cada cuenca hidrográfica, lo que excluye trasvases entre cuencas como el pretendido del Segre (cuenca del Ebro) al Llobregat y otros vigentes, caso del Tajo-Guadiana y el Tajo-Segura.
Multas a vecinos
El Ayuntamiento de Castelldefels abrió el pasado día 1 un expediente a una vecina por malgastar agua de boca regando alfombras en el jardín de su vivienda. Agentes de la Policía Local que patrullaban el martes por el barrio de Montemar localizaron un reguero de agua que bajaba montaña abajo.
El origen del agua era una vecina que estaba lavando las alfombras en el jardín, con una manguera y con abundante agua potable.
El Ayuntamiento de Castelldefels también ha abierto otros tres expedientes en marzo por regar jardines o lavar el coche.
Desde el lunes estas acciones puede ser sancionadas con multas que van desde los 50 hasta los 3.000 euros en los municipios que pertenecen al área metropolitana de Barcelona.