Un estudio plantea solidificar los residuos tóxicos existentes en el cauce de la Ría de Bilbao
Mar, 02/12/2008
La mejor limpieza de la ría del Nervión es dejarla como está. Un estudio impulsado por Aclima, el cluster de industrias de medio ambiente de Euskadi, defiende solidificar los sedimentos contaminados que llenan el lecho del Nervión. El proyecto, en el que han participado empresas como Idom y Sader y el centro tecnológico Gaiker, se ha realizado de manera experimental y los datos obtenidos señalan que el mejor tratamiento global es estabilizar y solidificar los materiales contaminados del fondo de la Ría. En su lecho están depositados productos tóxicos como mercurio, cadmio, zinc, hierro o cromo, producto de los descontrolados vertidos de residuos industriales y domésticos durante buena parte del siglo pasado. Un estudio elaborado en 1999 por el Ministerio de Medio Ambiente cifraba entonces en 1.500 millones de euros el coste de la limpieza total, una tarea que requeriría ocho años de trabajos.
Pero con el paso de los años se ha descartado esta operación por los riesgos que se generarían al remover esos productos tóxicos. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, que lleva más de 30 años con las tareas de saneamiento del Nervión, confirmó hace dos años que no se acometería la limpieza total y se decantaba por una regeneración natural del cauce.
Los informes técnicos constataban que, al ponerse fin a los vertidos directos de aguas residuales al Nervión, los sedimentos tienen una menor concentración de metales y no se justificaría el dragado del cauce.
La Ría de Bilbao tiene desde 1989 estudios de seguimiento de su estado, tanto de los sedimentos, fauna y flora como de la calidad del agua. Hay una decena de puntos de muestreo que proporcionan 180 datos anuales.
Pero con el paso de los años se ha descartado esta operación por los riesgos que se generarían al remover esos productos tóxicos. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, que lleva más de 30 años con las tareas de saneamiento del Nervión, confirmó hace dos años que no se acometería la limpieza total y se decantaba por una regeneración natural del cauce.
Los informes técnicos constataban que, al ponerse fin a los vertidos directos de aguas residuales al Nervión, los sedimentos tienen una menor concentración de metales y no se justificaría el dragado del cauce.
La Ría de Bilbao tiene desde 1989 estudios de seguimiento de su estado, tanto de los sedimentos, fauna y flora como de la calidad del agua. Hay una decena de puntos de muestreo que proporcionan 180 datos anuales.