Gobierno canario financiará una planta desaladora en Mauritana que suministrará agua potable a 4.000 personas
Sáb, 02/08/2008
El Gobierno de Canarias, a través de la Dirección general de Relaciones con África, financiará la instalación de una planta desaladora en Mauritania con la que suministrará agua potable a casi 4.000 personas que viven en la comunidad de Noubaghiya, según informó la Consejería de Presidencia del Ejecutivo autonómico en nota de prensa.
El proyecto tendrá un coste total de 150.000 euros y lo llevará a cabo la Fundación Canaria para la Cooperación y Desarrollo Exterior, la alcaldía de Noubaghiya y el Ministerio de Hidráulicas del Gobierno mauritano, que a través de la Agencia de Promoción y Acceso Universal de Servicios (APUS), gestionará la planta desaladora tras acordarlo en un acuerdo de colaboración suscrito en Mauritania entre las administraciones canarias y las mauritanas.
Noubaghiya, situada a 160 kilómetros de Nouakchott, es un área rural en la que el suministro de agua "es de mala calidad y no reúne las condiciones sanitarias necesarias", debido a que los seis pozos que hay excavados en la región son de agua salobre, rica en sal, lo que ha llevado a la población a padecer diversas enfermedades (diarrea, disentería, hipertensión e infecciones urinarias).
Además de la planta, cuyas obras finalizarán a mediados de 2009, el proyecto incluye una fase de formación, tanto técnica como divulgativa, con la que se quiere potenciar el "mejor" uso del agua y "mejorar" las condiciones de higiene y salubridad en las que se consume.
Asimismo en este proyecto colaborará el Centro Mauritano de Investigación Aplicada de Energías Renovables, Desalación y Frío (Craer), puesto en marcha por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) con apoyo de la cooperación canaria y española, con el propósito de llevar a cabo tareas de investigación, impartir formación de corta duración y explotar el uso de energías renovables para "mejorar" las condiciones de vida de las poblaciones en regiones aisladas, satisfaciendo sus necesidades de agua potable, energía y conservación de productos perecederos.
En concreto, el citado centro está adscrito a la Universidad de Nouakchott, por lo que facilitará profesionales mauritanos "cualificados y formados" para realizar las labores de gestión, mantenimiento y reparación de la planta desaladora.
Por su parte, el director general de Relaciones con África, Pablo Martín Carbajal, señaló que con dicha acción "no sólo" se cubrirá una necesidad "básica como es el suministro de agua" sino que se contribuirá a potenciar el desarrollo de "determinadas" actividades económicas, tales como agricultura y ganadería, así como para generar "nuevos nichos de empleo".
Agregó que el hecho de que un centro mauritano lleve a cabo la supervisión del proyecto aportará un "valor añadido" como fuente de trabajo de "larga duración" para personal mauritano "cualificado".
OTROS PROYECTOS EN MAURITANIA
Por otro lado, la Dirección general de Relaciones con África participa en otros dos proyectos de abastecimiento de agua en Mauritania. El primero de ellos, del que se encarga el ITC, incluye la gestión y el mantenimiento de cuatro plantas desaladoras en el Parque Nacional Banc D'Arguin.
En cuanto al segundo, lo lleva a cabo Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad de Canarias (MDPL), que pretende construir dos pozos con los que se prevé suministrar agua a una población de 10.000 habitantes y contribuir a desarrollar el sector primario, su "principal" fuente de riqueza.
Para Martín la experiencia y el "importante" esfuerzo de innovación que se ha hecho en Canarias para hacer frente a la demanda creciente de agua potable convierte a las islas en un modelo a seguir para "muchos países" cercanos donde la escasez de agua podría resolverse aplicando soluciones "similares" a las que se aplican en Mauritania.
De hecho, además de en Mauritania, Cooperación Canaria ha instalado con "éxito" un total de seis plantas desaladoras en Marruecos, Túnez y Cabo Verde, la "mayoría" de ellas alimentadas con energía solar fotovoltaica.
El proyecto tendrá un coste total de 150.000 euros y lo llevará a cabo la Fundación Canaria para la Cooperación y Desarrollo Exterior, la alcaldía de Noubaghiya y el Ministerio de Hidráulicas del Gobierno mauritano, que a través de la Agencia de Promoción y Acceso Universal de Servicios (APUS), gestionará la planta desaladora tras acordarlo en un acuerdo de colaboración suscrito en Mauritania entre las administraciones canarias y las mauritanas.
Noubaghiya, situada a 160 kilómetros de Nouakchott, es un área rural en la que el suministro de agua "es de mala calidad y no reúne las condiciones sanitarias necesarias", debido a que los seis pozos que hay excavados en la región son de agua salobre, rica en sal, lo que ha llevado a la población a padecer diversas enfermedades (diarrea, disentería, hipertensión e infecciones urinarias).
Además de la planta, cuyas obras finalizarán a mediados de 2009, el proyecto incluye una fase de formación, tanto técnica como divulgativa, con la que se quiere potenciar el "mejor" uso del agua y "mejorar" las condiciones de higiene y salubridad en las que se consume.
Asimismo en este proyecto colaborará el Centro Mauritano de Investigación Aplicada de Energías Renovables, Desalación y Frío (Craer), puesto en marcha por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) con apoyo de la cooperación canaria y española, con el propósito de llevar a cabo tareas de investigación, impartir formación de corta duración y explotar el uso de energías renovables para "mejorar" las condiciones de vida de las poblaciones en regiones aisladas, satisfaciendo sus necesidades de agua potable, energía y conservación de productos perecederos.
En concreto, el citado centro está adscrito a la Universidad de Nouakchott, por lo que facilitará profesionales mauritanos "cualificados y formados" para realizar las labores de gestión, mantenimiento y reparación de la planta desaladora.
Por su parte, el director general de Relaciones con África, Pablo Martín Carbajal, señaló que con dicha acción "no sólo" se cubrirá una necesidad "básica como es el suministro de agua" sino que se contribuirá a potenciar el desarrollo de "determinadas" actividades económicas, tales como agricultura y ganadería, así como para generar "nuevos nichos de empleo".
Agregó que el hecho de que un centro mauritano lleve a cabo la supervisión del proyecto aportará un "valor añadido" como fuente de trabajo de "larga duración" para personal mauritano "cualificado".
OTROS PROYECTOS EN MAURITANIA
Por otro lado, la Dirección general de Relaciones con África participa en otros dos proyectos de abastecimiento de agua en Mauritania. El primero de ellos, del que se encarga el ITC, incluye la gestión y el mantenimiento de cuatro plantas desaladoras en el Parque Nacional Banc D'Arguin.
En cuanto al segundo, lo lleva a cabo Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad de Canarias (MDPL), que pretende construir dos pozos con los que se prevé suministrar agua a una población de 10.000 habitantes y contribuir a desarrollar el sector primario, su "principal" fuente de riqueza.
Para Martín la experiencia y el "importante" esfuerzo de innovación que se ha hecho en Canarias para hacer frente a la demanda creciente de agua potable convierte a las islas en un modelo a seguir para "muchos países" cercanos donde la escasez de agua podría resolverse aplicando soluciones "similares" a las que se aplican en Mauritania.
De hecho, además de en Mauritania, Cooperación Canaria ha instalado con "éxito" un total de seis plantas desaladoras en Marruecos, Túnez y Cabo Verde, la "mayoría" de ellas alimentadas con energía solar fotovoltaica.