La Xunta cobrará un canon más bajo a las hidráulicas más eficientes
Jue, 10/07/2008
El canon hidroeléctrico primará la eficiencia energética de los embalses. El anteproyecto de ley elaborado por la Consellería de Economía, al que ha tenido acceso este periódico, establece que la cuota tributaria se incrementará a medida que aumente la altura del salto -lo que genera un impacto medioambiental más negativo - y, en cambio, se reducirá cuanto mayor sea la potencia instalada para la generación eléctrica. Con esto, el departamento que lidera Fernández Antonio quiere favorecer a las infraestructuras que, generando un daño medioambiental parecido, rentabilizan mejor la producción. He aquí los principales aspectos que regula el anteproyecto -Economía lo enviará en breve para su aprobación al Consello de la Xunta - de un tributo que reportará a las arcas autonómicas unos 15 millones de euros en ingresos anuales. El artículo primero de la normativa dice que el nuevo canon tiene como finalidad compensar los efectos negativos a los que se encuentra sometido el entorno natural de la comunidad gallega como consecuencia de los embalses. Los ingresos se destinarán, de forma general, a la protección del medio ambiente, y en especial, a la conservación del patrimonio natural fluvial gallego directa o indirectamente afectado por los daños objeto de gravamen. ¿A quién afecta? A las actividades industriales que utilizan el agua embalsada y que modifican sustancialmente los valores naturales de los ríos. La normativa especifica que son las presas con una altura superior a 15 metros o aquellas de entre 10 y 15 metros que reúnen alguna de estas tres condiciones: una longitud de coronación superior a 500 metros, la capacidad de embalsar más de un millón de metros cúbicos de agua y una capacidad de vertido superior a 2.000 metros cúbicos por segundo. Es decir, la normativa afecta a unos 34 embalses propiedad de Iberdrola, Unión Fenosa, Ferroatlántica y Endesa. Las cuatro controlan en Galicia presas hidráulicas capaces de generar casi 3.500 megavatios de electricidad, algo más de lo que produce en la actualidad el sector eólico. Quedan excluidas unas 85 pequeñas minicentrales de menos de diez megavatios. La normativa también precisa que no están sujetas al pago del canon aquellas actividades que, utilizando aguas embalsadas, se dediquen al abastecimiento de poblaciones, a fines agrarios, a la acuicultura, al transporte acuático y a funciones recreativas. ¿Cómo es el tributo? El anteproyecto de ley establece que el período impositivo coincide con el trimestre natural. También determina que la base imponible del canon está constituida por la capacidad volumétrica máxima -medida en hectómetros cúbicos, una unidad de volumen que equivale a mil millones de litros- del embalse que esté ubicado en su totalidad o en parte en el territorio gallego. La cuota tributaria sale de aplicar el tipo de gravamen trimestral -800 euros por hectómetro cúbico- a la base imponible. Esa cantidad se multiplica por un coeficiente que varía en función de la altura de los saltos y de la potencia instalada, lo que permite a Economía discriminar positivamente a aquellas presas que rentabilizan mejor su producción a pesar del daño que causan en el entorno natural. La Xunta mantiene por ahora la previsión de que el canon entre en vigor a comienzos del año 2009, pero la posibilidad de un adelanto electoral hace que la aplicación de la normativa esta legislatura sea todavía una incógnita.