La verdadera desaparición de la Confederación Hidrográfica del Sur ocurrió entre 2004 y 2005
Dom, 11/01/2009
La verdadera desaparición de la Confederación Hidrográfica del Sur ocurrió entre 2004 y 2005, con el traspaso del organismo estatal a la Junta y su posterior denominación como Cuenca Mediterránea Andaluza. Además de eliminar cargos, ya entonces se troceó el ente, encargado de gestionar las políticas de agua en las cuencas mediterráneas de Cádiz, Málaga, Granada y Almería, y con sede en la capital malagueña. El último y al parecer definitivo traslado a Sevilla de las competencias hidráulicas de la Cuenca del Sur ha sido más polémico porque su máximo responsable y director general, Antonio Rodríguez Leal, se ha negado a ocultar la evidencia por más tiempo. Será destituido el próximo martes.
Con el traspaso también de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el Gobierno andaluz decidió hace unos meses centralizar aún más en Sevilla la toma de decisiones y gestión de las inversiones de la cuenca del Sur. Se elaboraron para ello unos estatutos que reavivaron la polémica al ser filtrados y que tanto el presidente de la Junta, Manuel Chaves, como la consejera, Cinta Castillo, como el líder de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, negaron.
Los dirigentes de la Junta han incurrido en continuas contradicciones en este tiempo en el que se ha estado gestando el nuevo modelo de organización de la Agencia Andaluza del Agua. El primero fue el propio presidente autonómico. Sólo unos días después de que este periódico anunciara los planes del Gobierno andaluz de unificar la gestión de todas las cuencas hidrográficas de la comunidad bajo un mismo órgano con sede en Sevilla, aseguró que el cambio de localización de la Cuenca Mediterránea Andaluza estaba descartado y que 'lo que está en Málaga se va a quedar en Málaga'. La consejera de Medio Ambiente ha negado que se plantee un posible cambio en la gestión de las competencias del agua antes y después de que el Consejo Andaluz del Agua le diera el visto bueno a los nuevos estatutos del futuro organismo sobre el que recaerá la gestión íntegra de los recursos hídricos.
La decisión de la Junta no sentó bien ni en las propias filas socialistas locales. El grupo municipal del PSOE planteó llevar una moción al Pleno oponiéndose a los planes de dejar a la provincia sin capacidad para gestionar la cuenca sur. Pero las presiones internas le obligaron a dar marcha atrás mientras el secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, se apresuraba a anunciar que la Junta se había comprometido a mantener la estructura en la capital malagueña.
Pero la realidad era otra bien distinta, ya que la tramitación de los nuevos estatutos de la Agencia Andaluza del Agua siguió su curso hasta que el pasado miércoles el Consejo de Gobierno los aprobó definitivamente. Aún así, la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, todavía negaba el viernes que la capital iba a dejar de ser la sede de la Cuenca Mediterránea Andaluza e incluso criticó al todavía director general del organismo por sus declaraciones en las que se oponía al 'centralismo' que suponía esta decisión.
No corren buenos tiempos en Málaga para la Consejería de Medio Ambiente a propósito de los proyectos heredados de la antigua Confederación. Sus responsables han llegado a negar la existencia de un proyecto para reforestar 40.000 hectáreas en Los Montes de Málaga que la propia Junta elaboró y presentó en los 90 y recientemente anunciaron por error la construcción de un trasvase del río Grande descartado en 2006.
Con el traspaso también de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el Gobierno andaluz decidió hace unos meses centralizar aún más en Sevilla la toma de decisiones y gestión de las inversiones de la cuenca del Sur. Se elaboraron para ello unos estatutos que reavivaron la polémica al ser filtrados y que tanto el presidente de la Junta, Manuel Chaves, como la consejera, Cinta Castillo, como el líder de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, negaron.
Los dirigentes de la Junta han incurrido en continuas contradicciones en este tiempo en el que se ha estado gestando el nuevo modelo de organización de la Agencia Andaluza del Agua. El primero fue el propio presidente autonómico. Sólo unos días después de que este periódico anunciara los planes del Gobierno andaluz de unificar la gestión de todas las cuencas hidrográficas de la comunidad bajo un mismo órgano con sede en Sevilla, aseguró que el cambio de localización de la Cuenca Mediterránea Andaluza estaba descartado y que 'lo que está en Málaga se va a quedar en Málaga'. La consejera de Medio Ambiente ha negado que se plantee un posible cambio en la gestión de las competencias del agua antes y después de que el Consejo Andaluz del Agua le diera el visto bueno a los nuevos estatutos del futuro organismo sobre el que recaerá la gestión íntegra de los recursos hídricos.
La decisión de la Junta no sentó bien ni en las propias filas socialistas locales. El grupo municipal del PSOE planteó llevar una moción al Pleno oponiéndose a los planes de dejar a la provincia sin capacidad para gestionar la cuenca sur. Pero las presiones internas le obligaron a dar marcha atrás mientras el secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, se apresuraba a anunciar que la Junta se había comprometido a mantener la estructura en la capital malagueña.
Pero la realidad era otra bien distinta, ya que la tramitación de los nuevos estatutos de la Agencia Andaluza del Agua siguió su curso hasta que el pasado miércoles el Consejo de Gobierno los aprobó definitivamente. Aún así, la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, todavía negaba el viernes que la capital iba a dejar de ser la sede de la Cuenca Mediterránea Andaluza e incluso criticó al todavía director general del organismo por sus declaraciones en las que se oponía al 'centralismo' que suponía esta decisión.
No corren buenos tiempos en Málaga para la Consejería de Medio Ambiente a propósito de los proyectos heredados de la antigua Confederación. Sus responsables han llegado a negar la existencia de un proyecto para reforestar 40.000 hectáreas en Los Montes de Málaga que la propia Junta elaboró y presentó en los 90 y recientemente anunciaron por error la construcción de un trasvase del río Grande descartado en 2006.