El Congreso de los Diputados debatirá hoy la toma en consideración de la propuesta de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha
Lun, 13/10/2008
El Congreso de los Diputados debatirá hoy la toma en consideración de la propuesta de reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha. Un texto que afecta directamente a los valencianos, ya que entre sus artículos se recoge la caducidad del trasvase de agua del Tajo al Segura. Los manchegos pretenden que en 2015 no salga ni una gota de agua hacia el sur de la Comunitat y Murcia.
Este asunto, de vital importancia para el futuro de miles de ciudadanos, incluso divide a los dos grandes partidos. La manchega y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha defendido a ultranza hasta la última coma de la Carta Magna que pactó con el presidente de su comunidad, el socialista José María Barreda.
Pero en la Comunitat, los populares no están dispuestos a dar su asentimiento a los recortes hídricos que propone el texto que mañana llegará al Congreso para debatir su tramitación. Los populares valencianos no cederán y se situarán al lado de los intereses de sus convecinos.
La postura está muy clara y no se moverá ni un ápice. Mañana, en la Cámara Baja habrá un gesto de buena voluntad de cara a la negociación parlamentaria. Los diputados valencianos del PP votarán "sí" a la tramitación del texto que reforma el actual Estatuto de Castilla-La Mancha. No habrá fugas de voto. Es la orden que ha dado el partido en la Comunitat Valenciana a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses.
Pero el asentimiento no se repetirá con aquellos artículos que contemplan la caducidad del Tajo-Segura. Los diputados del PP valenciano se opondrán a que Castilla-La Mancha ponga un límite a la llegada de agua al sur de la Comunitat.
Si llegado el momento hay que votar en contra, los parlamentarios valencianos del PP en el Congreso de los Diputados lo harán. No habrá dudas. Ni siquiera las que pueda crear la número dos del partido, María Dolores de Cospedal.
De hecho, durante su discurso de presentación en el Congreso Nacional del PP celebrado en Valencia en junio, De Cospedal aseguró que el agua no era propiedad de nadie. Un mensaje que tranquilizó en la Comunitat pero que luego ha virado hacia una postura más radical por parte de la dirigente manchega en connivencia con el socialista Barreda.
El líder del PP valenciano, Francisco Camps, no ha buscado nunca un enfrentamiento directo con la secretaria general de su partido. En cambio, su homólogo murciano, Ramón Luis Valcárcel, sí que ha perseguido el contacto directo con la dirigente manchega.
Pero Camps ha dado la orden de votar a favor de la tramitación del Estatuto pero no apoyar la caducidad del Tajo-Segura. Apoyar está medidas desarmaría toda la estrategia que los populares valencianos han mantenido durante los últimos meses a favor de los trasvase de agua a la Comunitat, tanto desde el Tajo como desde la cuenca del Ebro.
El PP de la Comunitat entiende que tratar de apropiarse del agua es proyectar un nacionalismo hídrico "de necios". Los populares no comparten la idea de que sea Castilla-La Mancha la que decida sobre el futuro del agua del Tajo. Los parlamentarios valencianos confían en que a lo largo del debate en el Congreso y en el Senado se llegue a un acuerdo para garantizar la llegada de agua a la Comunitat.
Los diputados valencianos del PSOE también votarán a favor de la tramitación de la Carta Magna, aunque también rechazarán los artículos referidos a la caducidad del trasvase. En Murcia, populares y socialistas han pactado un frente común para ir en contra de los artículos del Estatuto manchego que limitan los trasvases.
Este asunto, de vital importancia para el futuro de miles de ciudadanos, incluso divide a los dos grandes partidos. La manchega y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha defendido a ultranza hasta la última coma de la Carta Magna que pactó con el presidente de su comunidad, el socialista José María Barreda.
Pero en la Comunitat, los populares no están dispuestos a dar su asentimiento a los recortes hídricos que propone el texto que mañana llegará al Congreso para debatir su tramitación. Los populares valencianos no cederán y se situarán al lado de los intereses de sus convecinos.
La postura está muy clara y no se moverá ni un ápice. Mañana, en la Cámara Baja habrá un gesto de buena voluntad de cara a la negociación parlamentaria. Los diputados valencianos del PP votarán "sí" a la tramitación del texto que reforma el actual Estatuto de Castilla-La Mancha. No habrá fugas de voto. Es la orden que ha dado el partido en la Comunitat Valenciana a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses.
Pero el asentimiento no se repetirá con aquellos artículos que contemplan la caducidad del Tajo-Segura. Los diputados del PP valenciano se opondrán a que Castilla-La Mancha ponga un límite a la llegada de agua al sur de la Comunitat.
Si llegado el momento hay que votar en contra, los parlamentarios valencianos del PP en el Congreso de los Diputados lo harán. No habrá dudas. Ni siquiera las que pueda crear la número dos del partido, María Dolores de Cospedal.
De hecho, durante su discurso de presentación en el Congreso Nacional del PP celebrado en Valencia en junio, De Cospedal aseguró que el agua no era propiedad de nadie. Un mensaje que tranquilizó en la Comunitat pero que luego ha virado hacia una postura más radical por parte de la dirigente manchega en connivencia con el socialista Barreda.
El líder del PP valenciano, Francisco Camps, no ha buscado nunca un enfrentamiento directo con la secretaria general de su partido. En cambio, su homólogo murciano, Ramón Luis Valcárcel, sí que ha perseguido el contacto directo con la dirigente manchega.
Pero Camps ha dado la orden de votar a favor de la tramitación del Estatuto pero no apoyar la caducidad del Tajo-Segura. Apoyar está medidas desarmaría toda la estrategia que los populares valencianos han mantenido durante los últimos meses a favor de los trasvase de agua a la Comunitat, tanto desde el Tajo como desde la cuenca del Ebro.
El PP de la Comunitat entiende que tratar de apropiarse del agua es proyectar un nacionalismo hídrico "de necios". Los populares no comparten la idea de que sea Castilla-La Mancha la que decida sobre el futuro del agua del Tajo. Los parlamentarios valencianos confían en que a lo largo del debate en el Congreso y en el Senado se llegue a un acuerdo para garantizar la llegada de agua a la Comunitat.
Los diputados valencianos del PSOE también votarán a favor de la tramitación de la Carta Magna, aunque también rechazarán los artículos referidos a la caducidad del trasvase. En Murcia, populares y socialistas han pactado un frente común para ir en contra de los artículos del Estatuto manchego que limitan los trasvases.