La campaña del Gobierno a favor de la desalación se estrella en Alicante

Mié, 15/10/2008

ABC

La actuación estrella del Ministerio de Medio Ambiente para «vender» las virtudes de la desalación ha quedado, de momento, en agua de borrajas. El departamento que dirige Elena Espinosa ha aprobado gastar dos millones de euros en campañas publicitarias previstas en el programa AGUA para concienciar a la población. De esta cantidad, la mitad se destinará a la Comunidad Valenciana, donde el Ministerio está construyendo, en el municipio de Torrevieja, la mayor planta desaladora de Europa, que debía entrar en funcionamiento a finales de este mismo año. Ante el rechazo de la población, que ha llevado a cabo una recogida de firmas y se ha manifestado en contra del proyecto, Medio Ambiente ha diseñado una operación de marketing que se ha estrellado, por dos veces, con la realidad. Ya en el verano de 2007, con motivo de una visita de la entonces ministra Cristina Narbona, su departamento puso en marcha una campaña para repartir botellines de agua desalada entre los vecinos y turistas de la zona, para convencerles de las virtudes de este producto. Sin embargo, el Ayuntamiento de Torrevieja, presidido por el popular Pedro Hernández Mateo, denegó la autorización para efectuar este reparto porque el Ministerio no pudo acreditar ningún análisis sanitario que certificara la calidad del agua embotellada. Ante este veto, la empresa estatal Acuamed, encargada del proyecto de la desaladora, optó por repartir los botellines en el municipio de Guardamar del Segura, gobernado por los socialistas. El Ministerio vuelve a tropezar ahora con la misma piedra: ha solicitado al Ayuntamiento un nuevo permiso para repartir el producto entre los vecinos pero, una vez más, no ha podido acreditar la calidad del agua embotellada. El millón de euros que quiere destinar a campañas promocionales y publicitarias le ha resultado, de momento, muy poco rentable. El departamento que dirige Elena Espinosa pretendía que la desaladora de Torrevieja entre en funcionamiento este mismo año. Sin embargo, desde el Consistorio dudan que se pueda cumplir este plazo, dado que Acuamend aún no ha iniciado las obras de la doble canalización que atravesará el casco urbano para conectar la planta con el mar. Un «despilfarro» La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, defendió ayer en el Senado su campaña institucional presupuestada en dos millones de euros, lanzando una durísima crítica contra los populares, por haber pedido su retirada. El intercambio de acusaciones se produjo a raíz de una pregunta del senador popular José María Chiquillo, que afirmó que la citada campaña supone «tirar dinero en un pozo ciego» y un «despilfarro». A juicio del senador, es «sorprendente» que se apliquen recortes a inversiones en infraestructuras y, por el contrario, se impulsen campañas de promoción. «Por austeridad», le increpó Chiquillo a Espinosa, «retire esta amoral campaña de publicidad». La ministra le respondió afirmando que su «demagogia es sobradamente conocida» y defendió el «carácter pedagógico de las campañas de promoción», que tienen como objetivo «suplir las carencias informativas de los españoles sobre el agua desalada».